DW: La parte política del acuerdo de asociación entre Ucrania y la Unión Europea entrará en vigor en noviembre de este año tras su ratificación en el Parlamento Europeo, pero la aplicación de la parte económica -el tratado de libre comercio- se pospuso hasta finales de 2015. ¿Qué consecuencias tiene esto para Ucrania?

Elmar Brok: No se ha pospuesto nada. En realidad se llegó a un acuerdo cuya aplicación se hará de forma escalonada. Por ejemplo, durante el tiempo de transición, la libertad aduanera para los productos ucranianos en la Unión Europea será la misma que al final de la implementación. Ucrania, por su parte, podrá poner y ampliar aranceles sobre ciertos productos. La aplicación será escalonada hasta que el acuerdo entre en vigor por completo.

Para muchos ucranianos, esta decisión fue una sorpresa. ¿Por qué se llegó a esa conclusión?

Se habló de ello en Newport (durante la cumbre de la OTAN que tuvo lugar los pasados 4 y 5 de septiembre en Gales) y en la cumbre de la Unión Europea del pasado mes de julio ya comenzamos a pensar en esa posibilidad. Una aplicación inmediata del acuerdo podría poner en peligro la economía ucraniana por la fuerza que tienen las empresas europeas en el mercado. De esta manera, los empresarios ucranianos tendrán tiempo de prepararse durante el período de transición para la competencia que se les avecina.

¿Qué tendría que pasar en Ucrania en estos 15 meses que transcurrirán hasta la plena aplicación del tratado de libre comercio?

Durante el proceso de transformación, los ucranianos deberían adaptar sus leyes tributarias y aduaneras. Vamos a tratar de no ralentizar ese proceso, pero, al mismo tiempo, una buena ayuda consiste en no insistir en que lo hagan todo de inmediato. Me explicaré con un ejemplo del pasado: cuando la Unión Soviética colapsó, no se llevaron a cabo los planes previstos de que la economía de la Alemania Oriental continuara distribuyendo ciertos productos a la Unión Soviética hasta 1994-1995. Aquello condujo a que la economía del este alemán no fuera capaz de soportar la competencia y colapsara. Eso no debe suceder en el caso de Ucrania.

¿Esta implementación por tramos supone una ventaja para Ucrania?

Sí.

¿Y qué supone para la Unión Europea?

Por la actual situación en Ucrania, que se encuentra bajo influencia rusa y en situación de guerra, tenemos que prescindir de algunas de las ventajas del acuerdo para disfrutarlas más adelante. Los ucranianos podrán poner aranceles aduaneros para proteger su economía y nosotros, en cambio, no podremos hacerlo.

Rusia podría poner en los próximos meses más objeciones contra el acuerdo de asociación. ¿Cambiaría en ese caso el texto?

No, puesto que ese proceso concluyó y los rusos ya aceptaron. Estuvieron presentes durante las negociaciones. Todo lo que se acordó entrará en vigor, solo que de forma escalonada, como sucede en muchos otros casos. En términos legales, todo el acuerdo se implementará, aunque habrá regulaciones específicas para el período de transición. Eso es lo normal.

El político alemán Elmar Brok (CDU) es desde 2012 presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Parlamento Europeo.