ACNUR cree que Europa no puede recibir más migrantes
28 de septiembre de 2016
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Europa no está lo suficientemente preparada para afrontar un posible nuevo aumento de la cifra de refugiados, advirtió hoy (28.09.2016) el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
"Europa no está preparada en lo que respecta a planes de emergencia", alertó el director de la oficina europea de ACNUR, Vincent Cochetel, en un debate organizado por el think tank European Policy Centre hoy en Bruselas. La situación en Afganistán y Siria sigue siendo difícil y en Irak "podría empeorar antes de mejorar", señaló.
Ante la caída del número de migrantes llegados a las islas griegas en las últimas semanas no se puede hablar ya de una crisis aguda, añadió Cochetel. "Es una situación controlable", pero sin embargo sigue siendo bastante caótica. Los países de la UE deben apoyar más a Grecia, señaló.
Los defensores de los derechos humanos coinciden en las críticas a la política de refugiados de la UE. Falta voluntad política, dijo la responsable de la oficina de Bruselas de Amnistía Internacional, Iverna McGowan. El reparto de refugiados griegos en otros países europeos apenas avanza, mientras el continente se blinda con una "política de miedo y vallas". El acuerdo migratorio de la UE y Turquía provocó un "funesto efecto dominó", señaló por su parte Valerie Ceccherini, del Consejo Noruego para los Refugiados, entre otras cosas porque refugiados sirios fueron frenados en la frontera con Turquía. (dpa)
Inusual campo de refugiados en Grecia
En la península griega del Peloponeso existe un inusual albergue para refugiados. Myrto Papadopoulos fue hasta allí para conocerlo de primera mano.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Conexión con el exterior
Un adolescente navega al atardecer por Internet. Los celulares inteligentes suponen en la mayoría de los casos la única conexión de los refugiados con el mundo exterior.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Equipamiento básico
Estos bungalows alojan a ocho personas en dos dormitorios. En cada casa hay un cuarto de aseo y una cocina pequeña equipada con una cocinilla de camping y un fregadero, pero no hay agua caliente ni frigorífico.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Descansando
Ranee Mousa, de 27 años, posa con su bebé de 8 meses, nacido en Siria poco antes de que Renee y su esposo huyeran hacia Grecia.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Momento de paz y tranquilidad
Mujeres del campo llevan de paseo a un grupo de niños por las afueras del pueblo de refugiados. Antes de que comience la temporada turística en junio, los alrededores de Myrsini son relativamente tranquilos y poco frecuentados.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Reflexionar sobre el futuro
Un grupo de hombres charla durante la puesta de sol en la playa a las afueras del campo de refugiados. En el campo viven menos de 60 hombres acompañados por sus mujeres e hijos.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Un hogar lejos de casa
Mujeres y niños sentados bajo la luz del atardecer frente a los bungalows turísticos. En total, hay 340 habitantes en el pueblo, 209 de ellos tienen menos de 18 años y 69 son mujeres.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Vida de familia
Una mujer siria posa frente a su alojamiento con su bebé de 6 meses en brazos. Algunas mujeres del campo que ya tienen niños pequeños están de nuevo embarazadas.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Una bendición para la economía local
Tarek Alfelou acude junto a sus hijos Wedad, de 11 años, y Ziad, de 7, al pequeño supermercado de Myrsini, situado a una media hora a pie del campo. La ciudad ha experimentado un pequeño auge económico gracias a las compras de los refugiados.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Un rostro conocido
El alcalde de la ciudad de Andravida, Nabil-losif Morant, procede de Siria. Asegura no ser el único alcalde de origen no griego en Grecia y que la idea del campo fue suya. El consejo municipal la aprobó de forma prácticamente unánime.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Cultivo de fresa
Un trabajador de Bangladés en su granja de fresas, situada cerca del campo de refugiados. Muchos trabajadores de las granjas de la región son migrantes del sur de Asia sin papeles válidos. Durante la temporada de recogida de la fresa, reciben entre 22 y 25 euros por ocho horas de trabajo.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Ayuda local
Giorgos Aggelopoulos es un habitante de Myrsini que colabora como voluntario en el campo de refugiados y ha trabado amistad con algunas de las familias. Asegura que la oposición de la gente contra el pueblo de refugiados ha amainado considerablemente después de que los habitantes vieron que se trataba, sobre todo, de familias con niños.