Una explosión en un cementerio en el este de Afganistán mató a 14 personas -mujeres y niños-, mientras en el país se celebra la fiesta de Fitr, que marca el fin del Ramadán.

Las mujeres y los niños estaban reunidos en un cementerio de la ciudad de Quetta, distrito de Ghani Khel de la provincia de Nangarhar para rendir homenaje a la difunta esposa del jefe de la tribu Haji Ghalib, favorable al Gobierno de Kabul.

La explosión tuvo lugar en el momento en que las mujeres recitaban versos del Corán ante la tumba de la difunta esposa.

“Han muerto siete mujeres y siete niños“, dijo Ahmadzia Abdulza, portavoz del Gobierno de la provincia. Cuatro personas resultaron heridas. La provincia ha sido escenario esta semana de una serie de explosiones y enfrentamientos entre las fuerzas del Gobierno y los talibanes.

En Quetta se conoce la existencia de varios grupos militantes, incluidos los talibanes, grupos sectarios y separatistas.

En su mensaje tradicional de Eid al-Fitr, Hamid Karzai, el presidente afgano, exhortó a los talibanes a poner fin a la insurrección, a fin de estabilizar el país en vista de las elecciones de abril próximo y de la retirada de las fuerzas de la OTAN también el año próximo.

El Eid al-Fitr es la fiesta de término del ayuno en la tradición islámica, o sea el fin del Ramadán. La noche anterior al primer día de esta fiesta también se considera particularmente importante. Por la mañana temprano, la comunidad en conjunto realiza diferentes oraciones y celebra un desayuno que marca el fin del ayuno del mes más importante para el mundo musulmán.

PK/AFP, Reuters