20 años del intento golpista contra Chávez que lo fortaleció
Mónica Nanjari
10 de abril de 2022
Entre el 11 y 14 de abril de 2002, el entonces presidente de Venezuela, Hugo Chávez, fue víctima de un golpe de estado que fracasó gracias a la presión de los propios venezolanos.
Publicidad
El 11 de abril de 2002 se inició en Venezuela uno de los pasajes que marcarían la historia venidera de ese país. Ese día, la muerte de varios venezolanos en la llamada tragedia del Puente Llaguno, en medio de una confrontación de manifestaciones a favor y en contra del gobierno, hace que Chávez salga de la sede del Ejecutivo al día siguiente, el 12 de abril, para ser trasladado a diferentes sitios hasta dejarlo recluido en la isla Orchila. El Alto Mando le pide la renuncia al mandatario y en su lugar asume como presidente transitorio el empresario Pedro Carmona, que deroga las medidas anunciadas meses antes por Chávez y que transformarían la economía venezolana.
Las protestas masivas de los venezolanos y la presión internacional hicieron que este proceso que duró cuatro días tuviese como resultado final la liberación de Hugo Chávez y su retorno al Palacio de Miraflores.
Nace un caudillo
Lo ocurrido durante esos días está lleno de acusaciones cruzadas y acciones de parte de los golpistas y de los partidos opositores que finalmente fueron aprovechadas por Hugo Chávez, haciendo que su figura alcanzara finalmente el umbral del caudillo, el "héroe que Venezuela necesitaba”. En definitiva, esta intentona golpista lejos de debilitar o alejar a Chávez del poder terminó por fortalecerlo y volverlo trascendente.
Así lo ve el historiador y profesor de la Universidad de Central de Venezuela Agustín Blanco Muñoz, quien explica a DW que este "intento golpista se produce en un momento en que ya había una profunda desestabilización en el orden institucional venezolano. No obstante, este triunfo del comandante Chávez alimentó su figura de salvador de los venezolanos, pero en la realidad esto no fue así. Con su retorno al poder se volvió más potente y prepotente en la línea del caudillismo, se fue sintiendo él mismo más libertador”.
"El chavismo consiguió un espacio abierto desde la intentona golpista de 2002, lo que fue ratificado posteriormente por el referéndum revocatorio del 15 de agosto de 2004, donde Chávez gana”, agrega Agustín Blanco.
Publicidad
Un golpe profundo para la oposición
Para el politólogo venezolano Yosbert Vásquez ningún gobierno que se inicie con un golpe de estado puede ser bueno, "siempre detrás de un golpe de estado hay una crisis”, dice a DW. Vásquez detalla que el fracaso golpista contra Chávez se debió a las contradicciones de sus propios verdugos y opositores, algo que Hugo Chávez utilizó, a su juicio, para regresar al poder.
"El golpe de estado de 2002 hizo a Chávez más fuerte sin ninguna duda, porque si revisamos las encuestas históricas, posteriores al golpe que él vive, nos damos cuenta que la aceptación de Chávez entre los venezolanos crece en lugar de bajar”.
Yosbert resume los efectos de este intento golpista en tres: "primero está el debilitamiento de los liderazgos más importantes entre las fuerzas opositoras que había en el país, su comportamiento durante las horas en que Chávez estuvo secuestrado hizo que ellos mismos cayeran en una deslegitimación, que hasta el día de hoy les sigue dando un saldo muy negativo. En segundo lugar, las instituciones del Estado venezolano se convirtieron más en un brazo político que en un brazo articulador de las necesidades de los ciudadanos. Y por último, paradójicamente ese golpe de estado le da una trascendencia a Hugo Chávez en comunidad internacional".
El legado de Chávez
El sistema político y económico que dejó Hugo Chávez en Venezuela tras su muerte han determinado el devenir del país sudamericano que lleva décadas enfrentando una grave crisis económica que solo empeora con los años y hasta el momento no tiene una salida clara. Por esto, el legado de Chávez tiene más oscuridad que claridad.
Agustín Blanco lo plantea como algo complejo, "es difícil hablar de legado en un sentido positivo en este caso, porque cuando hablamos de legado, en el contexto de este proyecto de socialismo-comunismo, sin ser anticomunista, solo puedo decir que, desde el hecho histórico del golpe de estado contra Chávez, en estos 20 años, no se han visto mejoras, ni cambios que se puedan considerar como aciertos o avances. Más bien hay una continuación de los males comenzando por la inestabilidad institucional, seguido por la represión permanente y por la pérdida diaria de libertades, además de un aumento de inseguridad”, señala el historiador venezolano.
Por su parte, el politólogo Yosbert Vásquez apunta a que "si hablamos de legado, y tratando de ser justos, creo que se puede decir que desde el punto de vista sociopolítico, Hugo Chávez llevo a que los venezolanos tengan mayor interés en el sistema político, en el poder. Anterior a Chávez había una apatía por todo lo referente al Estado. También creo que impulsó o trató de impulsar algunos cambios en la estructura del estado venezolano como la simplificación de la burocracia, tratar de otorgar mayor organicidad y poder en las manos del ciudadano, pero luego todo eso se desvirtuó, y la intención inicial se convirtió en una aberración que terminó en un liderazgo político dañino para la población”, apunta. (ee)
Venezuela: un país desangrado
El 6 de diciembre se llevaron a cabo elecciones parlamentarias en Venezuela en medio de la peor crisis en años. Hambre y escasez caracterizan la vida cotidiana en el país. La necesidad se manifiesta de muchas formas.
