Absuelven a joven acusada de abortar en El Salvador
19 de agosto de 2019
Evelyn Hernández, cuyo embarazo fue producto de una violación, enfrentó un nuevo juicio luego de que la Corte Suprema anulara un fallo de julio de 2017, cuando fue condenada a 30 años de cárcel por homicidio agravado.
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Una corte de Sentencia de El Salvador absolvió este lunes (19.08.2019) a Evelyn Hernández, de 21 años, del delito de homicidio agravado cometido al supuestamente abortar en 2016 y por el que pedían 40 años de cárcel, informó un portavoz de una organización que brindó apoyo jurídico a la mujer.
La joven, cuyo embarazo fue producto de una violación, enfrentó un nuevo juicio luego de que la Corte Suprema de Justicia (CSJ) anulara en diciembre de 2018 un fallo de julio de 2017, cuando fue condenada a 30 años de cárcel por el delito de homicidio agravado.
El falló fue brindado por el juez José Virgilio Jurado Martínez, del Tribunal de Sentencia de Cojutepeque, quien presidió el nuevo juicio contra la joven que se realizó entre el jueves y viernes pasado.
La abogada Bertha de León explicó a la prensa que el juez "ha dicho que no había forma de comprobar el delito y por eso la absolvió; y ha dicho que fue un parto complicado, como el de muchas de las mujeres que aún están presas por el delito de homicidio".
"Yo era inocente"
Por su parte, Hernández, quien se mostró muy emocionada, dijo que ahora sus metas son continuar estudiando y "salir adelante".
"Gracias a Dios se hizo justicia. Todo este tiempo fue duro porque me acusaban de algo de lo que yo era inocente (...) espero que muchas muchachas (mujeres condenadas por abortar) salgan pronto (de la cárcel)", expresó la joven.
La Fiscalía General de la República (FGR), cuyos representantes no brindaron declaraciones a los periodistas, acusaba a la joven de homicidio agravado en la modalidad de comisión por omisión, por lo que pedía un condena de 40 de cárcel. La salvadoreña estuvo encarcelada 33 meses y en febrero del año en curso obtuvo la libertad condicional.
Hernández sufrió un parto extrahospitalario el 6 de abril de 2016 cuando se encontraban en su vivienda y luego fue trasladada por un familiar al Hospital Nacional del municipio de Cojutepeque (este), donde fue denunciada ante las autoridades por el médico que la atendió, según lo señalaron sus abogados.
ct (efe, afp)
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La larga marcha de los migrantes latinos hacia EE. UU.
Luego de caminar miles de kilómetros para llegar a la frontera con EE. UU., los migrantes se topan allí con un cerco de ocho metros de altura, de acero u hojalata. Para ellos, simboliza rechazo y discriminación.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Ocho metros hasta EE. UU.
Se estima que el cerco que conforma la frontera entre México y EE. UU. tiene ocho metros de altura. Los migrantes quieren cruzarla cueste lo que cueste, ya que sueñan con poder llevar una vida digna en ese país. Pero detrás de la frontera los espera la política represiva de Donald Trump, que, como casi ningún otro gobierno estadounidense, continúa azuzando a la gente con su discurso antimigración.
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El ingreso ilegal a la "Tierra prometida"
Uno de los migrantes ha logrado cruzar la frontera y llegar a EE. UU. Pero si podrá permanecer allí, está por verse. Si las autoridades de EE. UU. lo atrapasen, sería deportado de inmediato a México.
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Poco antes del salto hacia una nueva vida
Luego de miles de kilómetros de caminata, solo una pared de hierro separa a los migrantes de su meta. Cruzar el cerco requiere de mucha energía y valor, que ellos ya tuvieron al tomar la decisión de irse de su país en pésimas condiciones. Viajan en grandes grupos, para poder defenderse de la violencia de bandas criminales que aprovechan su indefensión.
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"Somos mexicanos, somos imparables"
Así reza este cartel, en la playa de Tijuana, insuflando coraje a los que se van de México y de países centroamericanos hacia EE. UU., en busca de un futuro mejor. Desde hace generaciones, personas de Centro- y Sudamérica intentan ingresar a EE. UU. desde México para quedarse a vivir y a trabajar allí.
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Cerco de hojalata
Esta parte de la frontera México-EE. UU. aún deja mucho que desear, como lo demuestra la hojalata de la que está hecha. Pasar al otro lado no parece ser tarea difícil para muchos de los que lo intentan.
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Miedo a la invasión
No es un sitio en guerra, sino solo el punto geográfico donde termina EE. UU. y comienza México, en San Diego, California. Esa gran ciudad en la frontera es a menudo un foco de atención debido al temor que tiene EE. UU. de que entren migrantes a través de ella. Por eso reforzaron la zona limítrofe con cientos de soldados y con cercos de alambre de púas.
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Agotamiento después del viaje
Estos migrantes no pueden más: luego de la caminata de miles de kilómetros, tratan de dormir donde y como pueden. Aquí, en Juchitán de Zaragoza, la gente descansa en el suelo, a falta de alojamiento. Luego de una corta pausa, seguirán su largo camino hacia EE. UU., con la esperanza a prueba de todo, y luchando por llegar a cumplir su sueño.
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La caravana de la pobreza
Al igual que llegaron los migrantes en 2015 desde Siria o Irak, a través de las autopistas austriacas, hasta Alemania, esta caravana marcha por las rutas de México en dirección a la frontera con EE. UU. La mayoría de los migrantes provienen de países donde reinan la corrupción, la pobreza y la violencia, como Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador.