Los atentados yihadistas y la violencia política de derecha e izquierda han dejado huella en los alemanes y figuran a la cabeza de la lista de sus temores, según revela una nueva encuesta.
Imagen: Reuters/F. Bensch
Publicidad
No, el alemán no es un pueblo temeroso. "Es un diagnóstico errado”, afirmó en Berlín Manfred G. Schmidt, politólogo y director del estudio "Los miedos de los alemanes”. La mayoría de los temores tiene una raíz real, a juicio de Schmidt, quien indicó que "los principales miedos germanos tienen que ver con "tareas irresueltas” del ámbito político y económico.
Los tres mayores temores
La gran mayoría de los alemanes (71 por ciento) teme al terrorismo, señaló Brigitte Römstedt, portavoz de la aseguradora R+V Versicherung, que financió el estudio. Cabría preguntarse por qué el porcentaje es tan alto, teniendo en cuenta que la probabilidad estadística de morir en un accidente de tránsito es mucho mayor que la de ser víctima de un atentado terrorista. Según Schmidt, la razón radica en que los consultados en general muestran preocupación por la política y la sociedad y no tanto por sí mismos. En términos generales, los alemanes se distinguen por amar la estabilidad y la seguridad.
En el segundo y tercer lugar de la lista quedaron otros miedos relacionados con la violencia. De acuerdo con el estudio, un 61 por ciento de los alemanes tiene temor al "extremismo político”, sin distinguir si su origen es de derecha o de izquierda. Ese es el mayor porcentaje registrado desde 1992, según destacó Römstedt. En el marco de los típicos temores germanos a la pérdida de estabilidad figura a continuación el miedo a "tensiones derivadas de la llegada de extranjeros”.
Menos temerosos
Una de las conclusiones más "notables”, en opinión de Schmidt, es la percepción de los 2.400 encuestados de la crisis del euro, que quedó en cuarto lugar. A diferencia de los políticos, que dicen que dicha crisis está bajo control, los ciudadanos mostraron una visión realista del peligro de que, a fin de cuentas, haya que pagar miles de millones por las deudas en el ámbito de la UE.
Imagen: picture alliance/dpa/B. Roessler
No obstante, los principales miedos se han reducido. Por eso, el índice de los temores bajó de 52 a 46 puntos. Pero dos ítems marcan la excepción: el miedo a los elementos nocivos en los alimentos y el miedo a las catástrofes naturales. Dado que la encuesta se realizó en julio de 2017, no se reflejó en ella el escándalo de los huevos contaminados.
La economía no asusta
En cambio, el panorama económico preocupa a relativamente pocos (37 por ciento). El miedo a perder el propio empleo solo aflige a un 27 por ciento. La cifra se redujo en 17 puntos porcentuales con respecto a la del año anterior, y nunca había sido tan baja. Eso es reflejo de una mejor situación económica, indicó Schmidt, recordando que desde 2005 se manifiesta una tendencia positiva en el mercado laboral.
A largo plazo, el estudio demuestra, según su autor, que la esfera política toma en serio las preocupaciones por la política social y medioambiental. No obstante, Schmidt indica que también hay temores que son ampliamente ignorados. Y menciona como ejemplos la crisis de los refugiados y la crisis del euro.
10 cosas que hay que tener en cuenta en Alemania
Los alemanes son puntuales, la escolaridad es obligatoria, y es mejor no andar besando niños ajenos.
Imagen: picture alliance
Trabajo ilegal
A diferencia de lo que ocurre en algunos países del Medio Oriente y África, trabajar sin tener permiso de trabajo es considerado una violación de las leyes tributarias y de seguridad social. En casos de trabajo ilegal, la legislación contempla multas y hasta penas de cárcel.
Imagen: picture-alliance/ZB
Evasión tributaria
El sistema tributario de Alemania es muy complicado. Pero eso no es disculpa. La evasión tributaria es punible y se la considera un "robo a la comunidad". Pagar impuestos corresponde a las obligaciones del ciudadano, tal como votar corresponde a sus derechos. También los extranjeros que viven en Alemania deben pagar impuestos.
Imagen: Fotolia/Joachim B. Albers
Educación de los niños
Pegarles a los niños acarrea sanciones en Alemania. Los castigos corporales no son un método de educación aceptable ni en el hogar ni en la escuela. La legislación alemana indica: "Los niños tienen derecho a una educación sin violencia. El castigo corporal, las agresiones psicológicas y otras medidas denigrantes no se permiten".
Imagen: DW/R. Azizi
Escuela obligatoria
Los niños en edad escolar no pueden permanecer sin más en casa, y mucho menos trabajar. Al cumplir seis años de edad, el niño debe entrar a la escuela y asistir regularmente a clases. El período de escolaridad obligatoria se extiende por lo general a 10 años. No existe la posibilidad de una dispensa por razones religiosas.
Imagen: picture-alliance/dpa/B. Pedersen
Tranquilidad ante todo
Aun cuando se reciba visitas que uno no había visto durante mucho tiempo, no hay que subir los decibeles. La perturbación de la tranquilidad atenta contra la buena vecindad. No se debe molestar, sobre todo de noche. En Alemania, eso implica generalmente no hacer ruido desde las 10 PM hasta las 6 A.M del día siguiente.
Imagen: picture-alliance/dpa/P. Pleul
Los precios en el supermercado
Regatear precios en un bazar de seguro es entretenido para algunas personas, y puede ser una forma de lograr hacer un buen negocio. Pero en Alemania no funciona, ni en el supermercado, ni en la mayoría de las tiendas. Pero se pueden encontrar gangas en Internet, si se busca con paciencia.
Imagen: Fotolia/G. Sanders
Mascotas ajenas
Alemania rige la ley de protección de animales. Aun cuando se quiera dar muestras de simpatía a un vecino, no se debería alimentar a su mascota sin haberle consultado antes al dueño. Si alguien atrae por ejemplo a un gato ajeno con comida de modo que este solo aparece esporádicamente por su casa, eso podría constituir una intromisión en la esfera privada del dueño y acarrear una demanda.
Imagen: imago/blickwinkel
Puntualidad
La puntualidad es muy importante en Alemania. Los atrasos reiterados no son bien vistos. Naturalmente, a veces resultan inevitables. Pero en esas situaciones conviene avisarle a la persona con que uno planeaba encontrarse. En general, un atraso se perdona, pero dos ya son demasiados.
Imagen: picture alliance
Golosinas
Los niños ajenos pueden ser amistosos, pero no se los debe besar o acariciar sin permiso de los padres. Tampoco se les debe regalar golosinas sin consentimiento.
Imagen: picture alliance/Bildagentur-online
Lavado de automóviles
Naturalmente es más barato lavar el auto en casa. Pero no está permitido lavarlo en la calle. La razón es la protección del medio ambiente, a la que se asigna gran importancia en Alemania. Los componentes químicos del detergente no deben ir a parar a la canalización.