Frauke Petry, jefe de la derecha populista alemana, es una política ávida de poder. Así lo demostró en antesala de asamblea general del partido Alternativa para Alemania (AfD) en Colonia generando un terremoto interno.
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Las guerras intestinas por el poder en este partido de la ultraderecha alemana siempre han sido públicas. Antes de la asamblea nacional, que tiene lugar este fin de semana en Colonia, los dramas internos son variados.
Frauke Petry, una de los dos líderes del partido, quiso presentar su candidatura única, a pesar de que una mayoría optó por la dirección llevada por dos personas. Petry redactó una petición sobre "la futura orientación” del partido que buscaba dar un giro fundamental. La propuesta, empero, provocó críticas de todos los lados, en especial debido a que Petry apuntaba a una estricta división entre un ala de oposición política y otra fundamentalista. Una fórmula que ya rompió la cohesión del partido una vez.
Petry trató de matar dos pájaros de un tiro: primero, darle al AfD una fachada de partido "burgués” y "popular” para ganar electores, y segundo, darle un certero golpe a su feroz contrincante dentro del partido, Björn Höcke, jefe de AfD en Turingia. En el AfD se combate con todas las armas. Michael Klonovsky, exempleado de Petry, comparó recientemente a esta y a su marido, Marcus Pretzell, jefe de AfD en Renania del Norte-Westfalia, con Bonnie y Clyde, la pareja de mafiosos de los años treinta.
¿Qué hay realmente detrás de la jugada de Petry?
Por un lado, Petry se dio cuenta de que no tendría mayoría en la asamblea de Colonia. Por el otro, Petry espera su quinto hijo para principios de verano (boreal) y, en realidad, pronto tendrá que tomar la licencia de maternidad.
Con su retiro, Petry sorprendió también a los demás líderes de AfD, tanto a su copresidente Jörg Meuthen, jefe en Brandeburgo, como a Alexander Gauland. Ahora, el partido de ultraderecha tendrá que buscar un nuevo consenso.
AfD quiere limar las grandes diferencias estratégicas durante la primera jornada de la asamblea. No está claro si la propuesta de Petry será o no sometida a votación de los 600 miembros. En cualquier caso ella, y la dirigencia, se han mostrado ahora más dispuestos a llegar a compromisos.
AfD: ¿Programa político de ultraderecha?
Una asamblea de un partido político siempre tiene una dinámica propia. Tanto dentro de la sala como afuera, en las calles, el fin de semana promete ser conflictivo. Colonia espera a unos 50.000 críticos de AfD congregados en distintas manifestaciones. Cuatro mil policías velarán por el orden público y muchas tiendas mantendrán cerradas sus puertas.
El verdadero objetivo de dicha asamblea es la adopción de un programa electoral en el que se proponen, entre otros: referendos como en Suiza, cierre de fronteras, cuotas de deportaciones, prohibición del velo islámico y prédicas obligatorias en alemán en mezquitas. Hay 200 páginas llenas de peticiones por debatir, pero es incierto si las querellas personales dejarán suficiente tiempo para hablar sobre la orientación del partido que pretende ser "una alternativa para Alemania”.
Kay-Alexander Scholz (JOV/DZC)
¿Por qué toda Alemania habla tanto de AfD? (15.03.2016)
El partido de extrema derecha apeló a un discurso antiinmigración y obtuvo excelentes resultados en las últimas elecciones regionales alemanas.
Imagen: Getty Images/A. Hassenstein
Al comienzo era el euro
En abril de 2013 se realizó en Berlín el primer congreso del partido Alternativa para Alemania (AfD), que acababa de ser fundado en febrero. Bajo el liderazgo del profesor de Economía de la Universidad de Hamburgo Bernd Lucke, el partido surgió como una variante un poco a la derecha de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y tuvo como principal tema la crítica a la política de rescate del euro.
Imagen: Reuters
Los "euroescépticos"
El objetivo de AfD era convertirse en una alternativa real a los partidos de centro. Numerosos militantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), del partido liberal FDP e incluso de La Izquierda se plegaron a la propuesta, que buscaba el fin de los millonarios rescates financieros, el retorno de las monedas nacionales y la disolución de la eurozona. La prensa empezó a llamarlos "euroescépticos".
Imagen: Reuters
Los tres presidentes
Lucke compartió la presidencia del partido con la empresaria Frauke Petry y Konrad Adam, un reconocido periodista que había trabajado en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Con las bases listas para competir, se presentaron en las elecciones federales de 2013 con Lucke como principal rostro. Obtuvieron el 4,7 por ciento, muy poco por debajo del 5 por ciento necesario para ingresar al Bundestag.
Imagen: picture-alliance/dpa
Los primeros éxitos electorales
Tras un fracaso en las elecciones regionales de Hesse, AfD comenzó a dar sus primeros golpes electorales en 2014, cuando obtuvo el 7 por ciento en las elecciones al Parlamento Europeo, lo que permitió que Lucke y otros seis militantes se convirtieran en eurodiputados. Luego obtuvo asientos en los parlamentos de Sajonia, Turingia y Brandeburgo, donde alcanzó un 12,2 por ciento de la votación.
Imagen: picture-alliance/dpa
Las dos almas se separan
Pese a nuevos éxitos en Bremen y Hamburgo, las dos almas del partido poco a poco empezaban a chocar. Por un lado, los liberales económicos capitaneados por Lucke, y, por el otro, los ultraconservadores tutelados por Frauke Petry. En el congreso de julio de 2015, Petry fue elegida presidenta y se produjo un cisma. Cinco de los siete europarlamentarios dejaron el partido, entre ellos Lucke.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. Gambarini
Giro a la derecha
Lucke se llevó consigo a unos dos mil militantes de AfD, algo así como el 10 por ciento del total. Con muchos de ellos fundó ALFA, Alianza para el Progreso y el Resurgir. Petry organizó el giro hacia la derecha de Alternativa para Alemania. Hubo reuniones con los islamófobos de Pegida e incluso Petry dijo que la policía debería usar armas de fuego, como último recurso, para proteger las fronteras.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Stratenschulte
Discurso antiinmigración rinde frutos
El discurso contra la política de refugiados propugnada por la canciller Angela Merkel, así como la radicalización en distintas áreas, las soflamas nacionalistas y la cercanía con la ultraderecha rindió sus frutos. En las elecciones regionales de Baden-Wurttemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt (13.03.2016), la AfD obtuvo sus mejores resultados históricos.
Imagen: picture alliance/dpa/S. Willnow
El tiempo hablará
Nadie quiere negociar con ellos. Pero la AfD se ha convertido en un actor de la política alemana, sin que le afectaran las críticas por la cercanía con Pegida o las apariciones de miembros del partido en manifestaciones junto a neonazis.