Accidente en España: maquinista se niega a declarar
26 de julio de 2013 La historia de la mayor tragedia ferroviaria de España se sigue escribiendo con la investigación que realizan las autoridades policiales para determinar fehacientemente responsabilidades y razones que expliquen el accidente. Por ello era importante interrogar al maquinista, Francisco José Garzón Amo. Sin embargo, este viernes (26.07.2013)éste se negó a hablar.
De acuerdo con informaciones entregadas por la policía, el conductor del tren Alvia que se descarriló el pasado miércoles 24 de julio, se acogió al derecho a no declarar cuando los inspectores de la brigada judicial de la comisaría de Santiago de Compostela intentaron tomarle testimonio.
Garzón permanece hospitalizado por las heridas leves que sufrió en la tragedia y está detenido desde la tarde del jueves, imputado por la policía por imprudencia temeraria con resultado de muerte. Al momento en que la policía intentó tomarle declaración, el conductor se encontraba acompañado por su abogado.
Se quería “morir”
Garzón, de 52 años y con 10 trabajando como maquinista, reconoció poco después de producirse el descarrilamiento que iba a 190 kilómetros por hora en una zona donde la velocidad máxima permitida es de 80, pues se trata de un sector donde se toma una curva pronunciada. Según el presidente de la compañía ferroviaria Renfe, el funcionario había pasado 60 veces por el punto donde se produjo el accidente.
Según el presidente del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), Gonzalo Ferre, el conductor debió haber comenzado el proceso de frenado cuatro kilómetros antes de llegar a la zona de la tragedia. Para Ferre, la responsabilidad de todo recae exclusivamente en el conductor.
En declaraciones a la agencia EFE, Ferre aseguró que funcionaron todos los sistemas de seguridad y que el maquinista tenía todas las indicaciones en su hoja de ruta, pues “ésa es la función del maquinista dentro del tren, controlar la velocidad, si no sería un pasajero”. En las conversaciones registradas entre la máquina y la sala de control, Garzón dice que se quería “morir” apenas fue consciente de la desgracia que se había desatado.
DZC (Europa Press, dpa, El País)