El Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas pudo recién esta semana reanudar los vuelos con ayuda humanitaria. Los rebeldes dicen controlar una localidad a 200 kilómetros de la capital.
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El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de Naciones Unidas informó este viernes (26.11.2021) que más de nueve millones de personas necesitan ayuda alimentaria actualmente en la zona norte de Etiopía, envuelta desde hace más de un año en un conflicto armado que no parece tener una solución en el corto plazo.
El PMA detalló que 9,4 millones de personas se enfrentan a la hambruna "a causa del conflicto" entre el gobierno y el Frente de Liberación del Pueblo del Tigray (TPLF), cifra que en septiembre era 7 millones. La entidad aseguró que la situación humanitaria ha empeorado mucho en el Tigray, así como en las regiones de Amhara (la actual línea del frente) y Afar, donde se extendieron los combates.
"Más del 80 por ciento (7,8 millones) de las personas que necesitan ayuda en el norte de Etiopía se encuentran lejos de la línea de combate”, agregó. La malnutrición también aumenta en estas tres regiones y afecta (según datos del PMA) a entre el 16 y el 28 por ciento de los niños. En Amhara y el Tigray, el 50 por ciento de las mujeres embarazadas y lactantes están desnutridos.
Guerra rápida que no termina
Tomson Phiri, portavoz del PMA, dijo en Ginebra que Naciones Unidas ha llegado con ayudas a unos 3,2 millones de personas necesitadas. Los vuelos de las agencias de la ONU con ayuda humanitaria a Tigray se reanudaron a mediados de esta semana, después de más de un mes sin poder acceder a esa región, añadió el portavoz. Gracias a esto, pudo entregarse alimento en Dessie y Kombolcha por primera vez desde que estas ciudades cayeran en manos de los rebeldes del TPLF.
Este conflicto estalló el pasado noviembre, después de que el primer ministro, Abiy Ahmed (Premio Nobel de la Paz 2019), desplegara tropas en el Tigray en respuesta (según Ahmed) a los ataques del TPLF a campamentos del ejército. El primer ministro dijo entonces que sería una acción rápida y a las pocas semanas ya había declarado la victoria de las fuerzas federales.
Sin embargo, los rebeldes en junio recuperaron el control del Tigray y extendieron los combates a las regiones vecinas de Amhara y Afar. Esta semana, el TPLF declaró controlar una localidad a 200 kilómetros de la capital, Adís Abeba. El gobierno impuso el jueves un decreto con nuevas restricciones respecto a la difusión de información sobre el curso de la guerra.
DZC (EFE, AFP)
Etiopía: un año de crisis en Tigray
El conflicto que enfrenta al Gobierno central con los rebeldes de la región etíope de Tigray (también llamada Tigré) no muestra señales de que vaya a terminar pronto, y la crisis humanitaria es cada vez más grave.
Imagen: AP Photo/picture alliance
Una ciudad en llamas
Residentes de la capital de Tigray, Mekele, revisan los escombros dejados por uno de los bombardeos lanzados por las fuerzas gubernamentales el pasado 20 de octubre. Los militares aseguran que el objetivo era una fábrica de armas operada por el Frente de Liberación del Pueblo del Tigray (FLPT), afirmación que las fuerzas rebeldes niegan.
Imagen: AP Photo/picture alliance
Humos de guerra
El humo de un reciente ataque aéreo se alza sobre las calles de Mekele. Los combatientes tigrinos acusan al Gobierno de haber matado civiles con estas ofensivas, pero las autoridades centrales insisten en que solo atacan objetivos militares. Los vecinos han confirmado que al menos un importante complejo industrial de la ciudad fue destruido por los proyectiles.
Imagen: Million Haileselassie/DW
Soldados capturados
Capturados por las fuerzas rebeldes, soldados del Gobierno etíope y de milicias aliadas esperan ser trasladados a un centro de detención. La imagen es del pasado 22 de octubre. Los militares fueron exhibidos por las calles de Mekele, a bordo de camiones descapotables, como una demostración de fuerza, el mismo día en que se cumplían cuatro jornadas consecutivas de bombardeos sobre la capital.
Imagen: picture alliance/AP
Cruz Roja en camino
Un vehículo de la Cruz Roja de Etiopía avanza por Mekele, tras los bombardeos gubernamentales. La entidad ha estado trabajando incansablamente para entregar ayuda médica y albergues básicos en la región. En medio de un apagón comunicacional en Tigray, la Cruz Roja también es vital para reconectar a familias separadas por el conflicto.
Imagen: Million Haileselassie/DW
Escasa ayuda
Un avión de carga de la organización de ayuda Samaritan's Purse descargó suministros en el aeropuerto de Mekele, el pasado mes de marzo. Desde entonces, el flujo de la ayuda humanitaria se ha visto fuertemente limitado, con barricadas en rutas clave -que impiden el paso de convoyes- y ataques aéreos -que obligan a abortar vuelos con suministros.
Imagen: AA/picture alliance
Una súplica desesperada
Trabajadores de la salud protestan frente a la oficina de Naciones Unidas, en Mekele, para condenar la muerte de pacientes debido a la grave escasez de alimentos y medicamentos. Las existencias de suministros cada vez son menores, mientras las tasas de desnutrición entre los niños se disparan. Pero la ONU ya anunció que tendrá que retirar a la mitad de sus funcionarios desplegados en Etiopía.
Imagen: Million Haileselassie /DW
Víctima de la guerra
Una víctima del ataque aéreo a Togoga recibe asistencia médica. El 22 de junio, un día de mercado, la Fuerza Aérea de Etiopía lanzó un ataque contra la ciudad tigrina de Togoga, matando a 64 civiles e hiriendo a 184. Las ambulancias que intentaban ayudar fueron inicialmente bloqueadas por soldados, antes de que otro convoy rompiera el cerco y llevara a 25 lesionados a un hospital de Mekele.
Imagen: Million Haileselassie/DW
Protestas internacionales
Al otro lado del mundo, cientos de personas se congregaron en Whitehall, Londres, el 19 de octubre, portando banderas y gritando consignas por el fin de la violencia y del bloqueo en Tigray. Muchos de los manifestantes eran mienbros de la diáspora tigrina, etíope y eritrea.
Imagen: Tayfun Salci/picture alliance/ZUMAPRESS
Autoridades y activistas progubernamentales
En septiembre, en Adis Abeba, frente a la oficina del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, manifestantes protestaron contra el envío de ayuda al Tigray. El Frente de Liberación Popular de Tigray (FLPT) es calificado como organización terrorista por el Gobierno etíope. Autoridades y activistas acusan a sus combatientes de cometer toda clase de atrocidades, como reclutar soldados infantiles.