Abanicos en Fiyi
26 de noviembre de 2013Los hombres del pueblo Daku se deben adaptar a los nuevos tiempos. Hasta ahora, estaban acostumbrados a volver de un día de pesca con las redes llenas. Pero el número de peces se ha reducido dramáticamente: el río al que acudían los hombres a pescar hasta ahora se está secando cada vez más a causa de la deforestación de los manglares. Además, las inundaciones han salinizado las tierras, haciendo difícil la cosecha de frutas y verduras.
El pueblo ha paliado las pérdidas económicas que esto ha supuesto con la venta de abanicos de palma. Esto ha reforzado en gran medida el papel de las mujeres, puesto que son ellas las que se encargan de fabricarlos a mano.
Sus maridos deben adaptarse a esta situación, pero tampoco se han quedado de brazos cruzados: en a sus barcos, estos traen las hojas de palmera de una isla vecina. Con esta nueva labor, ellos también son parte del nuevo resurgimiento de Daku. A pesar de ello, también hay críticas de gente que no está de acuerdo con la nueva estructura social del pueblo.
Un reportaje de Christian Uhlig