Fiscalía de Ecuador acusa a cuatro más por asesinato en 30-S
25 de diciembre de 2020
Un total de nueve personas -entre ellas oficiales de las Fuerzas Armadas- serán investigadas por tres asesinatos perpetrados el 30 de septiembre de 2010 en Quito.
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La Fiscalía General del Estado ecuatoriano vinculó este jueves (24.12.2020) a cuatro sospechosos por el presunto delito de asesinato de tres personas durante la revuelta policial del 30-S, ocurrida hace una década bajo el Gobierno de Rafael Correa.
En un boletín, el órgano fiscal identificó a los procesados como Fernando C., Marco C., Luis O. y Patricio G., contra los que dictó como medidas cautelares la prohibición de salida del país y la presentación periódica ante la autoridad. Asimismo, dispuso que la instrucción fiscal se extienda por treinta días más (120 días en total). Las medidas se resolvieron en una audiencia de formulación de cargos en la que el fiscal del caso presentó los elementos de convicción recabados durante la investigación, "que hacen presumir la participación de los cuatro nuevos vinculados en el presunto delito".
Así, un total de nueve personas -entre ellas los oficiales de las Fuerzas Armadas en servicio pasivo Luis C., Vicente G., Jorge M., Jorge P. y Hegel P.- serán investigadas por el delito de asesinato perpetrado el 30 de septiembre de 2010 en Quito. De acuerdo al artículo 140 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), ese crimen es sancionado con una pena de 22 a 26 años de cárcel.
En el contexto de los hechos investigados, Patricio G. era el comandante del Grupo Especial de Comandos de las Fuerzas Armadas, mientras que Marco C., Fernando C. y Luis O. integraban el Grupo de Fuerzas Especiales que formaron parte del operativo que extrajo del Hospital de la Policía Nacional al expresidente Correa.
Por su parte, Luis C. dirigió el operativo de extracción del exmandatario, el general Hegel P. era el comandante de la Fuerza de Tarea 4, el general de Brigada Jorge P. cumplía las funciones de director de operaciones del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, Vicente G. era comandante del Grupo Especial de Operaciones y Jorge M., del Grupo Especial de Comandos.
La protesta policial se produjo a raíz de la entrada en vigor de la Ley de Servicio Público, aprobada el 11 de agosto de 2010, que limitaba las retribuciones por ascensos en las fuerzas de seguridad. Sin embargo, la versión oficial del Ejecutivo de Correa fue que la revuelta fue un intento de golpe de Estado planificado. Bajo la Presidencia de su sucesor, y hoy rival, Lenín Moreno, se desclasificaron documentos de la época, se están abriendo causas relacionadas con aquella violenta jornada y se empiezan a conocer testimonios de procesados y periodistas que contrastan con el relato oficialista.
ama (efe, El Universo)
La disputa entre Lenín Moreno y Rafael Correa
Se suponía que Moreno continuaría el proyecto político de Correa, pero fue gradualmente distánciandose e incluso ha sido despojado de la presidencia de Alianza País. Ahora, ¿podría Correa rescatar su revolución?
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Presunta garantía de continuidad
Moreno ganó las elecciones presidenciales de Ecuador en abril con solo dos puntos porcentuales sobre su competidor, Guillermo Lasso, quien era el principal opositor de la llamada "revolución ciudadana" y del "socialismo del siglo XXI", el modelo creado por Hugo Chávez. En ese momento, Moreno era la garantía de continuidad del proyecto político de Correa, quien lo apoyó a lo largo de la campaña.
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Una aparente alianza
En mayo se realiza la toma de posesión. Un Correa sonriente le traspasó la banda presidencial a Moreno. Hasta entonces, la revolución ciudadana tiene un heredero. Los asistentes a la ceremonia, entre ellos diputados de la Asamblea Nacional, de mayoría oficialista, gritaron al inicio "¡Rafael, Rafael, Rafael!
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¿"Engaño" desde el principio?
En su discurso, Moreno celebró la gestión del gobierno de Correa: "Hoy, cuando se une la herencia del pasado con el presente y el futuro que estamos construyendo desde hace 10 años, este proceso tiene un pueblo entero y tiene un nombre: revolución ciudadana. Esta revolución tiene un líder: Rafael Correa Delgado, gracias Rafael, hasta siempre hermano querido".
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La paz duraría poco
Pero las relaciones entre los dos líderes políticos comenzaron a deteriorarse rápidamente, en gran contraste con esa aparentemente armónica toma de posesión de mayo. Moreno se empeñó en impulsar un diálogo con la oposición y luchar contra la corrupción, algo que no le agradó a Correa. En Twitter comenzarían las peleas públicas entre estos dos "aliados"...
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Lucha anticorrupción no se hace esperar
Moreno comenzó su prometida lucha contra la corrupción muy temprano. En junio, cinco personas supuestamente vinculadas con el caso de corrupción de Odebrecht fueron detenidas. Moreno lo celebró al decir que no estaba "hablando en el aire" cuando ofreció "hacer una lucha frontal, abierta y una cirugía mayor a cualquier tipo de corrupción".
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La disputa comienza en Twitter
Pero Correa aparentemente quería compartir los créditos y mostrar que su administración también había trabajado en contra de la corrupción. En su cuenta de Twitter escribió: "Creer que las detenciones y allanamientos de esta madrugada son fruto de una semana de trabajo es ingenuidad extrema", lo que se interpretó como un primer roce entre Moreno y Correa.
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Correa no quiere a la ONU en la lucha anticorrupción de Moreno
Pocos días después, Correa criticó la decisión de Moreno de firmar un convenio de cooperación con la ONU para luchar contra la corrupción. En una columna publicada en el diario estatal El Telégrafo, Correa afirmó que le sorprendía que "se pida 'ayuda' a organismos internacionales, claudicando en lo avanzado todos estos años en cuanto a institucionalidad y soberanía se refiere".
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Twitter, la herramienta predilecta de Correa para la crítica
Correa volvió a Twitter días después para criticar de forma más abierta al gobierno de Moreno: "Qué lástima que desde ciertos funcionarios del Ejecutivo, autoridades de control y hasta jueces, se esté siguiendo el discurso de la oposición. El frente externo no me preocupa, sí el interno, donde, por torpeza o deslealtad, se habla de marcar 'distancia' con mi gobierno".
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Movida temeraria
En julio, Moreno le entregó dos inmuebles en Quito en comodato por 100 años a la mayor organización de indígenas del país, la Conaie, la cual no disfrutaba de la simpatía de Correa, quien le había despojado del comodato en 2015. En su cuenta de Twitter, Correa lamentó la movida: "Otro innecesario desaire a mi Gobierno. Estrategia de 'diferenciarse' no sólo es desleal, es mediocre".
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Moreno acepta la batalla en las redes
Al día siguiente, Moreno se unió al desahogo digital de Correa y, aunque sin nombrarlo, atizó la disputa al publicar en su cuenta de Twitter una foto con el mensaje: "Sindrome de abstinencia: reacción provocada por la reducción o suspensión brusca de una sustancia de la que se tiene dependencia como el azúcar, el alcohol, las drogas...o el poder".
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"Cambios de estilo"
El 10 de julio, Correa parte a Bélgica para radicarse y aprovechó el momento para criticar a Moreno, aunque indirectamente: "Yo estoy seguro que el 2 de abril derrotamos a la oposición, no estoy muy seguro si venció la Revolución Ciudadana. Que no me digan que es cambio de estilo las claudicaciones y el entreguismo". Ese mismo día, Moreno había admitido "cambios de estilo" en su gestión.
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"La mesa no está servida"
Correa aseveró en enero que iba a dejar la "mesa servida" a su sucesor. Pero un día después de la partida de Correa a Bélgica, Moreno advirtió que Correa “podía haber sido más mesurado al dejar cuentas en mejores condiciones" y que “no hay tal mesa servida", porque "la condición económica de Ecuador es muy difícil”. Moreno se refería a la deuda del país de más de 40 mil millones de dólares
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Vicepresidente despojado y destituido
En agosto, Moreno emitió un decreto con el que despojó al vicepresidente de la República, Jorge Glas, de todas sus funciones. La decisión de Moreno vino después de que se difundieran audios que supuestamente vinculaban a Glas en la trama de corrupción de Odebrecht. En octubre, la Contraloría General del Estado ordenó la destitución de Glas como vicepresidente por cargos de peculado.
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La fractura más evidente
El 1 de noviembre, la dirigencia de Alianza País (AP) destituyó a Moreno de la presidencia del partido por beneficiar a "opositores a la política de la Revolución Ciudadana". En Twitter, Correa escribió. "¡Basta que oportunistas hablen en nombre de las bases! (...) nuestra militancia lo que siente es profunda indignación, al ver cómo en 5 meses nos han regresado al pasado".
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La reelección indefinida aprobada y desaprobada a través de la ley
Correa no participó en las elecciones de 2017 porque la Constitución le impedía gobernar por un tercer periodo. Sin embargo, la Asamblea Nacional aprobó enmiendas en diciembre de 2015 que, entre otras cosas, permiten la reelección indefinida del presidente a partir de 2021. El contrataque de Moreno: una consulta popular para revocar la reelección indefinida cuyas preguntas ya fueron presentadas.
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¿La vuelta de Correa?
Además de despedir a Moreno, la dirigencia de AP también invitó a Correa a "acompañar el proceso de fortalecimiento orgánico y la reestructuración del movimiento". En Twitter, Correa escribió: "Ahí estaremos, y veremos cuántos de los que han permitido tanta infamia, persecuciones, oscuros pactos con lo peor de la partidocracia, en nombre de la 'gobernabilidad', me pueden mirar a los ojos".