11-M: debate sobre terrorismo, más actual que nunca
11 de marzo de 2016
España recuerda a las 192 víctimas fallecidas del atentado islamista en los trenes de cercanías de Madrid, el peor ataque terrorista registrado en el país.
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Doce años tras de los atentados del 11 de marzo de 2004, conocidos por la numeración 11-M, por primera vez todas las asociaciones de víctimas coinciden en los actos conmemorativos en la Puerta del Sol en Madrid. A lo largo del día hay varios homenajes, uno de ellos en la estación de ferrocarril de Atocha, donde explotaron varias bombas aquel día, y otro en el céntrico Parque de El Retiro, donde está el llamado "Bosque del Recuerdo".
"España seguirá defendiendo, como ha hecho siempre, la vida, los derechos y las libertades de todos los ciudadanos, tanto aquí como fuera del país", manifestó el jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy. Quien participó también en el primer acto de recuerdo del día: el toque unísono de las campanas de las iglesias de la ciudad durante dos minutos.
¿Qué pasó?
Hace doce años, entre las 7.37 y las 7.41 horas de la mañana, una serie de bombas había explotado en cuatro trenes en Madrid. Fallecieron 191 personas y hubo más de 1.800 heridos. Según la investigación policial y judicial, un grupo de radicales islamistas colocó trece mochilas bomba – tres no explotaron – en cuatro trenes.
Lucha contra el terrorismo islamista
El debate sobre el terrorismo islamista es más actual que nunca en Europa. Fue a partir de esta fecha cuando las autoridades españolas de seguridad empezaron a combatir el terrorismo islamista y yihadista ahora, modificando sus estrategias para hacer frente a esta amenaza. Y ya hay resultados, como datos del Ministerio del Interior enseñan: desde el 11-M, se han detenido a 616 personas en 153 operaciones en España, además de colaborar en 36 arrestos en otros países.
153 personas salieron de España para unirse a la yihad
Pero aun existe la dificultad de poner fin al terrorismo. Uno de los objetivos de las autoridades es cortar el flujo de personas que salen del país para combatir en zonas de conflicto como Siria, Irak y Libia. Hoy el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, confirmó, que en total de 153 yihadistas nacionales españoles o de otros países se desplazaron desde España a países en conflicto para integrarse en el Estado Islámico o Al Qaeda. En una entrevista con la radio estatal española (RNE) dio a conocer estos datos actualizados de los “foreign fighters”. A fuera de eso, Díaz explicó, que de estos 153 yihadistas, veinticinco regresaron al país.
Según el El País llegó el tiempo para “revisar dicha estrategia y aplicar el plan de prevención de la radicalización”.
MZ (efe, elpais.com)
Así se vive bajo el dominio del Estado Islámico
Raqqa y otras ciudades están bajo el control de la milicia islamista. Allí imponen su régimen de terror.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
La bandera del terror
Allá, al fondo, se ve la bandera del terror. El Estado Islámico domina un tercio del territorio de Siria. En ese tercio, justo en el límite con Turquía, se encuentra Tel Abyad, que forma una sola ciudad junto a la localidad turca de Akcakale. Activistas aseguran que desde que el EI controla Tel Abyad, la frontera se encuentra cerrada.
Imagen: Reuters
Raqqa, la capital del EI
En Raqqa impera el negro: los edificios públicos tienen la bandera del EI, que es de ese color. Hasta los pasaportes emitidos por la guerrilla son oscuros. Las mujeres no pueden salir solas a la calle y siempre deben ir cubiertas por completo con vestimentas... negras. En los antiguos edificios públicos ahora operan los "ministerios" del EI.
Imagen: Reuters
Rezar o morir
Todos los días se hace un llamado a realizar plegarias. Entonces, los comerciantes deben cerrar sus tiendas y las personas deben salir de sus casas para ir a las mezquitas. De lo contrario, podrían ser detenidos y eso, bajo el dominio del EI, puede significar derechamente la muerte.
Imagen: Reuters
Todo es de Alá, todo es del EI
Pese a la aparente normalidad que podría deducirse al observar estas fotografías, la realidad es bien distinta. Los más jóvenes deben entrenarse en campos militares del EI, los comerciantes deben pagarles un tributo y si los combatientes quieren, pueden llegar a una casa, desalojarla y hacerla propia... Ellos dicen que todo es de Alá, entonces todo es de ellos.
Imagen: Reuters
Jugando con la guerra
Los niños de la foto cargan restos de basura y de un avión de la Fuerza Aérea de Siria abatido en las afueras de Raqqa el pasado 16 de septiembre. Fue la primera vez que los milicianos, usando armas antiaéreas, derribaron a una aeronave de las fuerzas de Bashar al Assad.
Imagen: Reuters
Beneficios para los combatientes
En las localidades controladas por el EI no se puede fumar, escuchar música ni vestir de forma poco recatada. CNN mostraba cómo un hombre increpaba a una mujer en Raqqa, porque podía ver sus facciones a través de su burka. Los combatientes, en cambio, disfrutan de privilegios: cobran un salario, pueden visitar bares y portar armas, imponiendo el terror. "Son una mafia", dice un residente.
Imagen: Reuters
Exhibición de músculo militar
En todas las ciudades conquistadas, los combatientes del EI realizan paradas militares para exhibir su músculo guerrero. Ahí abundan los fusiles de asalto y armas cortas, pero también se les ha visto vanagloriarse de tanques capturados a los Ejércitos de Siria e Irak, así como vehículos blindados e incluso misiles Scud robados de los arsenales iraquíes, país donde incluso han atacado usando cloro.