La movilidad es esencial en la vida cotidiana de personas con minusvalías, pues significa libertad, autodeterminación e independencia de la ayuda de otros. En la feria "Rehacare”, en Düsseldorf, son exhibidos los últimos adelantos. Una silla de ruedas, por ejemplo, que puede dirigirse solo con gestos y es capaz de distinguir hasta 30 gestos diferentes.
Publicidad
Sarah Krämer, no obstante, aspira a más. Krämer, de 29 años, sufre de una forma particular de anquilosis. Eso no le impidió sacar el carné de conducir. "Al volante” la acompañó en una clase de autoescuela con un vehículo especialmente adaptado a sus necesidades.