Quien que se haya vacunado con dos dosis, tenga un test negativo o se haya recuperado, puede moverse con total libertad a partir de ahora en Alemania. Pero eso también supone más presión para los que no se han vacunado.
Publicidad
A partir de este lunes (23.08.2021), quien quiera entrar a un restaurante o cafetería, ir al cine o a la piscina, visitar familiares en el hospital o en el geriátrico, debe haberse vacunado con las dos dosis, haberse recuperado tras haber contraído COVID-19 o presentar un test negativo. Esta medida se conoce en Alemania como la regla "3G” de "Geimpft, Genesen, Getestet” (vacunado, recuperado, con test negativo).
Esto significa que las personas que aún no se han vacunado, tendrán que mostrar un test negativo, que no debe tener más de 24 horas. Y si viajan de vacaciones a un hotel sin vacunación completa o no han padecido COVID-19, tendrán que repetir el test cada tres días.
Experimentando en la panadería
En la panadería Junge, en Berlín-Steglitz, hay unos pocos clientes, en su mayoría personas mayores. La vendedora pregunta con cortesía si puede ver mi test negativo, certificado de vacunación o de recuperación de enfermedad. Los otros clientes también los muestran. Además, en el café piden a los clientes que se registren en la aplicación Luca para poder rastrear posibles casos de coronavirus.
Para el gobierno federal alemán y los regionales hay un aspecto muy importante a tener en cuenta: incluso si el número de infecciones aumentase de nuevo, se evitarán confinamientos como en otoño pasado. Sobre todo porque, a diferencia de hace un año, el 64,1 por ciento de la población alemana ya está vacunada al menos con una dosis y el 59 por ciento, con dos, como anunció el lunes el ministro alemán de Salud, Jens Spahn. El fin de semana pasado, los dos candidatos a canciller de la CDU/CSU y del SPD, Armin Laschet y Olaf Scholz, dijeron que para los que estén completamente vacunados y/o recuperados de la enfermedad no habrá más confinamientos. Los políticos y el gobierno alemán están presionando así a quienes aún no han sido vacunados.
Tasa de vacunación demasiado baja
Para lograr la inmunidad de rebaño, según los virólogos, debe alcanzarse un índice de vacunación del 85 al 90 por ciento, según el grupo de edad. Es cierto que el ritmo de la vacunación se ha acelerado en el país, porque se corrió la voz de la medida "3G", pero las cifras para lograr la inmunidad colectiva están aún muy lejos.
La incidencia de nuevas infecciones por cada 100.000 personas en siete días aumentó en Alemania a 56,4 este lunes. En algunas ciudades, como Leverkusen, ya han llegado a 200. La pandemia sigue ahí, a pesar de la gran cantidad de personas vacunadas.
Los tests dejarán pronto de ser gratuitos
La presión para vacunarse aumentará de nuevo a partir del 11 de octubre: la gente tendrá que pagar por los tests de antígenos, hasta ahora gratuitos. Una prueba de PCR cuesta entre los 50 y 100 euros. Las personas que no se hayan vacunado y quieran tener vida social en el futuro (bares, actos culturales), deberán pagar los tests de su bolsillo. Las únicas excepciones son para mujeres embarazadas, niños pequeños o personas que no pueden vacunarse por razones médicas.
Publicidad
Spahn: la incidencia ya no cuenta
El Gobierno quiere, según se pudo escuchar en Berlín, establecer una nueva política anticoronavirus. La incidencia, hasta ahora el instrumento más importante de la Ley de Protección contra Infecciones, dejará de considerarse el factor principal. Durante mucho tiempo fue válida para aplicar ciertas restricciones a partir de 50, 100 o más. Sin embargo, debido a la gran cantidad de personas vacunadas, Spahn reiteró en Berlín que dichos datos ya no son significativos. En definitiva, la explicación es que cualquier persona infectada, a pesar de estar vacunada, solo sufriría un curso leve de la enfermedad y apenas supondría un problema para los hospitales. Por lo tanto, en el futuro, Spahn quiere que la política anticoronavirus se rija por la ocupación y situación de los hospitales y no por el número oficial de infecciones.
(rmr/ers)
¿Qué países aplican ya una tercera dosis contra el coronavirus? (20.08.2021)
Pese a la oposición de la OMS, que quiere que las vacunas lleguen a los países donde aún hay una baja tasa de inoculación, muchos estados ya aplican una tercera (¡y hasta una cuarta!) dosis a sus ciudadanos.
