Acostarse siempre a la misma hora, una cuestión de salud
Larissa Warneck
27 de septiembre de 2018
No solo los niños ganan con una rutina de sueño fija. El corazón y el metabolismo de los adultos también lo agradecen.
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La falta de sueño puede provocar sobrepeso, estrés, alta tensión arterial, resistencia a la insulina, diabetes de tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
Quien se va a la cama y se levanta siempre a la misma hora vive más sano. Son varias las investigaciones que lo demuestran.
Un nuevo estudio llevado a cabo por investigadores del Centro Médico de la Duke University, en la ciudad estadounidense de Durham, ha probado que los niños no son los únicos que necesitan horarios regulares de sueño.
Irse a la cama cada día a la misma hora ayuda a tener un corazón más fuerte y un metabolismo más saludable, señala el estudio.
Los investigadores estudiaron los patrones de sueño de 2.000 adultos que durante una semana llevaron puestos sensores y escribieron un diario de sueño.
Quienes se acostaban a horas diferentes tenían más probabilidades de tener sobrepeso, así como más glucosa en la sangre que quienes mantenían una regularidad en estos horarios.
Además, el riesgo de infartos y apoplejía crece entre el grupo de hábitos menos fijos.
Por tanto, quien se acuesta siempre a la misma hora, también el fin de semana, no solo cuida su alma, sino también su cuerpo.
Autora: Larissa Warneck (EAL/ERS)
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Los mejores consejos contra el estrés
Quienes padecen estrés frecuente se arriesgan a sufrir depresiones, infartos e ictus. Pero bastan unas sencillas medidas para evitar estresarse. Siete sugerencias:
Imagen: Fotolia
Entrenar la resistencia
Entrenar la resistencia física de manera ligera contrarresta los efectos del estrés. Hacer jogging y andar en bicicleta ayuda a reducir la hormona del estrés y beneficia el sistema circulatorio. Diversos estudios demuestran que el deporte tiene efectos beneficiosos incluso si uno está agotado. Los deportes de rendimiento o competitivos no son idóneos, porque también generan estrés.
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Emplear técnicas de relajación
Métodos como la relajación muscular progresiva o el entrenamiento autógeno poseen una buena base científica; también se han demostrado los efectos del yoga y la meditación. Estos procesos liberan tensiones, reducen la tensión física emocional y estimulan la capacidad de resistencia, la calma y el estado de satisfacción. También ayudan en situaciones de estrés agudo.
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Usar los lugares de reposo
El silencio es una medicina muy eficaz contra el estrés: calma los nervios, regenera la mente y los sentidos. Si en la vivienda existe un lugar tranquilo, se recomienda adoptar el hábito de pasar en éste de 15 a 20 minutos al día. También las grandes urbes tienen remansos de paz: museos, bibliotecas, iglesias… ¡basta buscarlos!
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Salir a la naturaleza
Científicos holandeses han demostrado que el color verde relaja y alegra. Quienes poseen un jardín propio o viven cerca de un parque tienen mejor salud psíquica que los demás urbanitas y sufren menos problemas circulatorios. Aconsejamos salir al campo regularmente para disfrutar sus aromas, el susurro de las hojas o el trinar de los pájaros.
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Planificar fases de calma
Anotar en el calendario personal como actividades importantes a realizar, las medidas antiestrés como hacer jogging, el entrenamiento autógeno o dar paseos por un parque. Los urbanitas tienden además a colmar de citas todo su tiempo libre, para ver la última exposición o para cenar con alguien. Quien se sienta estresado debe dar prioridad al descanso.
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Hacer breves recreos activos
El cuerpo y la mente requieren momentos de recuperación. Quien trabaja todo el día ante un escritorio acumula tensiones y el nivel de la hormona del estrés en la sangre puede alcanzar valores críticos. Un breve paseo a ritmo rápido al aire libre para estirarse, alivia y permite regresar relajado y tranquilo al lugar de trabajo.
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Dormir lo suficiente
La mayoría de la gente duerme demasiado poco. Las horas de sueño varían de una persona a otra. Durante el tiempo que dormimos, el organismo se recupera del estrés. Siempre que sea posible, procúrese descansar en un dormitorio bien aireado sin sonidos que molesten, ni ronquidos de nadie…