1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Berlín 1948: los ocupantes se convierten en protectores

Ralf Bosen
23 de junio de 2023

En 1948, la URSS bloqueó todas las rutas de suministro a Berlín Occidental. En medio de la crisis, potencias occidentales armaron en una histórica misión: un puente aéreo para más de dos millones de habitantes.

Blockade Berlin - Amerikanische Truppen bringen Nahrungsmittel
Imagen: picture-alliance/United Archives/WHA

En la primavera de 1948, tres años después del final de la Segunda Guerra Mundial, Alemania todavía estaba en ruinas. Millones de personas habían perdido la vida como resultado del sueño de Adolf Hitler de un imperio Nazi de mil años y su ideología racista. Quienes sobrevivieron a la guerra esperaban que las cosas pronto comenzaran a mejorar, pero los esfuerzos de reconstrucción se vieron ensombrecidos por el comienzo de la Guerra Fría. Había una profunda desconfianza mutua entre los aliados occidentales y la Unión Soviética, y en ninguna parte estas tensiones eran más evidentes que en la dividida capital alemana, Berlín. La parte occidental de la ciudad estaba gobernada por las victoriosas potencias aliadas de Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia, mientras que el este estaba bajo control soviético.

Escombros y cenizas: Berlín quedo destruida casi por completo después de la Segunda Guerra MundialImagen: Imago

Las aproximadamente dos millones de personas en los tres sectores de las potencias occidentales vivían en una especie de isla rodeada por la esfera de influencia soviética. Tanto la Alemania del Este, en medio de la cual se asentaba la ciudad, como el resto de Europa del Este, estaban firmemente controladas por Moscú. Los suministros se llevaban a Berlín Occidental a través de un enlace ferroviario, una autopista y algunas vías fluviales que pasaban por el territorio comunista. El 20 de junio de 1948, empezó la pulseada por el poder entre el Oeste y el Este, cuando los Aliados decidieron introducir una unión monetaria: la génesis del marco alemán.

El marco alemán provoca una crisis

La intención era estabilizar económicamente a Alemania introduciendo una moneda fuerte. Pero la Unión Soviética se negó a aceptar la medida, temiendo que la introducción de la nueva moneda consolidaría el estatus especial de Berlín Occidental como bastión aliado en el corazón de su territorio. "Esto condujo a una brecha entre las tres potencias ocupantes occidentales y el lado soviético", explicó a DW Bernd von Kostka, del Museo de los Aliados, en Berlín. "La unión monetaria hizo imposible acordar una política común para Alemania", agregó.

Berlín estuvo gobernada en cuatro sectores por las potencias victoriosas de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y la Unión SoviéticaImagen: picture-alliance/360-Berlin/J. Knappe

En la noche del 23 al 24 de junio, los soviéticos bloquearon todo acceso al oeste de la ciudad. Pronto las luces se apagaron. El 75 por ciento de la electricidad de Berlín Occidental provino de la región circundante. El plan del Bloque del Este era desgastar a los ciudadanos para obligar a los Aliados a salir de la ciudad dividida. "Nadie sabía lo que estaba pasando, ni los estadounidenses ni nosotros", dijo Gerhard Bürger, un testigo de esta época. En el sitio web del proyecto Memoria de la Nación, de la Fundación Casa de la Historia, se pueden leer los recuerdos de los ciudadanos y los de otros testigos contemporáneos. "El temor de que los estadounidenses nos abandonaran, de que cayéramos en manos de los rusos, por así decirlo, era enorme", añadió Bürger.

Berlín Occidental, bastión de libertad

Pero los Aliados se mantuvieron firmes, a pesar de que la ciudad en juego era la capital de su antiguo enemigo, el recientemente derrotado régimen nazi, que había infligido muerte y destrucción en gran parte del mundo. Estados Unidos vio en ese momento a Berlín Occidental como un baluarte contra el comunismo que debía ser defendido. Debido a que los Aliados no habían firmado ningún acuerdo con la Unión Soviética sobre el uso de las rutas de acceso por tierra, no tenían bases legales para luchar contra el bloqueo. Y gracias a los altos riesgos involucrados, una opción militar nunca fue considerada seriamente.

Un monumento conmemora el bloqueo, que terminó en mayo de 1949 después de casi un añoImagen: picture-alliance/dpa/W. Kumm

Lo que sí tenían las potencias occidentales eran tres corredores aéreos garantizados. Entonces, ¿qué hacer? El tiempo apremiaba. Los berlineses occidentales corrían el riesgo de morir de hambre. Así, el entonces presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman, y los demás aliados, acordaron una operación de rescate espectacular: abastecer a Berlín por completo desde el aire. El plan para implementar este puente aéreo masivo "recibió apoyo condicional, y, como no había alternativas, se puso en marcha este puente aéreo provisional, esta idea de abastecer a 2 millones de personas desde el aire", dijo Bernd von Kostka, del Museo de los Aliados.

