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Babi Yar, la sinfonía de Shostakóvich pone música al horror

6 de octubre de 2021

Un concierto conmemora el asesinato de los judíos de Kiev. El compositor ruso Dmitri Shostakóvich escribió su Sinfonía número 13 "Babi Yar" como advertencia y banda sonora del horror.

Imagen: Gero Schließ/DW

El 6 de octubre de 2021, los presidentes de Israel, Ucrania y Alemania se reúnen en Kiev para recordar a las víctimas de la masacre de Babi Yar. La conmemoración también incluye un concierto con la Sinfonía n° 13 de Dmitri Shostakóvich, titulada Babi Yar. La obra es un símbolo del Holocausto en el este de Europa y Deutsche Welle transmite en vivo el concierto a través del canal de YouTube  "DW classical".

La masacre de Babi Yar

Hace 80 años, los días 29 y 30 de septiembre de 1941, soldados alemanes, con la ayuda de batallones parapoliciales auxiliados por la policía local de Kiev, asesinaron a más de 33.000 personas en el barranco de Babi Yar, en las afueras de la ciudad ocupada de Kiev.  Según informó una unidad a Berlín, fueron en total 33.771 las personas asesinadas. Los cadáveres yacían apilados unos encima de otros. Prácticamente la totalidad de la población judía de la capital ucraniana fue eliminada de un plumazo. La mayoría eran ancianos, mujeres y niños. Los hombres luchaban en el frente. Los asesinatos en el barranco, donde las víctimas eran cubiertas con una fina capa de tierra, continuaron durante los dos años siguientes. También fueron ejecutados gitanos, enfermos mentales y prisioneros de guerra. Cuando las tropas alemanas se retiraron en 1943, el balance de asesinatos ascendía a más de 100.000 personas. Aproximadamente 70.000 eran de origen judío.

Imagen del documental "Babi Yar".Imagen: ATOMS & VOID

El poema Babi Yar

Veinte años más tarde, en septiembre de 1961, el joven poeta ruso Yevgeni Yevtushenko visitó el barranco de Babi Yar. Allí lo llevó un amigo suyo, el escritor Anatoli Kuznetsov, que fue testigo ocular con 14 años de la masacre de Babi Yar, cuyos hechos reflejó después en una novela documental.

El poeta Yevtushenko se sintió conmocionado no solo por el inconcebible crimen, sino también por el uso que se daba al lugar de la tragedia. En las dos décadas posteriores a la guerra, el barranco sirvió como vertedero. Después se erigió en el lugar un parque de recreo. Los trabajos de construcción sacaron a la luz restos de las víctimas. Incluso hubo testigos que aseguraron haber visto niños jugando al fútbol con cráneos humanos. Después, a las autoridades de Kiev no se les ocurrió nada mejor que cubrir el lugar con cemento.

El poeta ruso Yetuvshenko en Múnich: "Creo que yo también soy judío".Imagen: Gerhard Rauchwetter/picture alliance

Yevtushenko escribió un poema sobre el lugar. El escritor estaba considerado como la nueva voz de la cultura soviética, que criticaba abiertamente a la sociedad. En septiembre de 1961 apareció publicado su poema, que suscitó de la noche a la mañana una controversia política, ya que la obra suponía posicionarse contra el antisemitismo en la Unión Soviética, cada vez más arraigado en la sociedad rusa durante las décadas de la posguerra. Se desplegó entonces una campaña de persecución contra Yevtuvshenko, a quien se acusaba de poner el sufrimiento de los judíos durante la Segunda Guerra Mundial por encima del de los rusos y ucranianos "nativos". El poeta perdió su puesto de trabajo como redactor jefe en la revista literaria para la que trabajaba y surgieron numerosos "contrapoemas" escritos por mediocres escritores estatales.

La Sinfonía Babi Yar

Pero también hubo muchas otras voces valientes que se pusieron de parte de Yevtushenko. La más poderosa de ellas fue la del compositor Dmitri Shostakóvich, que escribió su Sinfonía n° 13 para bajo, coro masculino y orquesta sobre la base del poema de Yevtushenko. Además del poema "Babi Yar", el compositor puso música a otros dos textos del poeta.

El estreno de la obra tuvo lugar el 18 de diciembre de 1962, a pesar de los obstáculos puestos por el partido y el Ministerio de Cultura. Pero el director Kirill Kondrashin y los músicos no se dejaron intimidar.

La Sinfonía 13 de Shostakóvich pudo estrenarse a pesar de los obstáculos que puso el Ministerio de Cultura soviético. Imagen: AP

"Shostakóvich era fervientemente contrario al antisemitismo", dice a DW el director Thomas Sanderling, hijo del gran maestro de la batuta Kurt Sanderling, amigo a su vez de Shostakóvich. "He tenido la suerte en mi larga vida entre las culturas rusa y alemana de estar rodeado de los artistas más notables", prosigue Sanderling. "Pero solo uno era un genio auténtico: Shostakóvich". El compositor confió al joven director Sanderling el estreno en Alemania de su Sinfonía n° 13.

Tras décadas de controversia, en 2021 se ha inaugurado un monumento conmemorativo en Babi Yar. En él tiene lugar el concierto del 6 de octubre de 2021, sobre un escenario al aire libre erigido para la ocasión. La Deutsche Sinfonie Orchester, bajo la batuta de Thomas Sanderling, es la formación encargada de transformar en sonido la partitura del compositor ruso y diversas emisoras lo transmiten en vivo.

"Shostakóvich es un clásico que perdura. Como Beethoven. El mensaje de su Sinfonía n°13 es y será para todos nosotros una advertencia. Interpretar la obra este día en este monumento conmemorativo es uno de los momentos más emocionantes de toda mi vida", asegura Thomas Sanderling.

(ms/ers)

33.771 muertos: la masacre de Babi Yar

03:05

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