El 19 de septiembre de 1867, al químico sueco Alfred Nobel le fue concedida la patente de un explosivo que transformó al mundo.
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La nitroglicerina es una sustancia viscosa que fascinó desde un principio a Alfred Nobel (1833-1896). Sus efectos –y consecuentemente sus peligros– son mayores que los de la pólvora. Nobel la descubrió durante un viaje de estudios, en el laboratorio del químico italiano Ascanio Sobrero, cuyo rostro estaba desfigurado por experimentos fallidos. Sobrero consideraba la nitroglicerina tan problemática que renunció a explotarla económicamente. No así Nobel. Este vio en la sustancia grandes posibilidades, aunque podía explotar bajo presión y en caso de fuertes sacudidas.
Nobel comenzó a trabajar en la superación de ese problema. Su primer paso fue agregarle un detonante. Pero la nitroglicerina seguía siendo inestable. Para poder controlar su poder explosivo era necesario combinarla con otra substancia. Pero ¿con cuál? Nobel lo intenta con yeso, virutas, barro y polvo de ladrillo. Ninguna de las combinaciones funciona. Nobel sigue creyendo igualmente en que lo logrará. Ya durante esa fase produce en Suecia grandes cantidades de nitroglicerina con detonante. Hasta que sucede lo inevitable…
La fábrica en Suecia vuela por los aires. Entre los muertos se halla Emil, el hermano menor de Alfred Nobel. El Gobierno sueco impone limitaciones a la producción de nitroglicerina. Nobel resuelve trasladar la producción a Alemania, a Krümmel in Geesthach, cerca de Hamburgo. Pero los accidentes siguen sucediéndose, por ejemplo, en los barcos que transportaban nitroglicerina. Se multiplican las voces que exigen más medidas de seguridad: rodear las fábricas con terraplenes y modificar la construcción de sus techos. Igualmente, muchos países quieren prohibir la nitroglicerina. Era necesario hallar otra solución.
Para el transporte de nitroglicerina, Nobel utilizaba como colchón diatomita, un material sedimentario silíceo formado por microfósiles de algas marinas. Durante un transporte, se derramó nitroglicerina, que fue absorbida por la diatomita… sin explotar. ¡Eureka: en 1866, Nobel mezcla tres partes de nitroglicerina con una parte de diatomita y le agrega carbonato de soda como estabilizador químico. Había hallado lo que tanto tiempo había estado buscando: el explosivo había pasado a ser manejable.
Primero pensó en llamarlo "explosivo de seguridad”. Luego se decide por "dinamita”, derivada del griego dynamis, que significa fuerza. El año siguiente recibe, efectivamente, la patente por la invención de la dinamita. Pronto comienza a producir dinamita en docenas de fábricas y a dominar el 90 por ciento del mercado de los explosivos. Con otras 300 patentes sigue luego perfeccionando la dinamita. Desarrolla, por ejemplo, también una gelatina que explota debajo del agua.
Vida y destrucción
La dinamita mueve literalmente montañas. Posibilita la construcción del Canal de Panamá (1881-1889) y la del túnel del San Gotardo (1872-1882). Pero también es usada para fines bélicos y atentados. Alfred Nobel comienza a reflexionar sobre las consecuencias de su descubrimiento. Luego, una mujer cambia su vida: Bertha von Suttner. La escritora, que durante dos semanas había sido también secretaria de Nobel, publica en 1889 "¡Abajo las armas!”, un libro que pronto se transformó en un superventas de la época.
Nobel queda impresionado. Pronto comienza a desarrollar una idea que realmente lo transformará en "inmortal”: aún antes de su muerte, decide traspasar la mayor parte de su patrimonio a una fundación. Los intereses de esa fortuna derivada de la producción de dinamita serán destinados a premiar anualmente a personas o instituciones que hayan llevado a cabo investigaciones, descubrimientos o contribuciones notables en beneficio de la humanidad en los campos de la química, la física, la medicina, la literatura y la paz.
