Junto a su compatriota Semi Khedira, Özil integrará una dupla que será dueña de la nueva llave germano-musulmana en el equipo español.

Después de varios días de intensos ajetreos, pistas falsas, rumores desmentidos y especulaciones filtradas, el final todo sucedió muy rápido.

A media mañana, Klaus Allofs, el todopoderoso negociador del Werder Bremen, intentaba la táctica de la distracción, haciendo creer que seguía esperando una nueva oferta del Real Madrid, que mejorara aquella "inaceptable y ridícula" presentada la semana pasada por Jorge Valdano, el director general merengue.

A las 14:02 Mesut Özil entró por última vez a la sede central de Werder, y faltaba al entrenamiento del plantel. A las 15:25 salía el comunicado oficial. Ya antes los jefes del búnker verdiblanco del Bremen habían dejado filtrar que se había sellado el acuerdo.

Octavo alemán merengue

Simultáneamente, el Real Madrid colgaba en su portal la versión oficial de la compra del octavo alemán en su historia. Nadie dijo nada sobre el monto de la transferencia, calculada en unos 15 millones de euros (unos 20 millones de dólares).

"El acuerdo se hizo rápido simplemente porque Real Madrid aumentó el monto dispuesto a pagar", explicó Allofs, recordando que el club se mueve en un determinado corsé económico que impide pagar sueldos que otros sí ofrecen.

Allofs, el cazatalentos de promesas a las que compra baratas para venderlas a sobreprecio cuando las hizo estrellas, como Diego, Claudio Pizarro, Miroslav Klose, a ahora Özil, se limitó a decir que el club "respeta la decisión de Mesut da dar ya ahora el próximo paso en su trayectoria".

Un hueco muy grande

Nada de dar muchas gracias por los servicios prestados, el hueco que deja es muy grande, y Allofs sabe que será difícil de taparlo.

La Federación Alemana también sacó un comunicado, alegrándose de que el pase signifique "un reconocimiento al trabajo con los juveniles" en la selección nacional y los equipos, dijo su director general Mathhias Sammer. Claro apoyo a la política de desarrollar talentos y venderlos, en vez de gastar millones en estrellas extranjeras.

Özil, de 21 años, es de origen turco nacido en Gelsenkirchen. Se inició en el Schalke local, club que lo cedió a Bremen en enero de 2008 porque sus dirigentes no estaban dispuestos a cumplir con las exigencias económicas del jugador y de su padre, en aquel entonces también su representante.

En esos dos años y medio, Özil pasó a ser titular en su equipo, se decidió jugar para Alemania y no por Turquía, lo convocaron, se ganó un puesto fijo en la selección, fue revelación en el Mundial de Sudáfrica donde los eligieron uno de los diez mejores del torneo.

Resultado: en ese período triplicó su valor. Bremen había pagado menos de cinco millones de euros a Schalke.

dpa
Editor: Pablo Kummetz