Las autoridades iraníes estiman que el número de muertos es de entre 110 y 120 personas.

El avión de transporte C-130, que pertenecía a la fuerza aérea iraní, iba con rumbo al puerto de Bandar Abbas en el sur del país. Muchos de sus pasajeros eran periodistas locales que estaban viajando para cubrir ejercicios militares en el Golfo.

El piloto del avión había reportado problemas en el motor y solicitado un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto internacional Mehrabad de Teherán, pero se estrelló, poco antes de alcanzar la pista, contra un edificio ubicado en una zona densamente poblada del sur de Teherán.

Ahmad Ziaie, director de la brigada de bomberos de Irán explicó que los tanques del avión, tanto el de combustible principal como el de reserva estaban llenos, por lo que el avión quedó en llamas apenas golpeó el edificio. Un portavoz del Ministerio del Interior dijo que muchas personas habían muerto en tierra.

Antecedentes

Irán tiene un bajo récord de seguridad en sus aerolíneas, aunque la mayoría de accidentes registrados en los últimos 30 años involucran principalmente aviones construidos en Rusia.

Las sanciones de Estados Unidos le han impedido a Irán comprar nuevas aeronaves o piezas de recambio de Occidente, forzándolo a abastecer su flota de aviones Boeing y Airbus con naves de los países de la ex Unión Soviética.

En el mayor desastre aéreo militar de Irán, un Ilyushin-76 iraní se estrelló el 19 de febrero del 2003 en el sur del país, matando a los 276 soldados de la Guardia Revolucionaria y a los tripulantes que estaban a bordo.