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40 años después

Carlos Kurschilgen23 de mayo de 2008

“El capitalismo de hoy en día me entristece.” – Estudiantes en Alemania reflexionan sobre los ideales de la generación del 68 y relatan sus preocupaciones actuales.

Hoy reina la calma en la universidad de Bonn.Imagen: DW

Michael, 25, está haciendo un doctorado en económicas en el instituto Max Planck. Preguntándole sobre qué es lo que le preocupa a él hoy en día, contrasta los temas de 1968 y los actuales, diciendo que los problemas siguen siendo similares, pero que la juventud de hoy reacciona de manera diferente a la generación del 68, que prefería expresarse en manifestaciones e incluso con protestas violentas. “La guerra de Vietnam hoy en día es la guerra de Irak y de Afganistán. La desigualdad social y económica, la verdad es que no ha mejorado mucho desde el 68. Incluso hay estadísticas que indican lo contrario”, señala. El cambio climático es un nuevo asunto, al que Michael le atribuye gran importancia. Constatando que los temas no se diferencian mucho, a Michael le resulta interesante analizar por qué la juventud hoy no reacciona de la misma manera que la generación del 68. Michael tiene dos respuestas posibles: “Quizás haya un poco de frustración. Viendo que los temas son los mismos y conociendo la historia del 68, pues uno se da cuenta de que no sirvió de mucho. Al fin y al cabo, aquellas protestas del 68 no cambiaron el mundo tanto como se esperaba en aquel entonces. Otra respuesta quizás sean los problemas individuales de los jóvenes hoy en día.” Michael hace notar que la presión en el mercado de trabajo es más alta que hace 40 años.

Michael, 25, hace su doctorado en el instituto Max Planck.Imagen: DW

Michael defiende a su generación y niega que sea más egoísta que la del 68. “Más bien creo que la forma de intentar cambiar el mundo es diferente a la de la generación del 68. Conozco a muchos estudiantes que son miembros de organizaciones no gubernamentales, que invierten mucha energía en ayudar a la gente en África, a los ‘sin papeles’, etc. Temas que son verdaderamente muy importantes hoy en día. Creo que a esa gente quizás se le ayude más siendo activo en ese tipo de organizaciones, que saliendo a la calle a protestar. Tal vez en 40 años estemoss aquí discutiendo si nuestros métodos han sido más eficaces que los del 68.”

Falta de unidad entre estudiantes

Valentin estudia ciencias politicas en la Universidad de Bonn.Imagen: DW

Geovanna, 19, nació en Ecuador, estudia agricultura y vive en Bonn desde hace 9 años. Lamenta la poca unidad que hay entre los estudiantes, apuntando al aumento de la matrícula en algunas regiones de Alemania (de 150 a 650 euros semestrales) y la poca solidaridad que demostraron los jóvenes universitarios. “Yo creo que esa unidad entre estudiantes ya no existe como antes”, dice. Geovanna fue una de las pocas en protestar contra la subida de la matrícula, no porque no se la pudiera permitir, sino por ser solidaria con otros para quienes el aumento del coste posiblemente hubiese significado el fin de su carrera universitaria. “Justamente con este tema noté que aquí los estudiantes realmente no protestan. Creo que fuimos un grupo de 50 personas. No fue nada. Justo eso retrata a nuestra generación. Somos más egoístas”, concluye.

Diana, Andres y Geovanna frente a la Universidad de Bonn.Imagen: DW

Valentin, 21, es alemán y lleva estudiando política desde hace año y medio. Valentin recuerda que en el 68 también hubo en Bonn protestas violentas y hasta enfrentamientos entre manifestantes y policías. Hoy se queja de que a los jóvenes ya no les interese la política, incluso cuando les afecta directamente. “Nadie protesta contra leyes que recortan la libertad del individuo”, subraya. Como buen estudiante de política, Valentin piensa que los jóvenes deberían luchar más, “para mantener los valores y los avances que logró la generación del 68.“

Vera estudia historia del arte.Imagen: DW

Vera, 24, estudia historia del arte y está a punto de acabar su carrera. Atribuye la poca iniciativa para protestar que tienen los estudiantes de hoy a las libertades ya conseguidas y al egoísmo que tienen los jóvenes de su generación. Además, constata que al haber acabado la guerra fría, las posibilidades de politizar a la gente han disminuido. Al igual que Geovanna, Vera también se queja de la poca solidaridad que se manifestó entre los estudiantes para impedir la subida de matrícula hace casi 2 años. “Tengo la opinión de que muchos jóvenes piensan: Yo me siento bien – no tengo nada por qué protestar. A la mayoría le da igual pagar seiscientos o setecientos euros.”

¿Generación más egoísta?

Andrés, 27, nacido en México, estudia Filosofía y está en Alemania desde hace 2 años. Hoy en día le preocupa que los jóvenes sigan sin tener tolerancia hacia las personas que son diferentes y tienen otras formas de pensar. La poca solidaridad entre estudiantes la atribuye al hecho que hoy en día los jóvenes tienen que pensar más en sí mismos y después en ellos como conjunto. De la subida de la matrícula espera una mejora del sistema educativo – aunque reconoce que para las personas que no pueden pagarla es una desventaja. “Yo tengo la posibilidad de pagar y debo esperar un tiempo para ver cómo mejoran las cosas con esa elevación de matrícula", apunta.

Diana, 22, es hija de padres peruanos, estudia economía y vive en Alemania desde que cumplió los 5 años. Considera a la generación de hoy más egoísta que a la del 68, sobre todo porque no sabe valorar lo que tiene. Ella misma agradece a la generación del 68 sus protestas porque piensa que ayudaron a fortalecer el derecho de libre expresión sin tener que temer alguna represalia. Preguntada por los temas que le inquietan personalmente, Diana dice: “el capitalismo de hoy en día me entristece.” Por lo menos entre unos pocos el tema del capitalismo, muy actual en el 68, sigue existiendo.

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