Mata a 400.000 personas al año. En el Día Mundial de la Malaria, DW habló con Pedro Alonso, director del programa de la OMS contra la enfermedad, para conocer su impacto y sus perspectivas de erradicación.
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Deutsche Welle:¿Por qué se celebra el Día Mundial de la Malaria?
Pedro Alonso: Es una jornada que sirve para recordarnos que esta enfermedad sigue causando un gran número de muertes. La malaria está presente en todo el mundo, aunque es especialmente contagiosa y destructiva en el África subsahariana. Cada año se producen más de 200 millones de casos relacionados con la malaria y mueren más de 400.000 personas víctimas de ella. La mayoría de ellas son niños africanos. Es una enfermedad relacionada con la pobreza. Se trata de un reto global al que el mundo debe seguir dedicándole una gran atención.
¿Qué se ha logrado desde que se inició el programa mundial contra la malaria?
Nos alegra decir que hemos conseguido importantes avances en los últimos quince años. Las víctimas mortales se han reducido casi un 70 por ciento y ha bajado el número de casos un 40 por ciento. Hay algunos países que han vencido completamente a la malaria. Así pues, se puede hablar de avances abrumadores. La última década supuso una era dorada en la lucha contra la malaria. Pero aún nos queda mucho por hacer. Pero no sería prudente quedarnos en la autocomplacencia. La malaria sigue siendo un grave problema sanitario contra el que hay que continuar luchando.
¿Podremos vencer a la malaria en un futuro cercano?
Algunos países ya lo han conseguido. Nuestras previsiones auguran que al menos 35 países la habrán vencido en 2030. Quizá sean más. También nos hemos propuesto reducir los casos un 90 por ciento para esa fecha. Hay en marcha un plan de actuación aprobado por la Asamblea Mundial de la Salud (el más alto organismo decisorio de la OMS), que debe ser implementado desde ahora y hasta 2020. La idea es lograr a largo plazo un mundo sin malaria. Es un objetivo que requiere mucho tiempo, voluntad política, responsabilidad y concentración de esfuerzos por parte de los países afectados.
¿Cuál ha sido hasta ahora el reto más importante en África?
Poner a disposición de estos países las herramientas adecuadas. El 40 por ciento de las personas que deberían ser protegidas contra la enfermedad aún no tienen acceso a redes mosquiteras impregnadas y a los insecticidas adecuados. Todavía quedan sin diagnosticar y tratar más de la mitad de los casos de malaria. También hace falta consolidar los sistemas de salud para que todos aquellos que necesiten ayuda puedan acceder a ella. Para ello se necesita financiación y responsabilidad política. Hemos avanzado en todos estos terrenos, pero aún estamos lejos del objetivo.
La malaria está erradicada de Europa desde hace ya muchos años gracias al empleo del insecticida DDT. ¿Se puede lograr también en África?
Es cierto que, en la década de los años 60 y 70, Europa y EE.UU. vencieron a la malaria. Es algo que suele ponerse como ejemplo: si funcionó en aquellos lugares, también funcionará en África. Eso es cierto, pero hay cuestiones que debemos considerar. La capacidad transmisora del mosquito que hay en África es mucho más potente que la del insecto que teníamos en Europa y América. En términos biológicos, era mucho más fácil vencer a la malaria en esos lugares que en África. Además hay otros elementos que dificultan la tarea. Por eso no es solo cuestión de voluntad política y financiación, sino también de consolidación de los sistemas sanitarios y de poner los medios adecuados a disposición de quienes lo necesitan.
¿Existe en África la voluntad política necesaria para ello?
Creo que sí. Los jefes de Estado de África lo han dejado claro y los ministerios de Salud también. Creo que podemos estar satisfechos con la voluntad política de los países afectados. Pero la lucha contra la malaria es un largo y difícil camino. Podemos seguir consolidándolo sobre la base de los éxitos pasados, pero queda mucho por hacer. No podemos cruzarnos de brazos.
Autora: Rachel Stewart (MS/DZC)
Estos son los animales más asesinos del planeta
Mucho se habla de tiburones como devoradores insaciables de seres humanos. Pero esta lista muestra que los escualos solo han tenido mala prensa. Los malos más malos son otros.
Imagen: AP
11. Tiburones / Lobos
Comenzamos esta cuenta regresiva con dos clásicos. Mucho se habla de ellos en la prensa, pero la verdad es bien distinta. Tanto tiburones como lobos aterrorizan a mucha gente y no hay duda sobre la peligrosidad de estos animales. Sí, pueden matar, pero cada una de estas especies acaba con la vida de una decena de personas al año en todo el mundo. Más probable es morir atacado por la tostadora.
