1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

¿Es posible una nueva arquitectura financiera mundial?

15 de septiembre de 2010

Para amortiguar la crisis financiera y económica, los Gobiernos dispusieron 15.000 millones de euros, lo que equivale a un tercio de la capacidad económica mundial. ¿Aprendieron los bancos la lección?

Hace dos años, el banco inversionista Lehman Brothers, anunció su colapso financiero.Imagen: AP

La crisis financiera alcanzó su climax el 15 de septiembre de 2008 con el colapso del banco de inversiones Lehman Brothers. Para amortiguar la consecuente crisis económica y salvar a otros bancos, diversos Gobiernos dispusieron 15.000 millones de euros. Esta cifra representa un tercio del Producto Interno Bruto mundial. Desde entonces, la política y la economía de mercado se esfuerzan por establecer una nueva arquitectura financiera global.

¿Hasta qué punto han alcanzado este objetivo? ¿Aprenderían los bancos la lección? “Sí”, dice el experto en mercados financieros Udo Steffens, “las lecciones aprendidas se encuentran sobre todo en la gerencia interna, en la estrategia, en el diseño de productos de los bancos correspondientes”. El también presidente de la Escuela de Finanzas y Administración de Fráncfort menciona, sin embargo, que muy pocas esfuerzos han trascendido a convertirse en regulaciones internacionales.

Mínimo impuesto bancario

La acción en solitario alemana de prohibir la venta al descubierto de acciones en su país tiene para el experto en finanzas, Udo Steffens, sólo un valor simbólico, ya que cualquier banco que actúe internacionalmente puede recurrir a otras plazas financieras. Además de lo anterior, el Consejo de ministros alemán aprobó en agosto de 2010 una “Ley de reestructuración”, que contempla que a partir del 2011 los bancos paguen un impuesto para que en una eventual crisis no sea el contribuyente el que tenga que sostener otra vez a los bancos. En el caso ideal, 1.300 millones de euros entrarían a las arcas de este fondo.

Para Udo Steffens, experto en finanzas, todavía no se ve un cambio en la arquitectura financiera global.Imagen: Frankfurt School of Finance & Management

Recursos propios en la mira

A nivel europeo se acaba de celebrar el acuerdo de la nueva regulación para el sistema de supervisión financiera como una de las decisiones más importantes desde el estallido de la crisis financiera. Así, a partir del 2011, tres nuevos entes reguladores para los bancos, las aseguradoras y las bolsas de valores tendrán la última palabra cuando un consorcio financiero transfronterizo entre en crisis económica. En otras palabras: aquí se trata más de la contención de crisis que de la prevención. Pero el objetivo de todas las reformas debería ser evitar que se repita una crisis financiera de esa magnitud.

El experto Max Otte piensa que aún falta más regulación en el sistema financiero mundial.Imagen: picture-alliance/dpa

Los principios de una regulación inteligente del mercado son muy simples, dice el experto en finanzas e inversionista, Max Otte. En primer lugar están los recursos propios. Deutsche Bank, por ejemplo, trabaja con el 1,5% de su capital propio. “Si un banco debe disponer entre el 8% y el 9% de recursos propios, los especuladores deberán invertir más capital propio, lo que conlleva obviamente a que sean más cuidadosos”, dice Otte. Lo más importante en el capitalismo es el capital, y “esto en realidad lo deben poner mayoritariamente los bancos".

En el caso del banco inversionista estadounidense Lehman Brothers, la proporción fue de 20 mil millones de euros propios frente a deudas por 500 mil millones de euros. Para cambiar esta situación, el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea del Banco de Pagos Internacionales (BIZ por sus siglas en alemán) fijó cuotas de recursos propios más altas para los bancos. En dicho comité se reunieron autoridades de supervisión bancaria y presidentes de los bancos de 27 países, y acordaron el pasado 12 de septiembre reglas más estrictas. Luego de un período de transición de seis años, los bancos tendrán que disponer de un 7% de "capital núcleo", es decir, acciones y reservas.

Impuesto a transacciones y comercio de derivados

Max Otte ve como otro instrumento válido de regulación del mercado un impuesto a las transacciones financieras. "Si cobran un impuesto a cada transacción de sólo un 0,05%, ésto no afecta a inversionistas como yo que una vez al año reagrupan su dinero”, dice Otte. "Pero a los fondos especulativos, que reagrupan su dinero por medio de programas de computador, sí les afecta el impuesto”. Este tipo de impuesto sólo es apoyado por Alemania y Francia. Estados Unidos, Gran Bretaña y los grandes países emergentes están en su contra.

Esta foto muestra la reacción de la Bolsa de Frankfurt tras el colapso de Lehman Brothers en 2008.Imagen: AP

Como tercer instrumento, el experto en finanzas propone la regulación de productos específicos, así como modelos de negocio. El volumen comercial de derivados asciende a 600 mil millones de dólares, lo que equivale a diez veces el producto social bruto del mundo entero. El mercado de derivados es comparado por Otte con un casino. Es un desperdicio de recursos, ya que muchos jóvenes talentosos que son enviados a los casinos en realidad podrían ser más útiles en la economía real.

La regulación transparente de este negocio es uno de los objetivos de la UE. En Estados Unidos ya existen medidas estrictas sobre el manejo del comercio de derivados. Sin embargo, para Otte la reforma estadounidense del mercado financiero es una “farsa”. “En algunos sectores se han hecho pequeños avances, pero las áreas centrales no fueron incluidas", dice el experto.

No habrá gran cambio


El hecho de que la reforma de los mercados financieros avance a paso de tortuga a nivel global es para Otte responsabilidad del fuerte lobby de los bancos. El experto en bancos Udo Steffens lo secunda, y duda que sea posible la tan prometida nueva arquitectura financiera mundial. “Va a quedarse sólo en un borrador”, dice Steffens. “La pregunta que surge es si se debe permitir a los responsables del mercado provocar crisis sistémicas de las dimensiones registradas recientemente”, concluye Steffens.

Autora: Danhong Zhang / Cristina Mendoza Weber

Editora: Claudia Herrera Pahl

Ir a la siguiente sección Tema del día DW

Tema del día DW

Ir a la siguiente sección Más de DW