Desde hace décadas, China aumenta su presencia militar en el Mar de China Meridional, entre Taiwán, Indonesia y Filipinas.

Ocupa atolones y arrecifes para convertirlos en avanzadas militares. Especialmente alrededor del territorio de Filipinas.

Allí está surgiendo resistencia a las políticas expansionistas chinas. El presidente filipino, Ferdinand Marcos Jr., se enfrenta a China alejándose de las políticas pro-Pekín de su predecesor y recurriendo a sus socios occidentales, sobre todo a Estados Unidos.

Para disgusto de China. Desde entonces, la situación en el Mar de China Meridional ha ido escalando. Cada vez se producen más incidentes entre barcos filipinos y chinos.

Es una situación explosiva, ya que Manila y Washington han firmado acuerdos de defensa recíproca de gran alcance. Al igual que en la OTAN, ambos países están obligados a defenderse mutuamente en caso de ataque. Además, Estados Unidos también se ha asegurado el acceso a nueve bases militares filipinas donde puede establecer tropas y equipamiento, algunas de ellas a sólo unos cientos de kilómetros de China y Taiwán. En caso de guerra entre Estados Unidos y China, Filipinas estaría en la línea del frente.

Este archipiélago es actualmente una línea de demarcación en una de las áreas marítimas más explosivas del mundo. ¿Se producirá una escalada en una de las rutas comerciales más importantes del mundo?
 

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