Adiós al Palast der Republik
19 de enero de 2006El edificio que fuera símbolo del régimen de la extinta RDA, el Palast der Republik, representa a estas alturas mucho más que una reliquia del pasado. La antigua Cámara del Pueblo de la República Democrática Alemana, orgullo de Erich Honecker y los suyos, no sólo apasiona a los nostálgicos de Berlín oriental. También ha ido conquistando adeptos en los círculos artísticos de la capital alemana, que han movilizado todos los recursos a su alcance para evitar su demolición.
Pero todas las campañas han sido en vano. Ahora el Parlamento alemán, el Bundestag, firmó la sentencia de muerte del edificio, rechazando una moción del Partido de la Izquierda y Los Verdes. Estos pedían una moratoria de demolición hasta que se aclare el destino del terreno, que es el mismo donde estuvo el Palacio Imperial de los Hohenzollern, seriamente dañado por los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial y luego demolido en los años 50, por las autoridades de la RDA.
Polo cultural
Evidentemente, la mayoría de los diputados no encontró convincente el argumento de que, aparte de ser parte de la historia de la ciudad, el inmueble se ha convertido en signo de una generación de berlineses que creen que "ya no es del este o del oeste", como señaló ante el Bundestag Gregor Gysi, líder del Partido de la Izquierda.
Tampoco bastó remitirse a la importancia adquirida por el edificio como polo cultural. El Palacio, situado junto al Alexanderplatz y ante la Isla de los Museos, ha servido en los últimos años de escenario a diversas acciones de arte. Por ejemplo, su interior fue convertido en piscina surcada por botes neumáticos, o sirvió para exponer un ejército de réplicas de los Guerreros de Terracota.
Pese a la sentencia del Bundestag, los defensores del Palast der Republik no se dan por vencidos y descartan acciones de protesta en cuanto las grúas aparezcan por el solar, lo que se prevé ocurra entre finales de mes y principios del siguiente.