9 de noviembre: arte para las víctimas del Holocausto
pj/nf (con goethe.de)
9 de noviembre de 2021
Una instalación de arte en Dresde conmemora los pogromos de la Alemania nazi, la "Noche de los Cristales Rotos", en 1938, en la que los nazis incendiaron sinagogas y asesinaron a al menos 91 personas judías.
"Desaparece el muro", un proyecto artístico del Instituto Goethe.Imagen: Natalia Cheban
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En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938, tropas de asalto nazis prendieron fuego a establecimientos y sinagogas judíos. Los grupos paramilitares del régimen de la Alemania nazi saquearon casas y comercios. Unas 30.000 personas fueron arrestadas y golpeadas, para luego ser deportadas en masa, y al menos 91 fueron asesinadas. El pogromo del 9 de noviembre, conocido como la "Noche de los Cristales Rotos" (en alemán: Reichspogromnacht) es el preludio del mayor genocidio perpetrado en Europa. Ahora, una obra de arte interactiva en Dresde recuerda lo sucedido. En la instalación "Desaparece el muro" se pueden leer citas de supervivientes de los campos de concentración de Buchenwald, Mittelbau-Dora y otros campos en 6.000 pequeños bloques de madera. Este martes (9.11.2021) se honra la memoria de las víctimas del Holocausto y de la Noche de los Cristales Rotos. La capital del estado de Sajonia, Dresde, el Instituto Goethe y la Fundación en Memoria de Buchenwald y Mittelbau-Dora invitaron a participar en el acto.
"Desaparece el muro": 6.000 minibloques de madera con mesajes de los supervivientes del Holocausto.Imagen: Natalia Cheban
Mensajes de los supervivientes
El concepto del muro que desaparece está basado en una idea de la estudiante rusa Maria Jablonina. La instalación fue accesible al público por primera vez a través del Instituto Goethe en Moscú en 2013, en el aniversario del ataque alemán a la Unión Soviética. A continuación, se exhibió en diferentes ocasiones en diversos lugares del mundo, por ejemplo, en cuatro ciudades israelíes. En 2020, la instalación se pudo ver en 16 ciudades europeas, incluidas Vilnius, Belfast, Salónica y Madrid, como parte del programa cultural oficial del Gobierno alemán con motivo de la presidencia alemana del Consejo de la Unión Europea. La instalación se modificó en el marco del 76 aniversario de la liberación de los campos de concentración de Buchenwald y Mittelbau-Dora en Weimar, en abril de 2021, y en Dresde, en noviembre de 2021.
Quienes visitan esta obra pueden extraer los minibloques, leerlos y llevárselos consigo. En algún momento, el muro se vacía y al final desaparece por completo, sin embargo, los mensajes de casi 100 sobrevivientes del Holocausto permanecen. Entre los autores de esos mensajes se encuentran personalidades del mundo de las letras, como Imre Kertész, de la diplomacia y la política, como Stéphane Hessel, y Eugen Kogon, un historiador y sobreviviente del Holocausto, así como muchos otros. Sus citas surgen, en parte, de experiencias personales, y también de reflexiones sobre el significado de la Shoah para la futura convivencia de las personas.
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Memoria común
Johannes Ebert, secretario general del Instituto Goethe, dijo antes de la inauguración del acto en Dresde que "cada vez hay menos testigos y sobrevivientes del Holocausto que pueden informar sobre sus experiencias (…). "'Desaparece el muro' contribuye a transmitir los mensajes de los supervivientes a las siguientes generaciones", manifestó. Los nuevos centros de educación cultural internacional, que se abrirán en cinco Institutos Goethe en Alemania, jugarán un papel central, según Ebert.
El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, se refirió a los eventos conmemorativos en Dresde señalando que "recordar juntos es también un requisito previo para una buena convivencia en Alemania, hoy y en el futuro".
En el evento conmemorativo, inaugurado por el alcalde de Dresde, Dirk Hilbert, participan la Dra. Nora Goldenbogen, presidenta de la Asociación de Comunidades Judías del Estado de Sajonia, Johannes Ebert y el Prof.Dr. Jens-Christian Wagner, director de la Fundación Memoriales de Buchenwald y Mittelbau-Dora.
El próximo 29 de noviembre, dicha instalación se podrá volver a visitar en una ceremonia donde se conmemorará el 70 aniversario del Instituto Goethe.
