Afganistán: dos defensores de los DD. HH. mueren en atentado
27 de junio de 2020
Dos trabajadores de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán murieron tras explotar una bomba artesanal que habían colocado en un vehículo. Hasta ahora, nadie se ha adjudicado el ataque.
Publicidad
Dos personas perdieron la vida este sábado (27.06.2020) en un atentado, tras la explosión de una bomba lapa artesanal que había sido instalada en un vehículo, según anunció la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán (AIHRC).
"Estamos profundamente conmocionados por esta pérdida y expresamos nuestro más sentido pésame a las familias", anunció el organismo, que ha liderado muchas veces los esfuerzos en el país para defender los derechos de las mujeres, la infancia o las minorías, objetivo frecuente de los grupos insurgentes.
Por su parte, el portavoz de la policía de Kabul, Ferdaws Faramurz, afirmó que, hasta ahora, el ataque no había sido reivindicado por ningún grupo.
"La detonación la produjo un artefacto explosivo improvisado (IED) magnético" que estaba adosado al vehículo, explicó Faramurz.
La violencia ha disminuido en el país desde que los talibanes declararan un breve alto el fuego para marcar la fiesta del Eíd al Fitr que marca el fin del Ramadán, el mes pasado, pero las autoridades aseguran que los insurgentes han aumentado los ataques en las últimas semanas.
Los talibanes suelen atacar a las fuerzas de seguridad afganas, aunque los informes policiales reportan que ha habido víctimas civiles en las explosiones de bombas. El sábado, el Consejo de Seguridad Nacional anunció que 21 civiles han muerto y 30 resultaron heridos en las últimas semanas en 14 provincias.
Condena internacional
El atentado desencadenó de inmediato la condena de organismos internacionales, de las delegaciones diplomáticas en Kabul y de otras organizaciones defensoras de los derechos humanos.
La misión de la ONU en Afganistán, UNAMA, condenó la muerte de los dos trabajadores de la AIHRC y reclamó de inmediato una investigación para atrapar a los culpables del atentado.
"No puede haber justificación a ataques contra los defensores de los derechos humanos", subrayó la UNAMA en Twitter.
Este atentado se produce en medio de un proceso de paz en Afganistán marcado por el acuerdo alcanzado en Doha el pasado 29 de febrero entre los talibanes y Estados Unidos, en el que se decidió la retirada completa de las tropas estadounidenses en 14 meses.
Ahora se espera el inicio de las conversaciones intraafganas entre los talibanes y el Gobierno afgano, un proceso que se ha ido retrasando por la falta de entendimiento para cumplir el requisito fundamental antes del inicio del diálogo: la liberación de 5.000 insurgentes y 1.000 miembros de las fuerzas de seguridad afganas.
JU (efe, afp)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
La interminable lucha por el poder en Afganistán
A 17 años de la invasión estadounidense, Afganistán sigue sumido en la violencia desatada por los talibanes. Una serie de mortales atentados en el último año sugiere que los radicales son más fuertes que antes.
Imagen: picture alliance/Photoshot
Una seguridad frágil
Los reiterados ataques que han tenido lugar en 2018 y 2019 han causado la muerte y dejado con heridas a cientos de inocentes, y muestran cuán frágil es la situación del país y el débil poder del gobierno. Los incidentes han provocado desesperación en los ciudadanos, cansados de la guerra, y han puesto en evidencia las limitaciones del Estado para garantizar la estabilidad.
Imagen: Reuters/M. Ismail
Una larga serie de ataques
Los episodios de violencia han puesto nuevameente a Afganistán en el centro de la mirada internacional. Tanto los talibanes como el Estado Islámico se han atribuido distintos ataques, mientras crece la presión para que el gobierno afgano mejore la seguridad y recupere los territorios que están bajo el dominio de distintos grupos insurgentes, incluidos los ya citados talibanes y Estado Islámico.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Hossaini
Ofensiva de primavera
En 2018, los talibanes anunciaron el comienzo de su ofensiva anual de primavera, desestimando una oferta de paz realizada por el presidente Ashraf Ghani. Los milicianos, que luchan para reinstaurar su visión radical de la ley islámica, aseguraron que su campaña fue en respuesta a la estrategia adoptada por EE.UU. en 2017, más agresiva con el fin de forzar a los insurgentes a sentarse a negociar.
Imagen: Reuters
La política para Afganistán de Trump
El presidente de EE.UU., Donald Trump, presentó una nueva estrategia para Afganistán en 2017, prometiendo desplegar más tropas para entrenar a las fuerzas afganas. También aseguró que su país seguiría apoyando a los afganos en su guerra contra los talibanes y que, para ello, la presencia estadounidense se extendería todo lo que fuera necesario. En 2019, sin embargo, cambió de parecer.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Smialowski
Proceso de paz
Pese a que el presidente Ghani realizó una oferta en febrero de 2018 para que hubiera conversaciones de paz "sin condiciones previas", los talibanes no mostraron interés alguno hasta 2019, desestimando las propuestas como parte de una "conspiración". En 2019 aceptaron negociar, pero directamente con Estados Unidos, pasando por encima de Kabul.
Imagen: Getty Images/AFP/N. Shirzad
Apoyo paquistaní
Pakistán ha sido presionado por Kabul y Washington para que deje de ofrecer refugio a los militantes acusados de realizar ataques en Afganistán, un cargo que Islamabad niega, insistiendo en que su influencia sobre los insurgentes es sobreestimada. Kabul e Islamabad intercambian acusaciones de proteger a milicianos del otro país. El lenguaje áspero ha caracterizado la relación entre ambos vecinos.
Imagen: DW/H. Hamraz
El papel de los señores de la guerra
Además de los talibanes, los señores de la guerra afganos ejercen una enorme influencia en el país. El año pasado, el líder de Hizb-i-Islami, Gulbuddin Hekmatyar, volvió a Kabul -tras un exilio de 20 años- para jugar un rol activo en la política. En septiembre de 2016, el gobierno firmó un acuerdo con él con la esperanza de que otros señores de la guerra y grupos radicales siguieran el ejemplo.
Imagen: Reuters/O.Sobhani
Un gobierno ineficiente
En medio de una interminable batalla por el poder, los niveles de respaldo al presidente Ghani no hacen más que bajar. La corrupción desenfrenada y el largo tira y afloja dentro del gobierno de unidad nacional respaldado por Estados Unidos han tenido un impacto negativo en los esfuerzos gubernamentales para acabar con el terrorismo.