Había nacido el Premio Nobel, que es entregado por primera vez cinco años después de la muerte de Alfred Nobel. El premio Nobel de la paz de 1905 es concedido a Bertha von Suttner, la mujer que había inspirado a Alfred Nobel y con la que había comenzado la historia del galardón: el círculo se cierra.
Alta distinción: el Premio Nobel de la Paz
El Premio Nobel de la Paz es otorgado desde 1901, cada año. Entre los galardonados se cuentan más de 20 organizaciones y numerosas figuras que han dejado huella en la historia. Aquí les presentamos una selección.
2021: Periodistas valerosos
La filipina Maria Ressa y el ruso Dmitri Murátov ganaron el Premio Nobel de la Paz 2021. "Son periodistas que sufren amenazas personales, que continuamente se enfrentan a la censura y la represión para informar de las noticias", dijo en un comunicado el director del Comité para la Protección de los Periodistas, agregando que, desde 1992, 1.416 reporteros han sido asesinados en el mundo.
2020: Alimentos para el mundo
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas recibió el Premio Nobel de la paz de 2020. La distinción le fue otorgada por "sus esfuerzos en la lucha contra el hambre, su contribución para mejorar las condiciones de paz en las zonas de conflicto y por haber impulsado los esfuerzos para no convertir el hambre en un arma de guerra".
Imagen: Alissa Everett/Reuters
2017: Por la abolición de las armas nucleares
La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) fue la ganadora del Nobel de la Paz 2017. Según esta ONG y otras fuentes académicas, todavía hay más de 13.000 ojivas o cabezas nucleares en el mundo, casi el 90 % de ellas en poder de Estados Unidos y de Rusia (efe).
Imagen: Getty Images/O. Messinger
2016: Juan Manuel Santos
Juan Manuel Santos, presidente de Colombia, logró lo que sus antecesores no habían conseguido: desarrollar un proceso de paz que culminó finalmente con la desmovilización de las FARC y su integración en la vida política. Recibió el Nobel de la paz "por sus grandes esfuerzos para finalizar la guerra civil de más de 50 años en Colombia".
Imagen: Getty Images/AFP/T. Schwarz
2014: Malala Yousafzai y Kailash Satyarthi
Malala Yousafzai, la chica paquistaní que se transformó en todo un símbolo tras haber sido víctima de un ataque de extremistas por defender el derecho de las niñas a la educación en su país, compartió el galardon con Kailash Satyarthi, de India. Ambos recibieron el Nobel de la Paz por su labor en favor de los derechos de niños y jóvenes.
Imagen: Reuters/S. Plunkett
2013: Un mundo sin armas químicas
La Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) fue galardonada con el Premio Nobel de la Paz 2013, por su "extenso trabajo para eliminar" dichas armas. La OPAQ, cuyos inspectores han iniciado ya el desmantelamiento de los arsenales químicos sirios, es la responsable de hacer cumplir la Convención sobre Armas Químicas de 1997.
Imagen: picture-alliance/dpa
2012: La Unión Europea
La Unión Europea fue galardonada como ejemplo de la integración de países otrora enfrentados. Se subrayó que la UE contribuyó sustancialmente a afianzar la paz y la democracia en el Viejo Continente. Thorbjörn Jagland, presidente del Comité del Premo Nobel, y Geir Lundestad, director del Instituto Nobel, eran desde hace años partidarios de premiar a la UE.
Imagen: picture-alliance/dpa
2010: Liu Xiaobo
El Comité del Premio Nobel distinguió al escritor chino Liu Xiaobo por su “larga lucha pacífica a favor de los derechos fundamentales en China”. El disidente y co-impulsor del manifiesto “Carta 88” ha pagado cara su lucha y cumple desde 2009 una pena de prisión.
