Ablación de genitales también en Alemania.
8 de abril de 2005
De acuerdo a informes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada día seis mil mujeres corren el riesgo de ser mutiladas en una acción silenciosa heredada culturalmente, y a cuya desaparición se oponen los hombres pero también muchas mujeres.
No sólo en África, donde es una costumbre socialmente aceptada, sino también en Alemania viven muchas víctimas de la amputación genital. Se trata de mujeres originarias de paises africanos obligadas a someterse a estas prácticas por razones culturales. Así lo confirmó un estudio de UNICEF entre especialistas médicos, que demostró que casi la mitad de las comadronas y ginecólogos alemanes trataron alguna vez a mujeres víctimas de este ritual.
Con esta terrible afirmación, sorprendente en un país como Alemania, paradigma de la igualdad de sexos, concluía el estudio de UNICEF realizado en colaboración con la organización Terra des Femmes y la Asociación de Ginecólogos Alemanes. En opinión de Marie Luise Beck, comisaria Federal de Inmigración, Refugiados e Integración, el estado alemán debería adoptar medidas más consecuentes para luchar contra esta bárbara costumbre.
Campañas necesarias
El estudio puso además de manifiesto que los especialistas alemanes necesitan urgentemente más información referente a este tabú. Además de víctimas originarias de otros países, el estudio, titulado "Ablación en cuerpo y espíritu", confirmó que este ritual se practica en Alemania a pesar de la prohibición legal.
Las campañas de información y asesoría son realmente necesarias no sólo en África sino también en Alemania, donde actualmente viven unas 59.000 mujeres a las que les fue practicado este ritual. "La ablación es una tradición cruel que no termina con la mera prohibición", declaró la patrona del Comité Alemán de UNICEF Eva Luise Köhler con motivo del Día Mundial de la Salud en Berlín.
¿Protección legal insuficiente?
La amputación de los genitales está prohibida por la ley alemana y contemplada en el régimen de lesiones corporales. Pero las preguntas no acaban simplemente con la regulación legal. ¿Puede romper el ginecólogo su secreto profesional en caso de que una paciente permita la ablación de su hija? Los especialistas tienen actualmente el derecho a romper su secreto profesional en estos casos. Sin embargo, no existe la obligación de denunciarlo como en el caso de la legislación francesa.
Esta costumbre afecta en todo el mundo a más de 132 millones de mujeres y niñas, y cada año dos millones más corren el riesgo de pasar por ella. Pese a las medidas coercitivas para erradicarla, el Estado alemán tendrá que luchar además con las convicciones sociales de estas mujeres, que si no son circuncidadas sufren el rechazo social. Este ritual sigue siendo en muchos casos un símbolo de integración cultural y tradicionalmente está relacionado con la capacidad para contraer matrimonio.