Imagen: AP
10. Leones / Elefantes
Cada tanto aparecen videos de leones atacando a turistas. Y sí, en efecto los reyes de la sabana matan a muchas personas. Pero sorprenderá saber que los elefantes acaban con la vida de un número similar de seres humanos al año: 100, igual que los leones. El animal terrestre más grande puede ser muy agresivo. Y cuando se enoja, vaya... lo mejor es no cruzarse en su camino.
Imagen: picture alliance / blickwinkel/D. u. M. Sheldon
9. Hipopótamo
En todas partes uno encuentra juguetes con la forma de un hipopótamo. Y cómo no, si son animales adorables, tranquilos, apacibles y, además, herbívoros. Pero no se deje engañar. Son bestias enormes, agresivas y territoriales que no necesitan razones para empezar a correr a gran velocidad detrás de una persona. En los ríos africanos suelen volcar embarcaciones. Víctimas anuales: alrededor de 500.
Imagen: picture-alliance/dpa-Zentralbild
8. Cocodrilos
Cómo no aterrorizarse ante la imagen de un cocodrilo, su larga corrida de colmillos, su piel dura y rugosa y su actitud de pocos amigos. Son carnívoros, además, y matan a animales más grandes que ellos, incluidos hipopótamos, cebras, ñúes e incluso tiburones, en el caso de los cocodrilos de agua salada. Son enemigos de temer. Víctimas mortales anuales: alrededor de 1.000.
Imagen: Fotolia/amnachphoto
7. Tenias
Las tenias, o lombrices solitarias, son parásitos que viven en el tracto digestivo de toda clase de vertebrados, desde ratas hasta ballenas, pasando -cómo no- por los seres humanos. Entran al cuerpo a través de comida contaminada. Aunque la infección se combate con antibióticos, igual estos repugnantes seres matan 200 veces más que los tiburones. Víctimas mortales anuales: alrededor de 2.000.
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6. Lombrices
Al igual que las tenias, los áscaris entran al cuerpo a través de comida contaminada. Una diferencia es que no permanecen en los intestinos, sino que -una vez que los huevos eclosionan- viajan hacia la tráquea, donde vuelven a ser tragados y regresan al intestino, donde se convierten en adultos. Estos animales afectan a un 15 por ciento de la población. Número de víctimas mortales anuales: 2.500.
Imagen: CDC
5. Caracol de agua dulce / Vinchuca / Mosca tse tse
En la quinta posición se encuentran tres asesinos seriales. Para ser justos, son los protozoos y parásitos que ellos transmiten los que matan. La esquistosomiasis puede contraerse al beber agua contaminada donde viven los caracoles; el mal de Chagas a través de la mordida de una vinchuca, y la enfermedad del sueño por medio de la mosca tse tse. Víctimas mortales anuales de cada una: 10.000.
Imagen: picture-alliance/dpa
4. Perros (rabia)
Los perros, al igual que otros animales, transmiten la rabia, que es una enfermedad viral muy peligrosa. Los seres humanos la contraen, en un 99 por ciento de los casos, por medio de los perros. Como disimulada que es, la rabia puede tardar meses en mostrar sus primeros síntomas, y eso generalmente ocurre cuando ya es mortal. Lo bueno es que existe una vacuna. Víctimas mortales anuales: 25.000.
Imagen: picture-alliance/ZB/B. Wüstneck
3. Serpientes
Sí: si tiene dudas, mejor manténgase lejos de las serpientes. Muchas especies no son venenosas ni peligrosas, e incluso algunas ni siquiera tienen veneno, pero hay varias que sí son verdaderas asesinas, lo suficiente al menos para hacer de estos reptiles el tercer mayor asesino del planeta. Víctimas mortales anuales: cerca de 50.000.
Imagen: picture-alliance/dpa/blickwinkel/B. Trapp
2. Humanos
Sí, hacemos listados de asesinos y también asesinamos. Los seres humanos somos extraordinariamente creativos a la hora de hallar formas de matar a otra persona, lo que nos da el honor de ser los segundos más mortales del mundo. Si ve a una persona, procure mantenerse lejos de ella: puede ser peligrosa. Víctimas mortales anuales: en torno a las 475.000.
Imagen: picture-alliance/dpa
1. Mosquitos
En Alemania son solo una molestia, pero en otros países son verdaderos mensajeros de la muerte. Y otra vez son las enfermedades que transmiten las responsables, no los insectos en sí. Solo la malaria mata al año a 600.000 personas. Y sumemos fiebre amarilla, dengue, encefalitis... Son pequeños estos mosquitos, pero de temer. Víctimas mortales anuales: 725.000.