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Merkel y los eurobonos

4 de diciembre de 2011

Políticos comunitarios favorables a la creación de eurobonos para hacer frente a la crisis financiera en el Viejo Continente tienen la esperanza de que Angela Merkel termine aceptando la implementación de ese mecanismo.

En las propias filas de su partido se alzan voces para que la canciller alemana acepte los eurobonos.Imagen: dapd

Considerando la gravedad de la crisis que aflige a los socios de la Unión Europea (UE) –la canciller alemana, Angela Merkel, la ha descrito como la más seria en los anales del bloque comunitario–, es muy probable que la cuadragésimo novena semana de 2011 pase a la historia como un momento decisivo para su moneda única: este 9 de diciembre tendrá lugar en Bruselas una cumbre para aprobar un plan definitivo con miras a evitar la bancarrota de los Estados más endeudados de la zona euro y la replicación de sus crisis fiscales en otros países.

Merkel y el presidente galo, Nicolas Sarkozy, los líderes más sobresalientes de Europa, parecen estar de acuerdo con la idea de “repensar” a la UE apelando a una reforma de sus tratados fundacionales para convertir al bloque comunitario en una unión fiscal y endureciendo las políticas presupuestarias de sus Estados miembros de tal forma que la solidaridad continental se vea complementada con disciplina nacional. Lo que se busca, dijo el mandatario francés, es que la eurozona se convierta en un “Gobierno económico real”.

Los bonos de la discordia

Pero, aunque Berlín y París coinciden en reforzar de forma duradera las bases de la unión económica y monetaria, introduciendo nuevos techos de endeudamiento para sus miembros y severas sanciones de aplicación automática para quienes no cumplan sus compromisos presupuestarios, el disenso sigue reinando en torno a los mecanismos más urgentes para poner coto a la crisis del euro: la continua intervención del Banco Central Europeo (BCE) en las economías más afectadas y la implementación de eurobonos.

Nicolas Sarkozy, presidente de Francia, y la canciller alemana, Angela Merkel.Imagen: picture alliance/dpa

Francia y otros países europeos han hecho un llamado para que el BCE otorgue créditos y siga comprando bonos de deuda a los Estados más golpeados por la crisis, medidas a las que el Gobierno alemán se ha opuesto con tanta vehemencia como a la creación de bonos públicos comunes para la zona euro. El objetivo de estos eurobonos es contribuir a mejorar la calificación de la deuda de los socios con mayores problemas financieros, pero Alemania teme que su economía se vea desbordada si tuviera que garantizar las deudas de sus vecinos.

Una semana de negociaciones

“No podemos crear eurobonos”, señaló este sábado (3.12.2011) el ministro germano de Finanzas, Wolfgang Schäuble. Sin embargo, no todos en Alemania están en contra de ese mecanismo. De hecho, en las propias filas de la Unión Demócrata Cristiana (CDU), el partido de Merkel, se alzan voces para que la mujer fuerte de Berlín acepte los eurobonos cuando se reúna este lunes (5.12.2011) con su homólogo francés. Una de esas voces es la de Günther Oettinger, comisario de Energía de UE; él confía en que Merkel terminará cediendo.

Günther Oettinger, comisario de Energía de UE.Imagen: picture-alliance/Wiktor Dabkowski

“Los eurobonos no se pueden descartar de plano; es posible que ellos sean necesarios”, comentó Oettinger en una entrevista con el diario alemán Die Welt. “Junto a las enmiendas del Tratado de Lisboa y a las medidas de consolidación, los eurobonos podrían actuar como un dique de contención para la crisis”, agregó el político democristiano, subrayando que en rondas de negociaciones como las que tendrán lugar esta semana, deben considerarse los diversos intereses. “Nadie pone sus cartas sobre la mesa de antemano”, sostuvo Oettinger.

¿Alemania versus Europa?

En la edición dominical de ese mismo periódico, el ex economista en jefe del BCE, Otmar Issing, argumentó en contra de los eurobonos. “Las objeciones del Gobierno alemán de cara a este mecanismo deberían ser apoyadas sin reservas”, dijo el experto, poniendo en duda que la creación de eurobonos pueda ser controlada efectivamente. “Los intereses generados por los bonos del Estado alemán aumentarían y los contribuyentes terminarían pagando las cuentas de un proceso descontrolado”, añadió Issing.

Otmar Issing, ex economista en jefe del Banco Central Europeo (BCE).Imagen: AP

“El ánimo de los alemanes se caldearía y su rabia sería dirigida contra Europa. ¿Queremos realmente correr ese riesgo?”, preguntaba el economista con talante retórico. De momento, el Gobierno de Merkel tiene que hacer frente a la situación opuesta. La canciller está consciente de la necesidad de disipar la impresión que tienen muchos europeos de que el destino del continente está sometido a la voluntad de Alemania. “La noción que tiene Alemania de una unión fiscal no tiene nada que ver con el hecho de que quiera dominar en Europea”, aclaró la canciller este viernes (2.12.2011).

Autor: Evan Romero-Castillo
Editora: Claudia Herrera Pahl

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