Mohammad Mostafai, el abogado de Sakineh Ashtiani, la iraní cuya condena a morir lapidada ha acaparado titulares en todo el mundo desde hace meses, estuvo en Berlín este miércoles (18.8.2010) con miras a pedir apoyo para quienes luchan por los derechos humanos en su país, ahora que él no puede hacerlo: a principios de agosto huyó a Turquía y hoy está a la espera de que el Estado noruego le conceda asilo político. Y es que su integridad física está en peligro desde que asumiera la defensa de Ashtiani.

Mostafai: de Londres a Berlín

“El caso de Sakineh Mohammadi-Ashtiani es uno que atrae la atención de la comunidad internacional hacia lo que ocurre en Irán. En la sociedad iraní, sobre todo en el ámbito de la justicia, las mujeres no tienen respaldo de ningún tipo. Y a esa realidad debe prestársele atención”, dijo Mostafai en la conferencia de prensa ante una audiencia integrada por activistas de derechos humanos y políticos alemanes. El abogado fue invitado por la fundación Cinema for Peace, conformada por profesionales de la industria del cine.

Sakine Ashtiani fue sentenciada a muerte por lapidación por la justicia iraní tras haber sido acusada de cometer adulterio y asesinar a su esposo, el padre de sus dos hijos. Por su parte, Mostafai ha asumido la defensa de mujeres y jóvenes condenados a muerte desde hace muchos años; de hecho, hasta su huída de Irán, el abogado logró que la ejecución de varios de sus representados fuera suspendida. Ahora su situación es muy diferente y para que el Gobierno de Teherán ceda ante la presión internacional atraída por el “caso Ashtiani”, dicha presión tendrá que intensificarse.

¿Una fanfarronada de Teherán?

Durante la rueda de prensa de Mostafai, la vocera del partido Los Verdes en materia de Relaciones Exteriores y conocedora del acontecer iraní, Kerstin Müller, dijo que la aparente inflexibilidad de Teherán no es otra cosa que una demostración de poder: “Por un lado, los mulás iraníes quieren demostrarle a la comunidad internacional que ellos pueden tratar los derechos humanos universales y los derechos del pueblo a las patadas, sin temor a enfrentar las consecuencias. Por otro, yo creo que ésta es una demostración de poder puertas adentro, para amedrentar a la oposición iraní con arbitrariedades, mostrándoles de nuevo lo que les podría pasar”.

El encargado de política humanitaria del Gobierno alemán, Markus Löning, aprovechó la presencia del abogado iraní para elogiar su grado de compromiso con los derechos humanos y enviar una señal de respaldo a quienes, como Mostafai, siguen defendiendo esa causa en el país del Medio Oriente. Bianca Jagger, la actriz de origen nicaragüense que desde hace treinta años se ha involucrado en distintas campañas para atraer la atención hacia el precario estado de los derechos humanos en el mundo, también asistió al encuentro con el defensor de Ashtiani.

Estados Unidos también está en la mira

“Es importante que recordemos que, cuando hablamos de la abolición de la pena de muerte como meta, estamos hablando de su abolición en todo el planeta. No solamente en Irán, no solamente en China, sino también en Estados Unidos”, comentó Jagger, subrayando que el objetivo no puede ser que se elimine el uso de ese método tan inhumano conocido como lapidación, sino que se elimine toda forma de pena capital.

El propio Löning usó su derecho de palabra para dirigirse directamente al jefe del Estado iraní, Mahmud Ahmadineyad, e instarlo a derogar la pena de muerte. “¡La pena capital no es justificable de ninguna manera!”, dijo, agregando que su aplicación es una vergüenza para su país, con lo que cosechó una ronda de aplausos nada usual en conferencias de prensa.

Autor: Marcel Fürstenau (erc)
Editora: Emilia Rojas Sasse