Joe Biden y Kamala Harris se presentarán a la convención de nominación demócrata como la pareja perfecta para la presidencia estadounidense. Pero su éxito aún no está asegurado, opina Ines Pohl.
Publicidad
Mirar atrás ayuda a veces a comprender el presente y a prepararse para el futuro. Hay dos razones fundamentales por las que Donald Trump consiguió asegurarse la victoria en las elecciones presidenciales estadounidenses hace cuatro cuatro años.
En primer lugar: porque no era Hillary Clinton. En segundo lugar: porque consiguió presentarse como alternativa, como advenedizo político. Y ambas razones están estrechamente relacionadas.
Hasta el día de hoy, muchos estadounidenses odian a la que fuera candidata presidencial demócrata Hillary Clinton, y sus razones son diversas. Una de ellas es que tanto la exsecretaria de Estado estadounidense como su esposo, el expresidente Bill Clinton, forman parte de la élite política del país desde hace décadas; de esa élite a la que muchos electores consideran responsables de que Washington esté cada vez más alejado de las preocupaciones de los ciudadanos comunes, de que los ricos sean cada vez más ricos y los pobres, más pobres.
Joe Biden no representa el cambio
El presidente Trump ha exacerbado aún más esta división social. Pero eso no cambia el hecho de que este año, una vez más, muchos importantes distritos electorales demócratas están más que insatisfechos con la elección de su candidato presidencial.
El veterano político Joe Biden, un hombre blanco de 77 años, representa para muchos el estancamiento. Y no lo que tan desesperadamente deseaban muchos estadounidenses negros, latinos, mujeres y jóvenes demócratas progresistas: un cambio, con el cual la política deje de proteger a las grandes corporaciones y le devuelva el futuro al sueño americano.
Así que las esperanzas de los estrategas de la campaña electoral demócrata están ahora puestas en la candidata a la vicepresidencia, Kamala Harris. ¿Logrará convencer a los votantes indecisos, motivar a los que están cansados de las urnas y ganarse a los republicanos que se niegan a responsabilizarse con otros cuatro años de Donald Trump?
Sin grandes emociones
Tradicionalmente, las convenciones son una gran fiesta para la cohesión de la comunidad partidista. Algo particularmente importante para los demócratas, un movimiento colectivo que, si quiere ganar las elecciones, debe reunir a sus diversas alas en torno a una idea básica. Y esa idea la encarna justamente el candidato presidencial demócrata, Joe Biden. Pero le falta carisma.
Habría sido interesante ver cómo reaccionaba la multitud de delegados ante Kamala Harris, aupada por la anterior estrella, Michelle Obama, y qué impulso podía dar la primera ex primera dama negra a la posible primera mujer vicepresidenta no blanca. Muy probablemente, este habría sido uno de esos momentos emotivos, de los que ponen la piel de gallina, salvan diferencias y siembran esperanza.
No habrá eventos masivos, sino rifirrafes virtuales
Este año, sin embargo, el gran espectáculo quedará cancelado. La energía que suelen transmitir a todo este gran país las convenciones de nominación de los partidos ha sido también víctima del coronavirus. La Convención Nacional Demócrata, que comienza este lunes 17 de agosto de 2020, será en gran parte digital y se extenderá por cuatro días.
Y mientras gran parte del mundo estará mirando muy atentamente a Estados Unidos en las próximas semanas, los actores políticos no tendrán más remedio que involucrarse en una mezquina batalla virtual. Siempre con la esperanza de que no ocurra esa falla técnica que se convierta en una puñalada viral por la espalda.
En tal escenario, cualquier presidente dispone sin duda, por su propio cargo, del mejor escenario. Y, si hay algo que Donald Trump sabe hacer, es tocar el teclado de la atención mediática.
(rml/cp) Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos en Facebook | Twitter | YouTube |
#BlackLivesMatter: las voces de la lucha por la equidad y contra el racismo
"Fuerza negra" entre la protesta y la esperanza. Tras la muerte del ícono John Lewis, la lucha del movimiento por los derechos civiles de la comunidad afroamericana continúa en EE.UU.
Imagen: Getty Images/Keystone
"Ten confianza y crea incomodidad positiva"
Proyección de imagen de John Lewis en el monumento de la Confederación en Richmond. El miembro de la Cámara de Representantes murió el 17 de julio. Es considerado un ícono de la resistencia pacífica. Participó en la "Marcha hacia Washington" de 1963 y desempeñó un papel fundamental en la lucha contra la segregación racial en Estados Unidos. Su lema: "Ten confianza y crea incomodidad positiva".
Imagen: picture-alliance/AP Photo/S. Helber
"Sin el voto, no hay esperanza"
Amelia Boynton Robinson es una de las figuras más importantes del movimiento por los derechos civiles. Luchó por el derecho al voto de los afroamericanos. Fue brutalmente golpeada por la policía el 7 de marzo de 1965 durante marchas de protesta que organizó desde Selma a Montgomery en Alabama, en las que también participó John Lewis. Las fotos del "domingo sangriento" dieron la vuelta al mundo.
