Adiós al Título 42, pero no a los obstáculos migratorios
10 de mayo de 2023
Tensión y esperanza entre los migrantes poco antes de que deje de aplicarse el Título 42, una medida con la que EE. UU. ha llevado a cabo más de dos millones de expulsiones.
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América Latina es una región en perpetuo movimiento, en la que los asuntos relacionados con los migrantes cobran regularmente protagonismo mediático, y en la que, según datos de la OIM (Organización Internacional de las Migraciones), se ha producido el mayor aumento mundial de la migración internacional en los últimos años: desde los 8,3 millones de personas en 2010 hasta los 16,3 en 2022.
El actual foco informativo se encuentra en un lugar clave: la frontera entre México y Estados Unidos. El 11 de mayo de 2023 a las 23:59, hora de Washington D.C., queda inactivado el restrictivo Título 42 que Trump aplicó durante la pandemia, y que hacía prácticamente imposible pedir asilo en EE. UU.
Nuevos obstáculos
La tensión aumenta en la frontera a medida que se acerca el levantamiento de la norma sanitaria que ha sido utilizada, según datos oficiales, 2,8 millones de veces desde su entrada en vigor, en marzo de 2020. En previsión de una situación "caótica", el presidente Joe Biden cuenta con 24.000 agentes en la frontera con México para atender a los migrantes que tomen "vías legales" para entrar al país y expulsar al resto.
Pero las esperanzas de la gente ante el fin del Título 42 van a tropezar con otras piedras. Para empezar, la más básica: las leyes vigentes, que consideran ilegal en el país a quien llegue por los cruces irregulares. Además, un nuevo reglamento entra en vigor el jueves (11.5.2023), según el cual, solo podrán acceder al asilo quienes lo hayan solicitado en otro país y se les haya negado.
"Quien cruce la frontera tendrá que demostrar que pidió asilo en México y se le rechazó para poder ingresar en EE. UU. y solicitarlo ahí. Si no lo hace, esa persona será puesta en un proceso de deportación, y será expulsada a México o a otro país", explica a Deutsche Welle Ariel Ruiz, experto del think tank con sede en Washington Migration Policy Institute. Cabe recordar que las personas expulsadas tienen prohibida la admisión en Estados Unidos durante al menos cinco años y pueden enfrentar un proceso penal por cualquier intento posterior de cruzar la frontera ilegalmente.
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Más migrantes en el Tapón del Darién
Otro de los puntos calientes migratorios en América Latina es la frontera entre Colombia y Panamá, donde el flujo de personas que se concentra para atravesar el temible Tapón del Darién no deja de aumentar. Los datos oficiales de Panamá muestran que, solo en abril de 2023, 40.000 personas cruzaron esta selva fronteriza.
"Es un número seis veces mayor respecto al mismo periodo del año pasado. Solamente en los últimos nueve días de mayo de 2023, ha habido 16.000 migrantes cruzando el Tapón del Darién", detalla Ariel Ruiz. "Tan importante es esta frontera para Estados Unidos, que el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, viajó a Colombia y a Panamá para tratar de que estos tres países juntos puedan intentar detener los flujos irregulares en esa parte del mundo", prosigue Ruiz.
Crisis en otros países
El experto recuerda que, teniendo el cuenta el número de migrantes, las fronteras calientes de América Latina son México-Estados Unidos, Guatemala-México y Colombia-Panamá. Pero, en una región con distintas corrientes y dinámicas migratorias, hay otros puntos que acaparan atención informativa, como recientemente la crisis en la frontera entre Chile y Perú, militarizada para tratar de contener la situación.
"Esa es una frontera con una fracción de los flujos que estamos viendo en Colombia y Panamá", dice Ariel Ruiz. Chile ha sido en los últimos tiempos destino favorito de muchos migrantes, atraídos por la economía de aquel país. "El número de migrantes es más elevado en Colombia-Panamá y en México, pero las condiciones de vida son muy difíciles también para las personas varadas entre Chile y Perú", subraya Ruiz.