Imagen: Fabian Sommer/dpa/picture alliance
Estados Unidos a partir de septiembre
El presidente de EE.UU., Joe Biden, anunció que las terceras dosis comenzarán a ser inyectadas en el país el 20 de septiembre. La idea de poner refuerzos a quienes ya tienen su pauta completa no gusta a la Organización Mundial de la Salud, que prefiere priorizar el reparto de vacunas en países más pobres. Pese a ello, son varios los estados que ya aplican tres o hasta una cuarta dosis.
Imagen: Paul Hennessy/SOPAZuma/picture alliance
Emiratos Árabes Unidos (18 de mayo de 2021)
Seis meses después de la segunda vacuna de Sinopharm, usada de forma mayoritaria en Abu Dhabi, los usuarios podrán acceder a una dosis adicional de la misma compañía, informaron las autoridades de Emiratos Árabes Unidos de Medio Oriente. Una medida similar anunció Bahréin, también con Sinopharm, pero inicialmente solo para las personas más vulnerables.
Imagen: KARIM SAHIB/AFP/Getty Images
República Dominicana (30 de junio de 2021)
El presidente dominicano, Luis Abinader, anunció el 20 de junio que se aplicaría una tercera dosis a quienes la solicitaran, siendo los primeros médicos y personal sanitario, y luego población con comorbilidades. El mandatario explicó que la tercera inoculación será de un laboratorio distinto al de las primeras dos. En República Dominicana la mayoría ha recibido las inyecciones de Sinovac.
Imagen: Erika Santileces/AFP/Getty Images
Turquía (1 de julio de 2021)
En Turquía ya se ofrece la cuarta dosis, que se pone 21 días después de la tercera (disponible desde el 1 de julio). El objetivo declarado del gobierno es potenciar la creación de anticuerpos para enfrentar las nuevas olas. Para ello se puede elegir entre Sinovac y BioNTech. En este último caso, se recomienda a quienes deseen viajar y deban demostrar que tienen dos dosis del preparado alemán.
Imagen: Adem Altan/AFP
Rusia (1 de julio)
El alcalde de Moscú, Sergei Sobyanin, llamó a quienes se hubieran vacunado contra el SARS-CoV-2 hac seis meses o más a usar las dosis de refuerzo que las autoridades rusas ya pusieron a disposición del público. Sobyanin aseguró ya haberse puesto una tercera dosis. La campaña del gobierno, que brega contra la renuencia generalizada de la ciudadanía, incluye el despliegue de trenes de vacunación.
Imagen: Evgeny Kozyrev/REUTERS
Israel (12 de julio de 2021)
A partir del 12 de julio Israel comenzó a aplicar una tercera dosis de BioNTech/Pfizer a su población inmunodeprimida, y el 30 del mismo mes la amplió a los mayores de 60. Poco a poco ha ido bajando la edad para acceder a este refuerzo, que tiene como objetivo ayudar a frenar el incremento sostenido en los contagios en el país que, todos creían, ya había logrado controlar la pandemia.
Imagen: Sebastian Scheiner/dpa/AP/picture alliance
Chile (11 de agosto de 2021)
El gobierno de Chile entregó un calendario para comenzar a inocular con una tercera dosis a toda la población, comenzando con los inmunodeprimidos y mayores de 60 años en las primeras semanas. El plan es vacunar "cruzado", es decir quienes tienen dos dosis de Sinovac recibirán BioNTech o AstraZeneca, aunque también puede darse el caso de una tercera dosis con Sinovac, dependiendo de cada paciente.
Imagen: Chilean Presidency/REUTERS
Alemania (16 de agosto de 2021)
En Alemania, el primer estado federado en ofrecer una tercera dosis es Baviera, donde a partir del 16 de agosto todas las personas que vivan en residencias de ancianos, requieran cuidados de terceros o tengan el sistema inmune deprimido podrán acceder a una vacuna de refuerzo, ya sea de BioNTech/Pfizer o Moderna, siempre y cuando la segunda dosis se la hayan puesto hace seis meses o más.
Imagen: Frank Hoermann/SVEN SIMON/picture alliance
Uruguay (16 de agosto de 2021)
Las autoridades sanitarias uruguayas aprobaron la inoculación de una tercera dosis, esta vez de BioNTech/Pfizer, a todos quienes recibieron AstraZeneca o Coronavac (Sinovac). El objetivo es reforzar la respuesta inmune entre la población más vulnerable. Uruguay es uno de los países líderes en inoculaciones en América Latina. En la foto, en presidente Luis Lacalle recibe su primera vacuna.