Aviones de suministro listos para el despegue

El 26 de junio, los primeros aviones de la Fuerza Aérea de Estados Unidos partieron de Fráncfort y Wiesbaden hacia el aeropuerto de Tempelhof, en Berlín. Los franceses, que habían sufrido las consecuencias directas de la ocupación alemana, tardaron un poco más antes de aceptar apoyar la operación. Pronto los aviones de transporte volaron a toda velocidad, despegando y aterrizando a intervalos de 90 segundos en el aeropuerto de Tempelhof en el sector estadounidense, Gatow en el sector británico y, a partir de diciembre de 1948, en el nuevo aeropuerto de fabricación francesa, Tegel.

Tempelhof fue un aeropuerto utilizado como base para vuelos de transporte aéreoImagen: picture-alliance/Everett Collection

Todos los días, el cercado sector occidental de Berlín necesitaba un promedio de al menos 5.000 a 6.000 toneladas de suministros de alimentos y carbón. La salida más grande fue el 15 y 16 de abril de 1949. En tan solo 24 horas, 1.400 vuelos entregaron alrededor de 13.000 toneladas de carga. Los pilotos del puente aéreo volaron todo el día, a menudo agotados y arriesgando sus vidas para volar a la ciudad, sin importar el clima. Algunos de los aviones se estrellaron. Los aviones volaban tan bajo sobre la ciudad que, cuando entraban a las pistas de aterrizaje, la tripulación y los ciudadanos se saludaban. Algunos pilotos solían tirar chocolate y chicle atados a paracaídas caseros para los niños berlineses. A estos se los llamaba "bombarderos de golosinas" (candy-bombers).

Gail Halvorsen, frente a un monumento conmemorativo de Fráncfort en 2016, tuvo la idea de arrojar caramelosImagen: picture-alliance/dpa/B. Roessler

Privación extrema

Además de los esfuerzos logísticos de los Aliados, que los habitantes de la ciudad estuvieran decididos a resistir fue clave para el éxito de la operación. En la página multimedia del proyecto "Memoria de la Nación (Gedächtnis der Nation)", Walther Hofer describe la situación en invierno, cuando cada hogar tenía solo una hora de electricidad por día "porque el carbón para las plantas de electricidad tenía que ser transportado en avión". No había posibilidad alguna de que la gente contara con calefacción. 

El 9 de septiembre, el alcalde de Berlín Occidental, Ernst Reuter, del Partido Socialdemócrata Alemán (SPD), pronunció un discurso histórico en el que hizo un pedido de ayuda a las potencias occidentales para que no abandonaran Berlín. Con el trasfondo del edificio en ruinas del Reichstag, Reuter gritó ante los micrófonos: "Pueblos del mundo, pueblo de Estados Unidos, de Inglaterra, de Francia, de Italia: ¡Miren esta ciudad y vean que no deben, no pueden abandonar a esta ciudad y a su gente!".

El alcalde de Berlín, Ernst Reuter, pide ayuda para BerlínImagen: picture alliance / akg-images

Hazaña logística extraordinaria

Cada día que pasa, el puente aéreo hace que aumente la simpatía internacional por las potencias occidentales, mientras que los soviéticos caen en picada en la estima del público. Finalmente, el dictador soviético Joseph Stalin se dio cuenta de que este era un juego de poder que no iba a ganar. El 12 de mayo de 1949 terminó el bloqueo tras negociaciones secretas con Estados Unidos. En esos 318 días, los Aliados habían volado más de 277.000 vuelos a Berlín Occidental, trayendo más de 2,3 millones de toneladas de suministros.

Fue solo un pequeño paso desde el puente aéreo hasta la amistad transatlántica con Estados Unidos. Bernd von Kostka considera que el puente aéreo es un modelo de cómo la cooperación internacional puede ayudar en las zonas de crisis y conflicto. "Hemos visto que es perfectamente posible abastecer desde el aire. Y con la capacidad de transporte de los modernos aviones de carga, sería posible llevar la cantidad suministrada durante el puente aéreo a cualquier ciudad del mundo en una fracción de la cantidad de vuelos", concluyó.

(FEW/CP)

Ir a la siguiente sección Descubra más