¿A mayor siesta, mayor PIB?
13 de julio de 2003En Gran Bretaña vive Lucy d´Abreu. Es la mujer más vieja del Reino Unido y hace unos meses cumplió 111 años. Lucy nació el 24 de mayo de 1892 en India. Ha visto dos siglos de historia, conocido cinco monarcas británicos y sobrevivido dos guerras mundiales. A la pregunta de cuál es el secreto tras tantos años de vida, Lucy contesta: leer el periódico tranquilamente por la mañana, echarme una siesta después de comer y tomarme un gin and tonic por la tarde.
La sabia experiencia china
Los efectos sobre la salud que tiene mantenerse informado, o tomarse un gin and tonic por la tarde, todavía no han sido estudiados, no así los de echarse una siesta a medio día. Las virtudes del reposo después de la comida, acción que conocemos como siesta, han movido a un grupo de ciudadanos portuguesas a asociarse para promover la convivencia de esta práctica habitual en países como España, Grecia, Japón y China, en donde es incluso un derecho constitucional.
APAS por la recuperación de energía
La Asociación Portuguesa de Amigos de la Siesta (APAS) inscrita oficialmente el pasado 2 de junio en la localidad de Ansiao a unos 170 kilómetros al nordeste de Lisboa, quiere sensibilizar a los portugueses de que la siesta no es un vicio de vagos, sino todo lo contrario, una pausa muy saludable que propicia la recuperación de energías durante la jornada de trabajo.
También los chilenos la piden
También en Chile hay quien se ha percatado de las ventajas de la siesta. Un legislador presentó hace un mes un proyecto de ley al Congreso de Chile para instaurar la siesta como un derecho de todos los trabajadores del país. Unos pocos minutos después del almuerzo serían suficientes para mejorar el desempeño de quienes laboran. Su propuesta es simple: luego de una hora de almuerzo a la que todos los trabajadores chilenos tienen derecho, se deberían agregar 20 minutos adicionales de siesta.