1945: Derrota y liberación
23 de abril de 2015El 8 de mayo de 1945, Ernst Kohlmann, de 19 años, sobrevoló la antigua casa de su familia en Colonia, a bordo de un avión militar estadounidense. En ese momento no sabía que sus padres habían sido deportados y asesinados. Él se salvó, al igual que otros 10.000 niños judíos, gracias a los “transportes infantiles”. Kohlmann realizó un entrenamiento con la fuerza aérea británica y se le permitió acompañar a dos oficiales estadounidenses en ese vuelo. Era el último día de la II Guerra Mundial en Europa. El joven escribió una detallada bitácora que ahora se exhibe en el Museo Histórico Alemán, con motivo del 70 aniversario del término de la conflagración.
La exposición abarca doce países, entre los que se cuentan Alemania y sus vecinos inmediatos, como Francia, Bélgica y Polonia. También se dedica una parte de la muestra a las potencias vencedoras europeas.
Responsabilidad alemana
“Para nosotros era importante no mirar sólo a Alemania, sino sobe todo a sus vecinos”, señala, Babette Quinkert, encargada de la exposición, subrayando: “En Alemania tenemos un responsabilidad especial, porque la II Guerra Mundial partió de acá. Alemania es responsable de crímenes de dimensiones sin precedentes”.
La guerra, que comenzó con la invasión alemana de Polonia en septiembre de 1939, duró cinco años y medio. Dejó cerca de 45 millones de muertos tan sólo en Europa. En total fueron unos 60 millones. Más de 13 millones de ellos fueron víctimas de crímenes nazis.
Diferencias de la postguerra
Los desafíos que se plantearon al término de la II Guerra Mundial son diferentes en cada país. Alemania había sido derrotada y perdió su soberanía estatal, siendo dividida en cuatro zonas de ocupación. Las diferencias entre las potencias vencedoras y el inicio de la Guerra Fría derivaron en la instauración de dos Estados alemanes. También gran parte de Polonia quedó devastada. La Unión Soviética promovió la estalinización del país. Pese a contarse entre los ganadores, Gran Bretaña sufrió pobreza y escasez en los años de postguerra. Y Francia tuvo que reorganizarse.
Pero en todos los países que fueron ocupados, como también en Alemania y Austria, se planteó un interrogante: ¿quién había de ser castigado? ¿El funcionario de los mandos medios, que ejecutó leyes que posibilitaron la expoliación sistemática de los judíos?¿El industrial que utilizó a trabajadores forzados? ¿O sólo los oficiales de las SS, involucrados en el asesinato de judíos en los campos de concentración?
“En Alemania llama la atención que, después de la guerra, en la mayor parte de la sociedad hubiera poca voluntad de enfrentar de forma crítica el propio pasado”, dice Quinkert. Distinta fue la forma en que actuó Noruega con los crímenes de guerra. En proporción con su cantidad de habitantes, este fue el país europeo que realizó el más amplio procesamiento judicial de colaboradores y criminales de guerra. Pero también en Polonia hubo ya en 1947 importantes procesos en torno a Auschwitz y gran parte de los acusados fueron condenados a muerte.