AfD traza líneas programáticas en su quinto congreso
1 de mayo de 2016
El partido de extrema derecha busca representar un “patriotismo sin complejos”, defendió el buen idioma alemán y rechazó la llegada de inmigrantes.
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El partido de extrema derecha alemán AfD decidió en el primer día de su congreso programático, realizado en Stuttgart este sábado (30.04.2016) oponerse a la inmigración como fuente de la fuerza laboral que tanto necesita la economía. Asimismo, una mayoría de los casi dos mil delegados que llegaron al encuentro del partido liderado por la empresaria Frauke Petry se manifestaron en contra del ingreso de Turquía a la Unión Europea.
Por primera vez desde su fundación, el partido adoptará un manifiesto, donde se espera que se incluya la frase “El islam no pertenece a Alemania”, así como alguna referencia al salario mínimo. Alternativa para Alemania (AfD por sus siglas en alemán) es un partido que busca aprovechar el creciente descontento con la política de brazos abiertos impulsada por la canciller Angela Merkel con respecto a la oleada de refugiados que presionó las fronteras de Europa.
Una escasa mayoría del 52 por ciento, además, aprobó la propuesta de los líderes del partido de disolver la representación del partido en Saarland, donde fueron acusados de tener contacto con grupos extremistas de ultraderecha. Asimismo, hubo alusiones a las “violaciones lingüísticas” que sufre el idioma alemán, así como lecturas de saludos del partido de extrema derecha austríaco FPÖ, el “partido del futuro presidente de Austria”, dijeron.
“Patriotismo sin complejos”
El partido se presentó dividido entre dos almas, una más radical representada por el copresidente Jörg Meuthen y una más moderada, encarnada por Petry. Las ovaciones, sin embargo, se las llevó Meuthen con frases como que AfD representa un “patriotismo sin complejos”, dispuesto a “presentar resistencia a la llegada incontrolada de inmigración de otras culturas” y a impedir que “en pocos años acabemos no reconociendo nuestro país”.
También se proclamó a un candidato propio para la presidencia del país -a renovar el próximo año-, puesto que recayó en el veterano Albert Glaser, quien lanzó la propuesta de conceder asilo a los musulmanes que apostaten de esa religión. AfD tiene dos eurodiputados, escaños en 6 de las 16 cámaras regionales del país y el pasado marzo se alzó con un 24 por ciento en el estado federado de Sajonia Anhalt (este), así como un 15 por ciento en Baden-Wüttemberg, “Land” liderado por el Verde Winfried Kretschmann.
DZC (EFE, dpa)
¿Por qué toda Alemania habla tanto de AfD? (15.03.2016)
El partido de extrema derecha apeló a un discurso antiinmigración y obtuvo excelentes resultados en las últimas elecciones regionales alemanas.
Imagen: Getty Images/A. Hassenstein
Al comienzo era el euro
En abril de 2013 se realizó en Berlín el primer congreso del partido Alternativa para Alemania (AfD), que acababa de ser fundado en febrero. Bajo el liderazgo del profesor de Economía de la Universidad de Hamburgo Bernd Lucke, el partido surgió como una variante un poco a la derecha de la Unión Cristianodemócrata (CDU) y tuvo como principal tema la crítica a la política de rescate del euro.
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Los "euroescépticos"
El objetivo de AfD era convertirse en una alternativa real a los partidos de centro. Numerosos militantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), del partido liberal FDP e incluso de La Izquierda se plegaron a la propuesta, que buscaba el fin de los millonarios rescates financieros, el retorno de las monedas nacionales y la disolución de la eurozona. La prensa empezó a llamarlos "euroescépticos".
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Los tres presidentes
Lucke compartió la presidencia del partido con la empresaria Frauke Petry y Konrad Adam, un reconocido periodista que había trabajado en el Frankfurter Allgemeine Zeitung. Con las bases listas para competir, se presentaron en las elecciones federales de 2013 con Lucke como principal rostro. Obtuvieron el 4,7 por ciento, muy poco por debajo del 5 por ciento necesario para ingresar al Bundestag.
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Los primeros éxitos electorales
Tras un fracaso en las elecciones regionales de Hesse, AfD comenzó a dar sus primeros golpes electorales en 2014, cuando obtuvo el 7 por ciento en las elecciones al Parlamento Europeo, lo que permitió que Lucke y otros seis militantes se convirtieran en eurodiputados. Luego obtuvo asientos en los parlamentos de Sajonia, Turingia y Brandeburgo, donde alcanzó un 12,2 por ciento de la votación.
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Las dos almas se separan
Pese a nuevos éxitos en Bremen y Hamburgo, las dos almas del partido poco a poco empezaban a chocar. Por un lado, los liberales económicos capitaneados por Lucke, y, por el otro, los ultraconservadores tutelados por Frauke Petry. En el congreso de julio de 2015, Petry fue elegida presidenta y se produjo un cisma. Cinco de los siete europarlamentarios dejaron el partido, entre ellos Lucke.
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Giro a la derecha
Lucke se llevó consigo a unos dos mil militantes de AfD, algo así como el 10 por ciento del total. Con muchos de ellos fundó ALFA, Alianza para el Progreso y el Resurgir. Petry organizó el giro hacia la derecha de Alternativa para Alemania. Hubo reuniones con los islamófobos de Pegida e incluso Petry dijo que la policía debería usar armas de fuego, como último recurso, para proteger las fronteras.
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Discurso antiinmigración rinde frutos
El discurso contra la política de refugiados propugnada por la canciller Angela Merkel, así como la radicalización en distintas áreas, las soflamas nacionalistas y la cercanía con la ultraderecha rindió sus frutos. En las elecciones regionales de Baden-Wurttemberg, Renania-Palatinado y Sajonia-Anhalt (13.03.2016), la AfD obtuvo sus mejores resultados históricos.
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El tiempo hablará
Nadie quiere negociar con ellos. Pero la AfD se ha convertido en un actor de la política alemana, sin que le afectaran las críticas por la cercanía con Pegida o las apariciones de miembros del partido en manifestaciones junto a neonazis.