Abren la caja de Pandora en Líbano
15 de febrero de 2005
La Repubblica, de Roma: “El baño de sangre en Beirut abre la caja de Pandora y devela todos los males políticos y económicos que se esconden tras las fachadas de los hoteles de gran lujo y las luces de neón de los clubes nocturnos de mercenarios intrigantes: el Líbano es un país que fue reconstruido desde el extranjero, con instituciones inestables, deudas fantasmales y en su seno un conflicto mudo entre las fuerzas occidentales y Siria, que no sólo domina al país sino que en todos estos años lo ha guiado convirtiéndolo en uno de los lugares más corruptos del mundo.”
Quiere lavarse las manos
Libération, de París: “Si uno se pregunta a quién le beneficia en primer lugar el asesinato, la primera respuesta sería: a Siria. Ciertamente, no existen pruebas de ello y puede haber otros responsables. El presidente de Siria, Bachar el Asad, catalogado por el presidente George W. Bush como uno de los pilares del club de los amigos del terrorismo en el Cercano Oriente, tiene importantes motivos para aceptar la investigación internacional del atentado demandada por Francia. Su principal interés es lavarse las manos y evitar ser marcado por la comunidad internacional. Tanto más porque el presidente francés, Jacques Chirac, se podría sentir perjudicado por la muerte de su gran amigo.”
¿Guerra civil ante puertas?
Dresdner Neueste Nachrichten, de Berlín: “Para Rafic Hariri el Líbano era el modelo perfecto de un estado árabe: multifuncional, tolerante y moderno (...) La sociedad libanesa sigue basada en un complicado sistema confesional que divide los poderes políticos
entre chiíes, sunitas y maronitas. Irán e Israel violan permanentemente la soberanía del país y evitan que los partidos nacionales logren desarrollarse. La clara postura de Hariri contra Siria lo ponía en franca oposición al país vecino. Quien sea que se encuentre tras el atentado su intención es desestabilizar al Líbano. Impensable lo que sucedería si este país vuelve a caer en la vorágine de una guerra civil.”
El Líbano sinónimo de inestabilidad
The Guardian, de Londres: “El asesinato de Hariri recuerda que el Líbano, tras su fachada de estabilidad, es en realidad un país sumamente vulnerable. Aún se desconoce la identidad de los asesinos, pero en el mercado de los rumores se insinúa que fue víctima del controvertido papel de Siria en el Líbano.
La condena del atentado por el presidente Bachar al-Asad de Damasco -y de sus leales amigos libaneses- no anula automáticamente las sospechas en su contra. (...) Siria se encuentra a la defensiva. Siria es calificado en Washington, no así en Europa, como bastión de la tiranía y a George Bush le gustaría ver un cambio de régimen en ese país.”