Tras un intenso debate, la mayoría del gabinete británico apoyó el acuerdo sobre el "brexit" que recomendó Theresa May. Pero el peligro para ella y para el trato aún persiste.
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Finalmente, una aliviada Theresa May se paró frente a la famosa puerta negra de 10 Downing Street y dijo: "Este acuerdo es el mejor que podía haberse negociado". Después de una apasionada discusión, el gabinete decidió apoyar. "Creo con la cabeza y el corazón que esta decisión es la mejor para todo nuestro Reino Unido", agregó. Alrededor de un tercio de los ministros tenían serias reservas, pero una mayoría terminó por pronunciarse a favor tras un duro intercambio. La primera ministra evitó explícitamente la palabra "unánime" en su declaración.
May como sobreviviente
La discusión del gabinete duró cinco horas, y mientras más tiempo permanecía cerrada la puerta de Downing Street, más se especulaba entre los periodistas que hacían la guardia. En el medio se canceló una rueda de prensa que May había anunciado para la tarde. ¿Había fracasado todo? Pero la primera ministra es una sobreviviente política y sobrevivió también al "brexit".
Poco después del anuncio, los socios negociadores publicaron las 586 páginas del acuerdo de divorcio en la web. Ahora los ministros también podrán leer en detalle en qué se están involucrando. Porque la noche anterior la primera ministra solo les había permitido mirar el borrador en una sala de lectura vigilada.
Insatisfacción por todos lados
Pero más allá de lo que haya decidido el gabinete, la historia aún no termina. Todavía continúan las amenazas sobre May. Las renuncias de los ministros aún son posibles y hasta que el Parlamento se reúna el jueves (15.11.2018) por la mañana, la situación puede cambiar.
"Brexiters" duros como Jacob Rees-Mogg o Boris Johnson ya expresaron su furiosa protesta contra el acuerdo. El "ultrabrexiter" Nigel Farage, quien no tiene un cargo oficial, aseguró la misma noche que se trata del "peor trato de todos los tiempos". Este sector ve el acuerdo como una traición al "brexit" duro que liberaría al reino de todas las ataduras.
Los miembros del DUP de Irlanda del Norte ya han declarado que no pueden apoyar el tratado. Theresa May se reunió en la noche con la jefa de DUP, Arlene Forster, quien previamente había amenazado sobre las consecuencias que traería que no se respetaran sus demandas. Lo cierto es que a pesar de su continua resistencia, el tratado contiene un tipo de tratamiento especial para Irlanda del Norte.
El diablo está en los detalles
Una vez que todos los parlamentarios y políticos hayan debatido las más de 500 páginas del tratado de divorcio, probablemente se encontrarán más pelos en la sopa. La resistencia puede aumentar lentamente. Por ejemplo, los conservadores escoceses protestan porque la cuestión de la pesca se ha pospuesto. Y el jefe de Gobierno, Nicola Sturgeon, del SNP, se queja de que Escocia no tenga una relación particularmente estrecha con la UE.
Además, el acceso a la UE para el mercado financiero hará que algunos se sientan descontentos: será mucho más limitado de lo que se esperaba después del "brexit". Y así, en los detalles, podemos encontrar incluso más puntos que alimentan la resistencia al contrato.
Está claro: el acuerdo es solo el primer paso. A la regulación legal de la futura relación se le volverá a enfrentar una dura y larga negociación frase por frase.
¿Hay una opción para el "no-brexit"?
La idea de un segundo referéndum ha ganado impulso en las últimas semanas. Muchos parlamentarios laboristas han condenado el acuerdo del Gobierno al definirlo como la peor solución posible. Y el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn, dijo: "Por lo que he visto hasta ahora, este acuerdo no es de interés nacional".
Por su parte, los observadores en Londres dicen que Theresa May no cuenta con la mayoría en el Parlamento. Entonces tal vez la puerta se abra para un segundo referéndum, debido a que muchos británicos ahora están perdidos ante este "brexit", ya que no les traerá ninguno de los beneficios prometidos, sino la probable pérdida de derechos, de participación y de poder económico. Como dijo Theresa May al final de su declaración: "Nos esperan días difíciles".
(DG/RRR)
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Estos son los protagonistas del "brexit"
Reino Unido está abandonando la UE. ¿Quiénes son los protagonistas de este drama? Acá revisamos a los involucrados en este desordenado divorcio.
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La líder dubitativa: Theresa May
Theresa May se convirtió en primera ministra luego de que David Cameron renunciara al cargo tras la votación del "brexit", en junio de 2016. Desde entonces, May ha intentado determinar qué tipo de "brexit" quiere su Gobierno. La línea más dura del Partido Conservador busca una salida a toda costa. Otros prefieren mantenerse cerca del bloque. La UE ha rechazado muchas de las exigencias de May.