Imagen: Getty Images/S. Lovekin
"El hombre y el lugar correctos"
Thurgood Marshall (aquí en 1957) fue el primer juez afroamericano en la Corte Suprema de EE. UU. Nacido en Baltimore en 1908, el abogado luchó con éxito contra la educación separada entre afroamericanos y angloamericanos. Tras su nombramiento como Presidente del Tribunal Supremo en 1967, el entonces presidente, Lyndon B. Johnson, dijo que Marshall era "el hombre correcto en el lugar adecuado".
Hizo historia: El 1° de diciembre de 1955, Rosa Parks se negó a ceder su asiento en un autobús público en Montgomery a un hombre blanco. Su arresto llevó a un boicot de autobuses de 385 días coordinado por Martin Luther King. Con éxito: el 13 de noviembre de 1956, la Corte Suprema declaró inconstitucional la segregación racial en los autobuses de Montgomery.
Imagen: picture alliance/Everett Collection
"Vi la Tierra Prometida"
Martin Luther King en el balcón del Motel Lorraine en Memphis el día de su asesinato, el 4 de abril de 1968. El día anterior, King había dicho: "Yo estuve en la cima de la montaña y vi la Tierra Prometida", interpretado como una profecía de su muerte. A su lado (de izqu. a der.) los activistas de los derechos civiles Hosea Williams, el pastor Jesse Jackson y el bautista Ralph Albertnathy.
Imagen: picture-alliance/AP Photo
Embajador de Carter y King
Andrew Jackson Young estuvo presente cuando Martin Luther King fue asesinado en Memphis. Fue activo en el movimiento de derechos civiles de EE.UU. como pastor y director de la Conferencia de Liderazgo Cristiano del Sur. En 1976, el presidente Jimmy Carter lo nombró embajador de EE.UU. ante Naciones Unidas. En 1981, el seguidor de Mahatma Gandhi fue elegido alcalde de Atlanta.
Imagen: Getty Images/D. Oulds
"Voto o bala"
Malcolm X fue un fuerte oponente de Martin Luther King y rechazó la resistencia pacífica. Spike Lee filmó la impresionante carrera del activista de los derechos civiles, brillantemente interpretado por Denzel Washington (derecha). De ser vocero de "Nación del Islam", Malcolm X pasó a ser su crítico más agudo. El 21 de febrero de 1965, fue asesinado durante una conferencia en Washington.
"Fe en la Constitución"
Fue la primera afroamericana en dar un discurso de apertura en la Convención Nacional Demócrata de Estados Unidos: Barbara Jordan. Profesora universitaria, política y abogada, apareció junto al astronauta John Glenn en 1976 y fue considerada una prometedora candidata a la vicepresidencia. En 1974 declaró en la Cámara de Representantes: "Mi fe en la Constitución es universal".
Imagen: Getty Images/Keystone/Hulton Archive
Trato igualitario para todos los artistas
13 Grammys y 40 millones de discos vendidos: nacida en un suburbio de Nueva York en 1917, la cantante de jazz Ella Fitzgerald no fue sólo un fenómeno musical. En sus giras insistió en que todos los músicos fueran tratados por igual. El 15 de marzo de 1955, fue la primera artista afroamericana que actuó en el "Mocambo Night Club" de Los Ángeles - Marilyn Monroe le ayudó a conseguir el contrato.
Imagen: Getty Images/Keystone
"Nosotras, mujeres negras y fuertes"
La autora Alice Walker siempre ha luchado por los derechos civiles. Con sólo 17 años, participó en la "Marcha a Washington" en 1963, en la que Martin Luther King pronunció su famoso discurso "Tengo un sueño". La fuerza de las mujeres afroamericanas juega un papel central en sus novelas. Fue la primera afroamericana en recibir el premio Pulitzer en 1983, gracias a su libro "El color púrpura".
Imagen: Getty Images/H. Brace
Fuerte, elocuente y rebelde
En el funeral de George Floyd, el orador principal fue Al Sharpton. Ha sido postulado varias veces por el Partido Demócrata a Presidencia y al Senado. En noviembre de 2006, encabezó una marcha de protesta en favor de Sean Bell, afroamericano de 23 años de edad, que había sido asesinado por la Policía. Pero su elocuente postura contra el racismo es controvertida en Estados Unidos.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Gonzalez
Ejemplo y esperanzas
El expresidente Barack Obama y Michelle Obama, aquí en enero de 2017, durante visita a un refugio para indigentes en Washington. Con sus últimas pinceladas completan un mural que muestra a Martin Luther King. Los Obama fueron la primera pareja presidencial afroamericana en la Casa Blanca. Pero la muerte de George Floyd demostró que en Estados Unidos el racismo está aún muy anclado en la sociedad.