(rmr/cp)
Pogromo nazi: “La noche de los cristales rotos”
Entre el 9 y el 10 de noviembre de 1938, la Alemania nazi organizó un pogromo antisemita de grandes proporciones. La “Kristallnacht” ha pasado a la historia como un ejemplo de los alcances de la barbarie fascista.
Imagen: Aureliusz M. Pedziwol
En aquella terrible noche de noviembre...
Hordas de alemanes lideradas por paramilitares nazis dieron rienda suelta al racismo que cultivaban en su interior y tomaron las calles en todo el país para destruir las sinagogas y las propiedades de la población judía. Templos como el de esta foto, tomada en Chemnitz, ardieron mientras los judíos eran arrestados y sometidos a humillaciones públicas. Al menos 91 de ellos fueron asesinados.
Imagen: picture alliance
Un acto de barbarie con nombre
Aquellos actos de violencia dirigidos contra la comunidad judía son conocidos bajo nombres como “Kristallnacht” –es decir, “La noche de los cristales rotos”–, la “Noche de los pogromos” o “Pogromos de noviembre”. A ocho décadas de aquel suceso, muchos en Alemania se inquietan, y con razón, al ver arder mezquitas y albergues de refugiados. Tanto la islamofobia como el antisemitismo se intensifican.
Imagen: Getty Images
La excusa de los antisemitas
Se suele decir que los actos de violencia antisemita fueron catalizados por el asesinato en París del diplomático alemán Ernst vom Rath a manos de un judío polaco adolescente llamado Herschel Grynszpan. De ahí que en la Alemania contemporánea sean rechazados los discursos que pretenden juzgar a comunidades completas por los delitos atribuidos a alguno de sus miembros.
Imagen: picture-alliance/Imagno/Schostal Archiv
Indicio de horrores por venir
Tras el anuncio del asesinato de Vom Rath en Francia, la violencia antisemita estalló en algunas ciudades. Al tanto de la situación, Adolf Hitler autorizó verbalmente a su ministro de Propaganda, Joseph Goebbels, para que iniciara el pogromo. A las SS se les ordenó que permitieran “sólo aquellas medidas que no pusieran en peligro las vidas y las propiedades de los alemanes” que no eran judíos.
Imagen: dpa/everettcollection
¿Ignorancia o indiferencia?
Los nazis describieron los pogromos como la manifestación de una ira colectiva espontánea, no como una operación implementada sistemáticamente. Sigue sin estar claro cómo fueron percibidos los hechos por los alemanes no judíos de a pie. Aunque hay evidencias de que muchos rechazaron la violencia, son demasiados los testigos que guardan silencio o alegan nunca haberse enterado de lo que ocurría.
Los nazis pretendían intimidar a los judíos para que abandonaran Alemania voluntariamente. Apelando a teorías racistas, que hoy siguen teniendo adeptos en el mundo, los exponían al escarnio público mientras los señalaban como seres inferiores. Detrás de todo había también intereses económicos: a los judíos se les cobraba para permitirles salir del país; además, sus propiedades eran confiscadas.
Imagen: gemeinfrei
¿De qué les sirvieron los pogromos a los nazis?
Los judíos que podían abandonar el país de inmediato lo hicieron. Pero la violencia dejó a los nazis mal parados en la prensa mundial y repelió a los alemanes que querían “orden”, pero no a toda costa. Por eso, el antisemitismo estatal adquirió un talante más burocrático, aunque igualmente abominable. Por ejemplo, a los judíos se les obligó a llevar a la vista una estrella de David amarilla.
Imagen: gemeinfrei
Secuelas inmediatas
Después de los pogromos, la jerarquía nazi aplicó una serie de medidas contra los judíos que incluían el pago de tributos para pagar los daños perpetrados durante la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938. Incluso el segundo hombre más poderoso del Tercer Reich en aquel momento, Hermann Göring, comentó: “Yo no quisiera ser un judío en Alemania”.
Imagen: AP
El lugar de la “Kristallnacht” en la historia
En 1938 faltaban todavía dos años para el comienzo del asesinato de judíos por parte del régimen nazi: el Holocausto. Pero hay una línea de continuidad evidente que une a los pogromos con el asesinato sistemático de millones de judíos europeos. En otras palabras, los pogromos fueron el preludio del genocidio.