El líder laborista no juega ningún rol en las conversaciones sobre el "brexit", pero es influyente en su condición de jefe del principal partido opositor. Los laboristas han presionado al Gobierno, que tiene ligera mayoría en el Parlamento, para obtener un "brexit" suave. Pero la actitud de Corbyn ha sido tibia. En 1975, el izquierdista votó por la salida de Reino Unido de la Comunidad Europea.
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El enemigo bullicioso: Boris Johnson
Los dos turbulentos años de Boris Johnson como ministro de Exteriores llegaron a su fin el 9 de julio de 2018. El conservador había sido uno de los principales rostros de la campaña por salir de la UE y siempre desaprobó la propuesta de "brexit suave" de May, señalando que lo mejor era un quiebre total con la UE. En su día, fue el segundo miembro del gabinete en renunciar en 24 horas.
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El alegre exdelegado: David Davis
David Davis encabezó el Departamento Británico para la Salida de la UE y fue jefe negociador de su país hasta que dejó su puesto, el 8 de julio, 24 horas antes de que Downing Street anunciara también la salida de Boris Johnson. Davis se había opuesto durante años a la UE y por ello se le otorgó el cargo. Estuvo en varias rondas de negociaciones con su contraparte de la UE, Michel Barnier.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/V: Mayo
Tras los pasos de Davis: Dominic Raab
Tras la renuncia de David Davis, Theresa May convocó al euroescéptico Dominic Raab. Este legislador pro "brexit", había ejercido antes como jefe de personal de Davis. Previamente, había trabajado para un negociador palestino en el proceso de paz de Oslo, además de desempeñarse como abogado internacional en Bruselas. El 15 de noviembre, también Raab renunció al cargo.
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El diplomático del cambio: Jeremy Hunt
Jeremy Hunt fue el encargado de Salud del Reino Unido hasta que reemplazó a Johnson como titular de Exteriores, en julio de 2018. El político, de 51 años, había apoyado la permanencia en la UE, pero dijo en 2017 que había cambiado de opinión en respuesta a la "arrogancia de la Comisión Europea" en las conversaciones sobre el "brexit". Se ha comprometido a lograr "un gran acuerdo" para Reino Unido.
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El duro: Nigel Farage
Nigel Farage fue el líder del Partido de la Independencia del Reino Unido ((UKIP) hasta julio de 2016. En su rol, ayudó a presionar al entonces premier David Cameron para que llamara a un referéndum sobre el "brexit". Fue un activista en la campaña por dejar la UE, y todavía tiene cierta influencia en las conversaciones debido a su enorme popularidad entre los que apoyan el "brexit".
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El hombre de las finanzas: Arron Banks
El empresario Arron Banks es amigo de Farage y donó una cantidad de dinero importante al antiguo líder de UKIP, llegando a convertirse en el mayor financista del movimiento por la salida de la UE. Tuvo varias reuniones con autoridades rusas antes del referéndum, pero ha rechazado acusaciones de haberse coludido con Rusia de cara al "brexit", calificando las denuncias como una "cacería de brujas".
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Los jefes europeos: Jean-Claude Juncker y Donald Tusk
Los presidentes de la Comisión Europea (Juncker) y del Consejo Europeo (Tusk) son los cargos más importantes dentro del bloque. Juncker dirige el Ejecutivo. Tusk representa a los 27 gobiernos de la UE. Y ambos han liderado la posición de Bruselas en las negociaciones. Lo que diga Tusk es muy importante: sus 27 jefes -y no la Comisión- son los que votarán el acuerdo que se alcance con Londres.
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El europeísta acérrimo: Michel Barnier
Desde que fue nombrado negociador principal para el "brexit", en octubre de 2016, el exministro de Exteriores de Francia y comisionado europeo se ha convertido en un nombre familiar en la UE. Pese a su prominencia, Barnier tiene un margen de acción limitado. Su función es seguir las estrictas directrices que imponen los 27 e informar periódicamente de los avances en las conversaciones.
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El vigilante inquieto: Leo Varadkar
El premier irlandés ha sido uno de los líderes más importantes durante las negociaciones. Reino Unido ha dicho que abandonará la unión aduanera y el mercado único de la UE. Eso significa que Irlanda, miembro de la UE, podría reinstalar controles aduaneros en la frontera con Irlanda del Norte, una región británica. Pero Varadkar ha dicho que el regreso de una "frontera dura" no es aceptable.
Los líderes de los 27 gobiernos de la UE han dirigido las negociaciones. Han acordado los lineamientos generales que deben encauzar el camino del jefe negociador Barnier, y han ayudado a crear una posición común que debe ser coordinada por Tusk y Juncker. Cada gobierno puede, además, influir en el resultado final, pues el acuerdo debe ser aprobado por unanimidad.