A 100 kilómetros por idea
10 de marzo de 2004Hasta las mentes más ágiles tienen un límite. Neurólogos del Instituto Max Planck de Investigación de Impulsos Eléctricos en Gotinga, simularon una red de neuronas, para investigar la rapidez con la que se coordinan y sincronizan sus múltiples componentes. Descubrieron que la velocidad a la que se procesa la información en el cerebro, que está ligada a la velocidad de sincronización entre las células nerviosas, tiene un límite de velocidad máxima, que depende de la densidad de las conexiones, según se lee en el estudio publicado por los investigadores en la última edición de la revista especializada "Physical Review Letters".
Existe un límite máximo
La red de neuronas del cerebro está compuesta de un sinnúmero de elementos similares. Las células nerviosas se comunican a través del intercambio de impulsos entre sus puntos de conexión, la sinapsis. La conexión sináptica entre las células nerviosas crece de forma intensa e irregular, muy al contrario de lo que sucede por ejemplo en los átomos de cristales que están ordenados en una red regular.
El equipo de Gotinga, encabezado por el científico Theo Geisel, director del instituto, desarrolló un modelo matemático con cuya ayuda se puede definir con precisión la rapidez con la que las neuronas coordinan sus actividades. El modelo permite definir la relación de la velocidad de sincronización con las neuronas, así como con la estructura de la red.
Los investigadores del Instituto Max Planck descubrieron que a más cantidad de conexiones sinápticas, mayor la velocidad a la que se sincronizan las neuronas. Sorprendentemente sus investigaciones demostraron también, que existe un límite de velocidad para la sincronización. Incluso en las redes con conexiones sinápticas más densas la velocidad de sincronización no supera un límite máximo.
La limitante
Esta velocidad es limitada por la complicada estructura de conexiones de la red y no existiría si cada una de las neuronas estuviera intercomunicada con el resto de las células nerviosas existentes en el cerebro. Si el modelo utilizado describe los procesos del cerebro correctamente, esto significa que nuestros pensamientos y acciones se ven limitados por las conexiones existentes en la red cerebral, según la conclusión del equipo alemán de investigadores.