(ers)
El Tapón del Darién: la ruta migratoria más letal de las Américas
El Tapón del Darién es una selva indómita. Este istmo, que une a Suramérica con el resto del continente, es la última alternativa para los migrantes que arriesgan perder la vida, antes que perder la esperanza.
Imagen: Fernando Vergara/AP Photo/picture alliance
La selva que ni los españoles ni los ingenieros lograron vencer
Durante siglos, pocos se atrevían a cruzar el Tapón del Darién, la selva que conecta a Suramérica con Centro y Norteamérica. Pero, desde 2004, tras la fundación de Frontex, la guardia que blinda la UE, migrantes asiáticos y africanos descubrieron el Darién para llegar a EE.UU. En 2021 la cruzaron 95.000, en su mayoría haitianos, cubanos y venezolanos. Hasta septiembre de 2022, ya eran 158.000.
Imagen: Lee Dalton/Avalon/NHPA/picture alliance
Mejor parques naturales que autopista Panamericana
La Panamericana recorre 25.750 kilómetros de Tierra del Fuego hasta Alaska, pero un tramo de 100 kilómetros impide la conexión. Ni Panamá ni Colombia han cedido a construir autopista o carrilera. Hoy la opción es ecológica. La región alberga dos parques naturales: Katíos en Colombia, y Darién, en Panamá, con 5790 km², Patrimonio de la Humanidad y mayor Reserva Biosfera de América Central.
Imagen: Arnulfo Franco/AP Photo/picture alliance
El Tapón del Darién es también territorio de indígenas
La selva entre Colombia y Panamá no es un territorio de nadie. Le pertenece también a diversas etnias indígenas, como los Emberá-Wounaan (en la imagen) y Guna Yala que viven en dos decenas de comunidades. A su lucha por la defensa de su territorio y la deforestación para el cultivo de coca, se agrega la incursión de miles de migrantes y refugiados. Y, detrás de ellos, los traficantes de personas.
Imagen: Sergi Reboredo/picture alliance
El Darién, una joya de la biodiversidad en las Américas
El continente americano duró 60 millones de años separado. El geofísico alemán Alfred Wegener basó su teoría de la deriva continental en el estudio de la unión del Istmo de Panamá que produjo el Gran Intercambio Biótico Americano. Gracias a este, hay llamas y jaguares en Suramérica, colibríes en Centroamérica y pumas en EE.UU. El Darién alberga más de 2.300 especies de árboles. Norteamérica mil.
Imagen: Avalon.red/NHPA/picture alliance
Necoclí: el número de refugiados supera al de habitantes
Una familia haitiana acampa en la terraza de una casa de familia en Necoclí. Los refugiados huyen de sus países y llegan hasta aquí por muchas razones: islamistas en África, terremotos y el asesinato del presidente en Haití, las dictaduras en Cuba y Venezuela y el regreso de los talibanes en Afganistán. Necoclí tiene 20 mil habitantes y más del doble de aspirantes a sobrevivir el paso del Darién.
Imagen: Ivan Valencia/AP Photo//picture alliance
Países de tránsito, superados por la crisis y sin solución a la vista
Colombia recibe a los refugiados de Ecuador y el Caribe y les concede un salvoconducto para cruzar el país rumbo a Panamá. El 6 de agosto, la canciller panameña, Erika Mouynes, y su homóloga y vicepresidenta colombiana, Marta Lucía Ramírez, acordaron que el puerto de Necoclí solo podía vender 500 pasajes diarios hacia Capurganá, la antesala de la selva. Una restricción que ha empeorado el atasco.
Imagen: Ivan Valencia/AP Photo//picture alliance
La opción que obliga a huir: "Morir en Haití, o morir fuera de Haití"
Una madre con su bebé en brazos cruza un río, ya rezagada. A los haitianos solo les queda dos opciones: “Morir dentro o morir fuera de Haití”, dice a DW el científico colombo-haitiano, Wooldy Edson Louidor. Además, la pandemia dejó sin sustento a miles de los 200.000 refugiados haitianos en Chile y 80 mil en Brasil. Louidor pone la crisis en una frase: "Esto es una estampida de la desesperación".
