DW: ¿Cuáles son a su parecer los errores cometidos por Europa a la hora de lidiar con la crisis de los refugiados?

Dimitris Papadimoulis: El primer y peor error de Europa es creer que la Unión Europea, con una población de 500 millones de personas, está encarando una crisis de refugiados, cuando en realidad estamos hablando de solo uno o un millón y medio de refugiados. Líbano y Jordania también están gestionando una crisis de refugiados.

El segundo error es que parece que el tema nos haya pillado por sorpresa cuando se podía predecir perfectamente que la guerra siria originaría estas mareas de refugiados. El tercer error es que Europa falló a la hora de aplicar sus propias decisiones. La decisión tomada en septiembre pasado del programa de reubicación de la UE solo se ha llevado a cabo en menos de un 1%.

También se ha fallado a la hora de tolerar acciones unilaterales por parte de ciertos países miembros. Cuando el año pasado Grecia pedía más flexibilidad en temas de política económica, nos contestaron que solo podían aplicarse las decisiones aceptadas por la integridad de la UE. Ahora que deberían aplicarse con respecto a los refugiados, está permitido que, sin ratificación alguna, ciertos países tiren las decisiones colectivas de la UE por la ventana. Esto es una Europa a la carta.

¿Cree usted que debería cancelarse el programa de reubicación en vista de lo lento que funciona?

El programa debería ponerse en práctica y no cancelarse. El proceso debería ser más rápido. Los países que rechazan participar en este programa voluntario deberían entonces poner su grano de arena económicamente pagando los gastos equivalentes al Banco Central Europeo. Tampoco es posible que Polonia haya aceptado en septiembre pasado acoger a 7.000 refugiados y ahora se niega por completo con la excusa de los recientes atentados en Bruselas.

¿Qué errores ha cometido el gobierno del partido Syriza con la crisis?

No tendría sentido para mí intentar esconder los errores, los retrasos y los puntos débiles de nuestra gestión. Usaré las palabras de Fabrice Leggeri, el director de Frontex. Habiendo vivido de cerca las mareas de refugiados en las islas griegas, dijo que cualquier país, incluso con una administración perfecta, hubiese tenido también problemas.

Por ahora, Grecia ha cumplido con todas sus obligaciones, mientras que Europa en su totalidad no ha hecho gran cosa y Turquía todavía no ha comenzado a poner en marcha el acuerdo pactado.

¿Qué opina sobre el acuerdo actual entre Europa y Turquía?

Este acuerdo es un error garrafal de la Unión Europea a la hora de gestionar la crisis de los refugiados. La UE tenía una solución, la decisión de septiembre pasado, y no fue capaz de llevarla a cabo y decidió entonces concederle a Turquía el papel de subcontratista.

Se nos ha asegurado que se respetarán todos los aspectos de derechos humanos, lo que sería fabuloso si se hiciera realidad. Creo que la crítica al pacto nos permite presionar a las autoridades turcas para que realicen lo acordado.

Para Grecia este acuerdo, incluso con sus puntos flacos, supone menos presión debido a una Europa que rechaza aplicar sus decisiones y al fracaso del presidente turco, Erdogan, a la hora de frenar las actividades de las mafias traficantes. A nosotros, nos viene bien un alivio tras tanta presión, porque no debemos olvidar que somos un país lidiando con dos crisis, la de refugiados y la económica.

¿Dónde radica el problema del actual acuerdo en reubicar un refugiado sirio en Europa por uno deportado que haya llegado a Europa cruzando ilegalmente el continente? ¿Por qué no se ha tratado el problema básico de los contrabandistas y el riesgo que supone para los refugiados usar nuevas rutas y además más peligrosas?

En los acuerdos pactados, la prioridad es eliminar las redes de mafias y contrabandistas. Si quisiera, Turquía ya podría haberlo hecho. Y por eso es importante hacer presión, porque si permitimos que las masas de refugiados sigan siendo grandes, el sistema de uno entra y otro sale no acabará más nunca.

La llegada de refugiados a Grecia ha disminuido considerablemente la semana pasada. ¿Es esta una señal de que el nuevo acuerdo funciona?

Pienso que es una pequeña señal alentadora, pero tendremos que esperar a ver qué pasa porque por experiencia sabemos que con las mareas de refugiados unas veces aumentan y otras disminuyen. Hay que ver ahora si todas las partes participantes ponen en marcha el acuerdo de forma correcta y exitosa. Es aún demasiado temprano para decir si el acuerdo está funcionando o no.

Dimitris Papadimoulis es el vicepresidente de la Eurocámara y eurodiputado de Syriza en Bruselas.