Cuando los talibanes retomaron el control de Afganistán, en agosto de 2021, casi no hubo resistencia. 20 años antes, habían perdido el poder tras la intervención de una coalición militar liderada por Estados Unidos, como respuesta a los ataques terroristas contra las Torres Gemelas, en Nueva York, el 11 de septiembre de 2001. 

También el Gobierno alemán se mostró sorprendido ante la rápida victoria de los talibanes. Poco antes de la caída de Kabul, el entonces ministro de Exteriores, Heiko Maas, había pronosticado lo contrario.

Esta estimación falsa lleva a plantearse la pregunta sobre de qué informaciones disponía el servicio de inteligencia de Alemania para el exterior (BND, por sus siglas en alemán) antes del avance de los islamistas sobre la capital afgana.

Un testigo anónimo

En 2022 se creó en Alemania una comisión parlamentaria que busca respuestas a esta pregunta. Este 28 de septiembre de 2023, fue interrogado un testigo del servicio de inteligencia. Puesto que se trató de un interrogatorio semipúblico, no se reveló el nombre del exencargado regional del BND para Afganistán, a fin de protegerlo.

Acerca de su persona, solo se reveló que el testigo trabajó 35 años para el Ejército alemán y, después, once años para el servicio de inteligencia. Debido a sus profundos conocimientos del país asiático, había participado regularmente en conferencias sobre la situación de seguridad en la cancillería, en Berlín.

En estas reuniones se analizan todos los potenciales peligros a los que Alemania se podría enfrentar, tanto en Afganistán como en el resto del mundo.

El testigo relató cómo la situación de seguridad cambió "fundamentalmente" después del llamado acuerdo de Doha, alcanzado entre Estados Unidos y los talibanes, en febrero de 2020. Según este acuerdo, en cuya negociación no participó el Ejército afgano, las tropas norteamericanas anunciaron que se retirarían del país asiático a mediano plazo.

Acuerdo de Doha desmoralizó al Ejército afgano

Sobre todo, la falta de apoyo por parte de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos habría desmoralizado a las tropas afganas, asegura el testigo, que agrega que éstas ya no habrían salido de sus cuarteles.

No obstante, a pesar de ello, la rápida victoria talibana también sorprendió al alto colaborador del BND. El testigo informa de un documento que se publicó en agosto de 2020, es decir, un año antes de que los talibanes retomaran el poder. En éste se analizaban posibles escenarios para Afganistán tras el retiro de las tropas internacionales. 

El escenario más probable había sido el pronóstico de un "califato 2.0", es decir un estado religioso con reglas islámicas radicales. "Siempre subrayamos que iba a haber un periodo de transición hasta que se volvería realidad un escenario así", sostiene el testigo. Sin embargo, agrega, no se esperó que los talibanes fueran a conquistar tan rápido y prácticamente sin resistencia otros distritos de Afganistán, hasta obtener el control de la capital, Kabul, el 15 de agosto de 2021.

Preguntas sin responder

El hombre no sabe decir por qué todos los implicados se equivocaron. Según él, en las conferencias regulares, tanto a nivel político como militar, por lo general, todos se basaban en la misma información sobre la situación de seguridad.

Sin embargo, el exagente del servicio secreto también admite que, a partir de un momento no precisado, el BND enfrentó déficits de información. Al parecer, después, hubo problemas para acceder a las cúpulas tanto del gobierno afgano como de los talibanes.

(vt/ers)