Imagen: Jimmy Villalta/UIG/imago images
Neveras vacías
En 2018, la nación caribeña registró la inflación más alta en su historia: 65.374%, según el portal alemán Statista. En el mismo año, el Fondo Monetario Internacional incluso calculó la inflación en 1.370.000%. Debido a la falta de divisas, apenas se pueden importar bienes. Comprar en los supermercados es imposible para la mayoría de los venezolanos debido a los altos precios.
Imagen: Alvaro Fuente/ZUMA Press/imago images
Alimentando a los pobres en la ciudad de Valencia, estado Carabobo
Solo aquellos que traigan su propio plato o envase pueden comer algo. Incluso las organizaciones de ayuda humanitaria carecen de cubiertos desechables. El otrora rico país ha estado sufriendo una grave crisis de abastecimiento durante años. Hay escasez de todo: comida, medicinas y las cosas más básicas, como jabón y pañales.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Los niños se mueren de hambre
En Caracas, los niños extienden desesperadamente los brazos cuando Caritas u otras organizaciones distribuyen alimentos. Muchos no han comido en días. El 96 por ciento de los hogares vive en la pobreza, 64 por ciento en pobreza extrema, según un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello. La carne, el pescado, los huevos, las frutas y las vegetales solo se sirven en muy pocas familias.
Imagen: Roman Camacho/ZUMA Press/imago images
Sistema de salud al borde del colapso
El que lamentablemente tenga que ir a un centro de salud, como aquí en el Hospital San Juan de Dios de Caracas, tiene que pagar sus propios medicamentos y suministros como catéteres y jeringas. Más de un tercio de los 66.000 médicos con licencia ya abandonaron el país. El número de otros profesionales de la salud también se ha reducido, lo que ha llevado al sistema sanitario al borde del colapso.
Imagen: Dora Maier/Le Pictorium/imago images
Barro y madera como materiales gratuitos de construcción
Un niño juega en su casa de bahareque, un tipo de vivienda hecha de madera y barro cuya construcción se remonta a la época precolombina. Debido a la creciente pobreza extrema en las zonas rurales, estas estructuras se están volviendo más comunes nuevamente. Bajo estos techos no hay agua corriente ni electricidad.
Imagen: Jimmy Villalta/UIG/imago images
No hay electricidad en Venezuela
Los apagones permanentes paralizan regularmente el país. La oposición señala las inversiones demoradas, la corrupción y el mantenimiento inadecuado de los sistemas eléctricos como las razones. Por ello, el gobierno tomó medidas drásticas para ahorrar electricidad. Por un tiempo, los funcionarios públicos incluso redujeron su semana laboral a dos días hábiles para ahorrar energía. Sin éxito.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Viviendo en la calle
Cuando se va la luz, hace un calor insoportable en las casas si no se tiene un aire acondicionado que funcione. Entonces la gente traslada la vida a las calles, como aquí en Maracaibo. Por años ha habido cortes de energía no solo regionales en Venezuela, sino también nacionales. El presidente Nicolás Maduro asegura que sus oponentes hacen actos selectivos de sabotaje contra la infraestructura.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Escasez aguda de agua
En la parroquia Santa Rosa, en la ciudad de Valencia, el suministro de agua ha colapsado de forma tal que hasta la gente se baña y lava su ropa y otras cosas en charcos al costado de la carretera. Ya no hay agua potable.
Imagen: Elena Fernandez/ZUMA Wire/imago images
Luz y agua
En el río Guaire fluyen solo aguas residuales y productos químicos tóxicos. En Venezuela, el agua y la electricidad son delicadamente interdependientes: la falta de electricidad y mantenimiento agrietaron las paredes de los embalses del país y el nivel del agua bajó. Como resultado, se generó menos electricidad en las centrales hidroeléctricas y se produjeron apagones. Un círculo vicioso.
Imagen: Adrien Vautier/Le Pictorium/imago images
En busca de agua potable
En Guacara, en el estado Carabobo, una residente camina por las calles con recipientes de plástico en busca de agua potable. En algunos lugares de Venezuela solo hay unas pocas horas de agua corriente tres días a la semana. Por esta razón, muchas familias llenan rápidamente todas las botellas y frascos que encuentren para tener un poco de agua cuando la sequía vuelva.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Aguas contaminadas
Los venezolanos nadan en petróleo, pero no de buena manera: en el lago de Maracaibo, los pescadores arrojan sus redes desde neumáticos viejos, a pesar de que el agua está contaminada con petróleo. Las costas también están afectadas. Debido a fugas en oleoductos y una avería en una refinería cerca de Puerto Cabello, en el noroeste del país, unos 20.000 barriles de crudo se derramaron al mar.
Imagen: Miguel Gutierrez/Agencia EFE/imago images
"El pueblo necesita gasolina"
En Guacara, en el estado Carabobo, la gente espera con sus automóviles enfrente de las estaciones de servicio por más de dos semanas para cargar gasolina. Venezuela tiene que importar petróleo de Irán porque sus propias plantas petroleras en ruinas apenas pueden producirlo. Hace 10 años, la tasa de producción era de unos 2,3 millones de barriles al día. Ahora es menos de la mitad.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
El suministro de energía colapsó
En Caracas, la gente espera en la calle con sus bombonas de gas vacías con la esperanza de que por fin puedan volver a llenarlas. Dado que las fuentes de energía y gasolina fallan repetidamente en Venezuela, la gente ha cambiado al gas. Pero este recurso también se ha vuelto escaso.
Imagen: Miguel Gutierrez/Agencia EFE/imago images
Las aureolas se desvanecieron
Los rostros de Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales y Rafael Correa miran desde la pared de una casa en Caracas hacia un basurero desbordado. Muchos venezolanos veneraron como santos a los líderes socialistas de Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador. En Venezuela, el "socialismo del siglo XXI" no ha cumplido su promesa de prosperidad para todos.