26 soldados sirios mueren en combates contra el EI
21 de marzo de 2016
26 miembros del Ejército sirio pertenecientes a una unidad de élite murieron en combates contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en la periferia de la ciudad monumental de Palmira, en el este de Siria .
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La ciudad de Palmira está controlada por los radicales. Según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, los enfrentamientos todavía continúan en la zona, donde supuestos aviones rusos han efectuado varios bombardeos.
Otro blanco de la aviación de Rusia, aliada del Gobierno de Damasco, han sido las inmediaciones del pueblo de Al Qariatain, dominado por el EI y ubicado en el este de la provincia central siria de Homs, al igual que Palmira.
Daesh destruyó monumentos históricos
Por su parte, la agencia de noticias oficial siria, Sana, que citó una fuente castrense, informó de que la fuerza aérea nacional mató a un número indeterminado de integrantes del EI y destruyó varios de sus vehículos equipados con municiones y armas automáticas
en los alrededores de Palmira y Al Qariatain. Los ataques de los aviones sirios tuvieron como objetivo, además, un cuartel de los extremistas en esa área.
El EI se hizo con el control de Palmira, cuyas ruinas grecorromanas son Patrimonio Mundial de la Unesco, el pasado 20 de mayo tras una ofensiva en que la que tomó amplias partes del este Homs, fronteriza con Irak.
El EI está excluido del alto el fuego, iniciado en el territorio sirio el pasado 27 de abril y todavía vigente, entre el Ejecutivo y la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN), la principal alianza opositora.
Así se vive bajo el dominio del Estado Islámico
Raqqa y otras ciudades están bajo el control de la milicia islamista. Allí imponen su régimen de terror.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
La bandera del terror
Allá, al fondo, se ve la bandera del terror. El Estado Islámico domina un tercio del territorio de Siria. En ese tercio, justo en el límite con Turquía, se encuentra Tel Abyad, que forma una sola ciudad junto a la localidad turca de Akcakale. Activistas aseguran que desde que el EI controla Tel Abyad, la frontera se encuentra cerrada.
Imagen: Reuters
Raqqa, la capital del EI
En Raqqa impera el negro: los edificios públicos tienen la bandera del EI, que es de ese color. Hasta los pasaportes emitidos por la guerrilla son oscuros. Las mujeres no pueden salir solas a la calle y siempre deben ir cubiertas por completo con vestimentas... negras. En los antiguos edificios públicos ahora operan los "ministerios" del EI.
Imagen: Reuters
Rezar o morir
Todos los días se hace un llamado a realizar plegarias. Entonces, los comerciantes deben cerrar sus tiendas y las personas deben salir de sus casas para ir a las mezquitas. De lo contrario, podrían ser detenidos y eso, bajo el dominio del EI, puede significar derechamente la muerte.
Imagen: Reuters
Todo es de Alá, todo es del EI
Pese a la aparente normalidad que podría deducirse al observar estas fotografías, la realidad es bien distinta. Los más jóvenes deben entrenarse en campos militares del EI, los comerciantes deben pagarles un tributo y si los combatientes quieren, pueden llegar a una casa, desalojarla y hacerla propia... Ellos dicen que todo es de Alá, entonces todo es de ellos.
Imagen: Reuters
Jugando con la guerra
Los niños de la foto cargan restos de basura y de un avión de la Fuerza Aérea de Siria abatido en las afueras de Raqqa el pasado 16 de septiembre. Fue la primera vez que los milicianos, usando armas antiaéreas, derribaron a una aeronave de las fuerzas de Bashar al Assad.
Imagen: Reuters
Beneficios para los combatientes
En las localidades controladas por el EI no se puede fumar, escuchar música ni vestir de forma poco recatada. CNN mostraba cómo un hombre increpaba a una mujer en Raqqa, porque podía ver sus facciones a través de su burka. Los combatientes, en cambio, disfrutan de privilegios: cobran un salario, pueden visitar bares y portar armas, imponiendo el terror. "Son una mafia", dice un residente.
Imagen: Reuters
Exhibición de músculo militar
En todas las ciudades conquistadas, los combatientes del EI realizan paradas militares para exhibir su músculo guerrero. Ahí abundan los fusiles de asalto y armas cortas, pero también se les ha visto vanagloriarse de tanques capturados a los Ejércitos de Siria e Irak, así como vehículos blindados e incluso misiles Scud robados de los arsenales iraquíes, país donde incluso han atacado usando cloro.