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Advierten sobre los riesgos mortales de la basura espacial

13 de julio de 2022

Los investigadores calculan que existe entre un 6 y un 10% de posibilidades de que la basura espacial pueda provocar víctimas humanas. Si bien es un riesgo bajo, los lanzamientos de cohetes son más habituales.

Cohete de SpaceX.
Cada vez más hay satélites u otros objetos orbitando alrededor de la Tierra.Imagen: Joe Marino/UPI Photo/Newscom/picture alliance

El reingreso a la Tierra de restos de cohetes espaciales que quedan en órbita significa entre un 6 y un 10 por ciento de posibilidades de herir gravemente o matar a un ser humano en la próxima década, según un nuevo estudio guiado por la Universidad de Columbia Británica (UBC) y publicado este lunes (12.07.2022) por la revista Nature.

Los autores piden a los gobiernos tomar medidas colectivas para exigir que los restos de los cohetes se guíen de manera segura de regreso a la Tierra después de su uso, lo que podría aumentar significativamente el costo de un lanzamiento, pero podría salvar vidas.

Basura espacial potencialmente letal

"¿Es permisible considerar la pérdida de vidas humanas solo como un costo de hacer negocios, o es algo que debemos tratar de proteger cuando podamos? Y ese es el punto crucial aquí: podemos protegernos contra este riesgo", explicó el autor principal del informe Michael Byers, profesor del departamento de ciencias políticas de la UBC.

Cuando se lanzan al espacio objetos como satélites, algunas partes de los cohetes se dejan a menudo en órbita. Si estos restos sobrantes tienen una órbita lo suficientemente baja, pueden volver a entrar en la atmósfera de forma descontrolada. La mayor parte del material se quemará en la atmósfera, pero las piezas potencialmente letales aún pueden caer al suelo.

Actualización de las prácticas habituales

En su investigación, los autores analizaron más de 30 años de datos de un catálogo satelital público y calcularon el riesgo potencial para la vida humana durante los próximos 10 años, dada la tasa correspondiente de reingresos incontrolados de basura espacial, sus órbitas y datos de población humana.

Los científicos descubrieron que las prácticas actuales generan un riesgo de entre un 6 y un 10 por ciento de posibilidades de provocar una o más víctimas durante la próxima década. Si bien los cálculos consideran la probabilidad de una o más víctimas para las personas en tierra, Byers dice que no se tomaron en cuenta los peores escenarios, como una pieza de escombros que golpea un avión en vuelo.

Países del hemisferio sur tienen un mayor riesgo

Además, los expertos hallaron que el hemisferio sur asume el riesgo de manera desproporcionada, a pesar de que las principales naciones que realizan actividades espaciales están ubicadas en el norte. Los restos de cohetes tienen aproximadamente tres veces más probabilidades de caer en las latitudes de Yakarta, Dhaka y Lagos, que en las de Nueva York, Pekín o Moscú.

Si bien el riesgo para cualquier individuo sigue siendo bajo, los autores señalan que los desechos peligrosos del espacio que golpean la superficie de la Tierra están lejos de ser desconocidos. Los autores recuerdan un tubo de 12 metros de largo de un cohete Larga Marcha 5B que golpeó una aldea en Costa de Marfil en 2020, causando daños a los edificios.

Más lanzamientos, más basura espacial, más riesgos

Asimismo, los lanzamientos espaciales están aumentando, advirtió el coautor Aaron Boley, profesor asociado en el departamento de física y astronomía: "Hasta ahora, los riesgos se han evaluado por lanzamiento, dando a las personas la sensación de que el riesgo es tan pequeño que se puede ignorar con seguridad. Pero el riesgo acumulativo no es tan pequeño. Todavía no se han reportado víctimas ni ningún evento con víctimas en masa, pero ¿esperamos ese momento y luego reaccionamos, particularmente cuando se trata de vidas humanas, o tratamos de adelantarnos?", subrayó.

Actualmente existen diseños de tecnología y misiones que pueden eliminar en gran medida este riesgo, incluso al tener motores que se vuelven a encender, así como combustible adicional, para guiar los cuerpos de los cohetes de manera segura a áreas remotas del océano. Pero estas medidas cuestan dinero y actualmente no hay acuerdos multilaterales que obliguen a las empresas a realizar estos cambios.

JU (dpa, nature.com, news.ubc.ca)

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