"Iremos al Consejo de Seguridad. Ésta es nuestra decisión", dijo en un discurso televisado Mahmud Abbas, el presidente palestino. Abbas se juega el todo por el todo anunciando que el 23 de septiembre solicitará el reconocimiento del Estado palestino. “No se trata de deslegitimar a Israel; se trata de acabar con una injusticia histórica consiguiendo la libertad y la independencia como todos los demás pueblos de la Tierra, en un Estado palestino en las fronteras del 4 de junio de 1967”, aseguró.

Hasta el último discurso en Ramala, no quedaba claro si el líder palestino optaría por presentar su solicitud ante la Asamblea General, en donde cuenta con apoyo pero cuya decisión no equivaldría a un reconocimiento de Palestina como Estado. O, si a pesar del anunciado veto de Estados Unidos, el presidente Abbas optaría por poner a amigos y enemigos contra las cuerdas acudiendo al Consejo de Seguridad.

¿Y en caso de que fracase? "En cuanto a las demás opciones, volveremos a analizarlas luego", dijo Abbas haciendo alusión a la opción de acudir posteriormente a la Asamblea, en busca de estatus de “Estado observador” como el Vaticano. En la Asamblea General, en la cual necesitaría dos tercios de los votos (128), 110 países han reconocido ya al Estado palestino. De América Latina, sólo faltarían México, Colombia, Panamá y Guatemala.

 

Carrera contra el tiempo

Estamos ante una “cuenta regresiva en el póquer palestino”, reza un titular al respecto del semanario alemán Der Spiegel, en su versión digital. “Abbas decidió ir a por el premio máximo”, comenta, por su parte, el diario español El País.

Los esfuerzos para disuadir a Abbas de su propósito marchan a toda vela. Un reconocimiento del Estado palestino dañaría las posibilidades de las negociaciones de paz argumenta Estados Unidos, que ha lanzado una ofensiva diplomática, asegura su veto y amenaza con cortar los fondos que apoyan a la Autoridad Palestina. A la vez, grande es el temor a recalentar el resentimiento del mundo árabe contra Washington por su incondicionalidad a Israel. 

Escenario horroroso

En caso de que la solicitud de reconocimiento del Estado Palestino no prosperara en el Consejo de Seguridad, Abbas tendría todavía una carta en la manga: la Asamblea General. Pero para Israel también “una mayoría en la Asamblea General de la ONU sería un escenario horroroso. Si el mundo vota a favor de Palestina, Israel no sólo teme una nueva grieta en su imagen, sino enfrentamientos con los decepcionados palestinos. Desde hace meses las fuerzas de seguridad en Cisjordania se vienen preparando. La orden de disparar está lista”, escribe desde Jerusalén Ulrike Putz en Der Spiegel.

"La paz no se alcanza a través de un acercamiento unilateral en la ONU. La paz se puede alcanzar sólo a través de negociaciones directas con Israel", fue la respuesta al discurso de Abbas que se apresuró a dar el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. 

No hay posición común

Por otro lado, la Unión Europea también intenta disuadir al líder palestino, pues está lejos de haber logrado la deseada posición común al respecto. Alemania, Holanda, Italia y la República Checa se oponen a la unilateralidad en la creación de un Estado palestino; Francia y el Reino Unido votarían a favor. La votación sería, según varios analistas, una vergüenza para la diplomacia europea, que pretende ser conjunta.

"Los próximos días son cruciales; seguimos considerando que una solución constructiva que pueda conseguir el mayor apoyo posible y que permita la reanudación de las negociaciones es el mejor y el único modo de llevar paz y una entregar una salida para los dos Estados”, declaró en Bruselas la portavoz de Catherine Ashton, la alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.

Autora: Mirra Banchón
Editor: Pablo Kummetz