Imagen: Fernando Vergara/AP Photo/picture alliance
Al límite de tirarse al mar en cualquier objeto que flote
Debido al límite de embarques diarios exigido por Panamá a Bogotá, la situación en Necoclí es cada vez más precaria. El pueblo está desbordado y la mayoría tiene que esperar hasta un mes para conseguir un cupo en un bote. Pero como tienen que cubrir los costos de alojamiento y comida, muchos se quedan varados, o buscan cruzar el golfo en cualquier cosa que flote.
Imagen: Fernando Vergara/AP Photo/picture alliance
Capurganá, de paraíso caribeño a puerta de entrada al "infierno verde"
Capurganá era un caserío que vivía de sus playas y la brisa del mar Caribe que atraía a los turistas que prefieren un bohío de la etnia kuna a los resorts de cadenas hoteleras. Hoy, Capurganá y su vecina Acandí, conocida por las tortugas Carey, reciben a los migrantes que cruzan el golfo de Urabá en bote, procedentes de Necoclí, camino a internarse en la selva. Con sus bellezas y amenazas.
Imagen: Migración Colombia
Pies secos sobre el primer río, pero falta una veintena
Migrantes pasan con los pies secos el primer río de la travesía iniciada en Acandí. Las carretas tiradas por caballos se devolverán una vez los dejen en la otra orilla. Los refugiados tendrán que cruzar a pie una veintena de ríos más. La travesía dura entre 6 a 10 días. Quienes se internan en la selva, se precian de haber sobrevivido a los numerosos naufragios en el golfo de Urabá.
Imagen: Fernando Vergara/AP Photo/picture alliance
El Darién no es una jungla tropical como el Amazonas
El Darién forma parte del istmo de Panamá que divide el océano Pacífico y el mar Caribe. Esta selva no es una llanura como el Amazonas sino una quebrada serranía con alturas de hasta 1.340 metros y decenas de caudalosos ríos que arrastran a mujeres, niños y hombres. La desesperación en Haití, Venezuela, Cuba, Palestina, Afganistán y Somalia es mayor al temor a perecer en el Darién.
Imagen: Fernando Vergara/AP Photo/picture alliance
A muchos, lo que les espera al otro lado del Darién es una sepultura
No importa si las víctimas fatales durante la travesía del Tapón del Darién eran musulmanes, budistas o ateos, en todo caso reciben una sepultura católica. Un acto de misericordia del sacerdote de Agua Fría, en Panamá, aquí en el cementerio. La OIM ha reportado 50 muertes este 2021, socorristas parten de 200 víctimas por agotamiento, los ríos, las caídas, las serpientes y los depredadores humanos.
Imagen: Arnulfo Franco/AP Photo/picture alliance
A los migrantes también los persigue el coronavirus, la malaria, el dengue y el zika
La pandemia sigue expulsando a muchos migrantes de países que los acogían, pero el coronavirus los persigue en su ruta. Tras varios casos de COVID-19 en Necoclí, Colombia lanzó una campaña para vacunar a los migrantes contra el coronavirus. Pero en el Tapón del Darién les esperan los mosquitos que transmiten malaria, dengue, chikungunya y zika. La emergencia es también sanitaria.
Imagen: Migración Colombia
“Ruta humanitaria” a través del continente
Un cubano llega herido a Panamá. El 12 de octubre de 2021, otro naufragio en el golfo de Urabá dejó 8 muertos y otros tantos desaparecidos. Oenegés humanitarias piden crear urgentemente una "ruta humanitaria", porque la crisis es "una bomba de tiempo". Desde que a Necoclí llegó la noticia de que Biden está deportando a haitianos, muchos quieren devolverse, pero el flujo de los que llegan no para.
Imagen: Arnulfo Franco/AP Photo/picture alliance
¿Cumbre de las Américas para atender la crisis migratoria?
Un joven recupera fuerzas en Meteti, Panamá. La presión en el Tapón del Darién sube y amenaza con cobrar muchas más vidas. Por ello, diversas oenegés proponen una “Cumbre de las Américas para la migración” con todos los países de tránsito y destino, y también con los gobiernos que causan el éxodo. Autor: José Ospina-Valencia