1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Adiós a la "Reina de la Salsa"

Valeria Risi17 de julio de 2003

"Azúcar" era algo así como su grito de guerra y hasta su muerte, el 16 de julio, la cubana Celia Cruz siguió cautivando a su público y endulzando sus corazones.

Celia Cruz ensayando para los premios Grammy en el año 2002.Imagen: AP

Celia Cruz murió en su residencia de Fort Lee, en el estado de Nueva Jersey, en los Estados Unidos, víctima de un cáncer encefálico. Cruz, que sufría de cáncer desde hace ya varios años, había caído en un coma profundo antes de morir y fue acompañada hasta el final por su marido Pedro Knight y los amigos más cercanos.

Pocos meses atrás la "leyenda de la música cubana" había declarado que "no tenía la menor intención de dejar de cantar jamás". En febrero pasado obtuvo su quinto premio Grammy, a la mejor grabación salsa del año. En el mes de marzo la comunidad cubana de Miami le hizo un homenaje en vida, en el cual artistas como Gloria Estefan, Gloria Gaynor y José Feliciano, entre otros, interpretaron sus más grandes éxitos. Celia misma, ya marcada por la enfermedad, apenas pudo cantar.

Nace una estrella

Celia Cruz nació en el barrio de Santos Suárez, en La Habana, hace 78 u 82 años, según qué versión se tome. Creciendo con trece hermanos empezó a entrenar su voz cantándole canciones de cuna a los más pequeños. Al ganar concursos radiales de canto, como "La hora del té", ya se vislumbraba la artista que llegaría a ser. Cruz, que se formó en el Conservatorio de La Habana, inició su carrera como solista de "La Sonora Matancera" en 1950. Aunque su estilo tan peculiar no fuera aceptado de inmediato por el público, contó con el apoyo de su conjunto, que confiado en su "swing" y carisma, la convirtió en miembro permanente durante 15 años. Junto a "La Sonora Matancera" Celia Cruz recorrió toda América Latina, donde se la llegó a conocer como "la guarachera de Cuba".

Cubana anti-castrista

Gloria Estefan, otra exiliada cubana famosa, que cantó con la Cruz.Imagen: AP

En 1960, durante una actuación en México, Celia Cruz decide no regresar más a su patria y exiliarse en los Estados Unidos. Dos años más tarde se casa con Pedro Knight, trompetista de "La Sonora Matancera", y su representante desde 1965, fecha en que inicia su carrera solista. Celia Cruz se convierte en un símbolo del anticastrismo para los cubanos exiliados en los Estados Unidos. "Castro jamás me perdonó", declaró la estrella cuando se le prohibió pisar Cuba para asistir al funeral de su padre. Ninoska Pérez, de la Fundación Nacional Cubano Americana, describió a la artista como "la mejor embajadora del exilio cubano".

Vida exitosa

"La Reina de la Salsa" grabó más de 70 discos, veinte de los cuales se convirtieron en discos de oro. La carismática Cruz trabajó con los grandes maestros latinos como Tito Puente, Johnny Pacheco, Willie Colón y los Fania All-Stars, entre muchos otros, pero también con Dionne Warwick, David Byrne, Wyclef Jean y el grupo de rock Los Fabulosos Cadillacs, por nombrar sólo algunos. Celia Cruz fue nominada 15 veces para los premios Grammy, recibió tres doctorados Honoris Causa de las universidades de Yale y Miami y la Ciudad de San Francisco declaró el 25 de octubre de 1997 como "El Día de Celia Cruz en San Francisco". En 1987, Hollywood le otorgó una estrella en el célebre "Paseo de la Fama" y en 1994 el presidente estadounidense, Bill Clinton, le entregó la prestigiosa "National Medal of Arts".

Pero aún habiendo recibido un sinfín de premios, Celia Cruz se caracterizó hasta el final por su profunda sencillez y alegría contagiosa. El mundo hispano está de luto por la pérdida de la "guarachera cubana"; porque, como ya dijera el compositor dominicano Rafael Solano, "una artista de la talla de Celia Cruz nace una vez cada 200 años". El cuerpo de Celia Cruz será trasladado a Miami, donde la comunidad cubana, que cuenta con 700.000 miembros, le rendirá un último tributo, luego de lo cual será enterrado en el Bronx neoyorquino.