Estudió y trabajó en París, Venecia, Cambridge y Basilea. El ejemplo clásico de un científico que viajó mucho en el Siglo XV y XVI ayudando a difundir el pensamiento fresco y crítico en Europa: Erasmus de Rotterdam. El programa fundado hace 20 años por la Comisión Europea lleva su nombre. Este programa pretende impulsar el libre pensamiento y el intercambio de estudiantes entre los países europeos. Desde 1987 cerca de medio millón de estudiantes han dado el paso a universidades europeas extranjeras y han conocido así otros países, idiomas y culturas.

Se acaba el pastel

Cada estudiante que haya cursado por lo menos dos semestres puede postularse para una beca Erasmus en la oficina académica de su universidad. Los estudiantes reciben además apoyo de otros universitarios para preparar su semestre en el extranjero. En 1990 se creó la Red Estudiantil Erasmus-ESN. Actualmente cerca de 10.000 miembros de ESN prestan apoyo en más de 240 universidades mostrando a los recién llegados la nueva universidad, la ciudad y dándoles apoyo en el aprendizaje del nuevo idioma.

Para que en el futuro más jóvenes puedan beneficiarse de este intercambio, la Unión Europea ha incrementado el presupuesto de Erasmus. En vez de los mil millones de euros dispuestos en los últimos siete años, para los próximos siete se contará con un presupuesto de tres mil millones de euros. Las becas se incrementarán de 140 a 200 euros mensuales. Son sin embargo cada vez más estudiantes los que se reparten el pastel: desde la caída el Muro de Berlín también participan en el Programa Erasmus muchos países del Este europeo.

Algunos problemas

El estudio en el extranjero puede tener complicaciones. En muchas ocasiones los grados obtenidos no son reconocidos por la universidad nacional. Un problema con el que Erasmus se confronta desde sus inicios, pues la política educativa sigue siendo un asunto nacional en el que la Unión Europea no tiene ingerencia.

Girogio Marinoni, el nuevo presidente del ESN, define como una de sus principales tareas solucionar este problema. Actualmente atraviesa Europa en autobús junto con varios compañeros. Durante tres meses promocionará en 40 universidades el intercambio de estudiantes así como la validación de los grados obtenidos.

20 años de Erasmus no son suficientes pues aún cuando el número de participantes parezca enorme, sólo el 6 por ciento de todos los universitarios europeos participan en este programa.