Imagen: picture-alliance/dpa
2009: Barack Obama
Barak Obama fue premiado más que nada por representar una esperanza. Voces críticas reprocharon que se le haya concedido el Premio Nobel de la Paz prematuramente. Obama ya había hecho público su concepto de un mundo libre de armas nucleares, pero no había llevado nada de eso a la práctica
Imagen: picture-alliance/dpa
2007: Al Gore
Al Gore fue la primera figura galardonada con el Nobel de la Paz por su trabajo en pro del medio ambiente, junto con Rajendra Kumar Pachauri, presidete del Consejo Mundial del Clima. En su discurso de agradecimiento, responsabilizó a Estados Unidos y China de no hacer lo necesario para luchar contra el cambio climático.
Imagen: AP
2003: Shirin Ebadi
La abogada Shirin Ebadi fue la primera mujer musulmana y la primera iraní en ser distinguida con el Nobel por sus “méritos especiales en el trabajo por la paz”. Recibió el premio por su lucha en pro de la democracia y los derechos humanos, y en especial por los derechos de las mujeres y los niños.
Imagen: DW
2002: Jimmy Carter
El expresidente estadounidense Jimmy Carter (que gobernó de 1977 a 1981) fue galardonado por su trabajo de décadas en pro de los derechos humanos y la superación de conflictos. Entre otros méritos se cuenta su crucial aporte al acuerdo de Camp David entre Israel y Egipto, en 1978.
Imagen: AP
1994: Arafat, Peres y Rabin
La esperanza de lograr la paz en el Medio Oriente parecía realista tras la firma de los acuerdos de Oslo. Yaser Arafat, jefe de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Shimon Peres y Yitzak Rabin, por ese entonces ministro de RR.EE. y primer minsitro de Israel, recibieron el Nobel de la Paz, en reconocimiento por "un acto político que requirió gran valentía de ambos lados".
Imagen: Getty Images
1993: De Klerk y Mandela
Como presidente, Frederik de Klerk tuvo un papel importante en la abolición del apartheid en Sudáfrica. Nelson Mandela, líder del antaño proscrito Congreso Nacional Africano, pasó más de 27 años en la cárcel por luchar contra ese sistema. Ambos compartieron el Premio Nobel de la Paz por poner fin al apartheid. Un año después, Mandela se convirtió en el primer presidente negro de Sudáfrica.
Imagen: AFP/Getty Images
1992: Rigoberta Menchú
Rigoberta Menchú fue la primera mujer indígena en recibir el Nobel de la paz. La defensora de los derechos humanos guatemalteca fue galardonada por "su trabajo en pro de la justicia social y de la reconciliación etno-cultural basado en el respeto de los derechos de las personas indígenas".
Imagen: AP
1990: Michail Gorbachov
Con su política de la glasnost y la perestroika, Michail Gorbachov hizo posible la caída del Muro de Berlín y la reunificación de Alemania. En 1990 no pudo viajar sin embargo a recibir el premio personalmente a Oslo, debido a la tensa situación política de su país. Comenzaba el ocaso de la Unión Soviética.
Imagen: picture-alliance/dpa
1987: Oscar Arias
El ex Presidente de Costa Rica recibió el premio Nobel de la Paz por haber tenido un papel clave en los procesos de paz en América Central en la década del 70. El acuerdo de Esquipulas, que sirvió de base para la pacificación de la región, fue conocido también como “Plan Arias”.
Imagen: picture-alliance/dpa
1983: Lech Walesa
Cuando Lech Walesa ganó el Nobel de la Paz, envió a su mujer, Danuta, y a su hijo, a recibirlo. El líder del sindicato Solidaridad se hallaba en diciembre de 1983 en prisión domiciliaria y siguió la ceremonia por radio de onda corta. En 1990 ganó las elecciones presidenciales en Polonia.
Imagen: AP
1980: Adolfo Pérez Esquivel
El argentino Adolfo Pérez Esquivel fue galardonado por su defensa de los derechos humanos en América Latina. En particular fue distinguido por su lucha no violenta contra las dictaduras militares que reprimían a los opositores en varios países del continente.
Imagen: Reuters
1971: Willy Brandt
Willy Brandt fue el primer alemán que ganó el Premio Nobel de la Paz después de la II Guerra Mundial. Recibió el galardón por su “Ostpolitik”, dirigida a lograr una distención con los países del bloque de Europa oriental.