Deutsche Welle: ¿Qué le pasa por la mente a una madre que abusa de su propio hijo y lo vende a hombres que también abusan del niño?

Dr. Michael Kölch: En tal caso, falta claramente la empatía y el sentimiento de preocupación maternal por el niño. La dependencia del compañero pedófilo, también podría desempeñar un papel. Todo esto está relacionado con la falta de empatía hacia el niño. Mientras que los pedófilos están preocupados por la lujuria sexual, la madre probablemente estaba más interesada en estabilizar su relación con su pareja.

Estos casos de pedofilia extrema son impactantes. Especialmente cuando los niños deben experimentar tales cosas durante un período de tiempo muy largo. En cualquier caso, las experiencias de este chico son muy duras.

¿Qué trastornos mentales podría padecer el niño?

En general, tales experiencias pueden desencadenar una variedad de síntomas y trastornos psicológicos, como la depresión y la violencia. El niño parece haber llamado la atención en la escuela por casos de violencia y agresión. Por supuesto, estos niños pueden desarrollar trastornos de estrés postraumático, pero por lo general es una psicopatología muy compleja que acompaña a estos niños y adolescentes en la edad adulta si no hay una reacción terapéutica correspondiente.

¿Qué otras consecuencias pueden originar los abusos?

Las víctimas de abuso desarrollan más tarde una peor salud física, como sabemos ahora a raíz de los resultados de una investigación. Hay muchos patrones diferentes. Estas personas se cuidan menos y acuden al médico con menos frecuencia. Las enfermedades a menudo solo se reconocen en una etapa tardía. Tales experiencias severas y traumáticas también pueden conducir a cambios epigenéticos. Para decirlo de manera simple: el cuerpo puede envejecer más rápidamente.
 

¿Cómo fue el chico capaz de soportar los constantes abusos?

La mayoría de los niños desarrolla un cierto mecanismo de disociación. Esto significa que separan lo que han experimentado de su vida cotidiana. A largo plazo, sin embargo, esto significa que los niños pueden tener problemas con sus propios cuerpos. Esto es comprobable, porque a menudo se cuidan poco o se lastiman a sí mismos. Necesitan sentir su cuerpo "negativamente" y solo a través de estos comportamientos extremos pueden lograrlo.

¿Qué consecuencias podría tener el abuso para el niño?

Sabemos que las consecuencias pueden ser relativamente diversas, especialmente porque en su caso han sucedido muchas cosas juntas. Si solo hubiera tenido una experiencia así una vez, la probabilidad de que desarrolle un trastorno de estrés postraumático, por ejemplo, sería relativamente alta. Pero este niño estuvo desatendido y abusaron de él durante un largo período de tiempo. Esto puede causar un espectro muy amplio de trastornos afectivos, desde la depresión y la ansiedad hasta los trastornos de conducta social altamente impulsivos. Sin embargo, estas perturbaciones no ocurren necesariamente. También depende de cómo se maneje el asunto ahora.

¿Cómo se puede tratar a un niño así?

En primer lugar, debemos ver si se desarrollan los síntomas. ¿Hay necesidad de hablar? ¿Tiene miedo, por ejemplo? ¿Es agresivo, impulsivo? ¿Está teniendo problemas para dormir? ¿Golpea a otros niños? ¿Tiene miedo de ir al sótano? ¿Tiene ataques de pánico? ¿Muestra alguna anormalidad psiquiátrica?
También depende de lo que quiera contar sobre sus experiencias. En última instancia, el terapeuta debe tratar de lograr su estabilidad emocional y responder a sus necesidades emocionales de una manera apropiada a su edad.

El siquiatra Michael Kölch es profesor en la Escuela de Medicina de Brandenburgo de Siquiatría Infantil y Adolescente y vicepresidente de la Sociedad Alemana de Siquiatría Infantil y Adolescente.

Gudrun Heise (RMR/ER)

 

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