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100 años del voto femenino en Alemania: equidad incompleta

Rayna Breuer
12 de noviembre de 2018

Desde el 12 de noviembre de 1918 las mujeres pueden votar y ser elegidas en Alemania. El camino ha sido pedregoso. La meta aún no se ha alcanzado. Una reseña histórica.

Deutschland Frauenwahlrecht
Imagen: picture-alliance/akg-images

"Los hombres son demasiado emocionales para votar. Por su tendencia innata a usar la violencia no son aptos para gobernar, luego deben ser excluidos del voto”, ironizaba la escritora y activista estadounidense Alice Duer Miller en 1915, autora del libro ¿Son las mujeres ciudadanas? (Are Women People?), Miller respondía así con ironía a los absurdos argumentos en el duro debate tras el fin de la Primera Guerra Mundial sobre el sufragio femenino.

Tan agresivo era el debate sobre equidad de género que Olympe de Gouges, quien escribió la "Declaración de los derechos de las mujeres y los ciudadanos" en 1791, fue ejecutada en la guillotina. Una larga lucha que "apenas se convirtió en movimiento político a mediados del siglo XIX”, destaca la historiadora Anna Katharina Mangold.

La prioridad inicial de la lucha no era el voto, era la inclusión de las mujeres de la vida legal, ya que las mujeres eran consideradas sujetos sin derechos jurídicos. "Las mujeres siempre eran representadas por un hombre, su padre, su marido o, si eran solteras, por un pariente”, agrega Mangold. Pero "las mujeres han sido tan activas en ayudar a los hombres en la guerra y su gerencia, que una vez que estas pasan no hay marcha atrás a la inclusión”, explica Mangold.

Sufragio femenino en Alemania

En 1917 el Kaiser Guillermo II presentó reformas democráticas, entre ellas al derecho al voto, pero no para las mujeres. Fue hasta el 12 de noviembre de 1918 que se creó la base legal del sufragio para hombres y mujeres, mayores de 20 años. Un hito para el movimiento femenino.

Alemania no fue ningún pionero de la equidad. Ya años antes, algunos países escandinavos le habían reconocido el derecho al voto a las mujeres. Pero otra cosa sorprende: "Suiza, tenida por un Estado profundamente demócrata, introdujo el sufragio femenino solo a nivel federal en 1971 y a nivel cantonal, como en 1991”, recuerda Anna Katharina Mangold.

1918, 1949, 1990, ¿2018?

La ley de 1918 fue un hito en la lucha de las mujeres por la igualdad, pero la Constitución de Weimar aún era vacilante, y rezaba que "hombres y mujeres tienen, básicamente, los mismos derechos y deberes cívicos”, advierte Mangold. Eso quiere decir que había excepciones que muchos ampliaban al máximo para no reconocerle los derechos a las mujeres. Una salvedad que solo fue eliminada en 1949 por la Ley Fundamental alemana, con la frase más sencilla y lógica del mundo: hombres y mujeres son iguales.

En la primera mitad de la década de 1990, dicha frase se complementó con una segunda: el Estado promueve la aplicación efectiva de la igualdad de derechos para hombres y mujeres y trabaja para eliminar las desventajas existentes. A lo que concluye Mangold: "Una clara prueba de que no es suficiente otorgar derechos formales sino que tienen implementarse”. Aún así, y hasta hoy, también en Alemania, del dicho al hecho hay mucho trecho.

(jov/er)

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