Afganistán: Víctimas civiles aumentan casi el doble en 2021
26 de julio de 2021
La misión de la ONU en Afganistán advirtió que, si la violencia continúa así, 2021 podría convertirse en el año más sangriento para la población civil desde que se comenzó a recabar datos en el país.
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La Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) denunció este lunes (26.07.2021) que el número de civiles muertos y heridos aumentó un 47 % en el primer semestre del año respecto a 2020, mientras los talibanes ganan rápidamente territorio tras el inicio de la retirada de las fuerzas internacionales el pasado 1 de mayo.
En cifras, al menos 1.659 personas murieron y 3.254 resultaron heridas entre enero y junio de este año como resultado del conflicto, dijo la misión de la ONU en un informe.
"Un número sin precedentes de civiles afganos perderán la vida o resultarán gravemente heridos este año si no se frena la escalada de violencia", alertó Deborah Lyons, representante especial de Naciones Unidas en Kabul.
En su informe sobre víctimas civiles en la primera mitad de 2021, la misión de la ONU en Afganistán (Unama) prevé este año el mayor número desde 2009, cuando empezó este balance anual.
"Las bajas civiles en Afganistán en el primer semestre de 2021 alcanzaron niveles récord con un alza especialmente brutal de muertos y heridos desde mayo", asegura la Unama.
Afganistán: los soldados se van, la basura estadounidense se queda
La Base Aérea de Bagram fue el cuartel general de las fuerzas estadounidenses en Afganistán durante casi 20 años. La base se ha ido vaciando en las últimas semanas, quedando toneladas de desperdicios como recuerdo.
Imagen: Adek Berry/Getty Images/AFP
Basura hasta el infinito
Los historiadores debatirán sobre el legado político de la misión militar estadounidense en Afganistán. Pero el legado físico salta a la vista en las enorme cantidades de chatarra y basura que quedan atrás. La salida de los soldados de la Base Aérea de Bagram es parte de los planes de Washington para la retirada completa de sus tropas antes del vigésimo aniversario del ataque a las Torres Gemelas.
Imagen: Adek Berry/Getty Images/AFP
¿Qué hacemos con toda esta basura?
Los soldados estadounidenses o se llevan sus equipos o los entregan a las fuerzas afganas. Pero también dejarán muchos desperdicios, como envases y desechos electrónicos. Más de 100.000 uniformados han prestado servicio en Bagram desde 2001. La base, situada 70 kilómetros al norte de Kabul, se ha convertido en una pequeña ciudad, con un centro comercial y restaurantes de comida rápida.
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La basura de unos es el tesoro de otros
El depósito de chatarra ubicado en las afueras de la base se ha vuelto popular entre los buscadores de fortuna, que llegan al lugar en grandes cantidades para revisar los desechos, a la caza de algo útil, como un buen par de botas militares. Su esperanza es vender todo lo que encuentran y así obtener algo de dinero.
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Buscando maravillas electrónicas
Enormes cantidades de desperdicios electrónicos también llegan al vertedero. La gente busca placas de circuitos que contengan piezas y tornillos que pueden ser reutilizados. Algunos de ellos contienen cobre e incluso pequeñas cantidades de oro. Para los estadounideses esto es pura basura. Pero para los afganos, que en promedio ganan 500 euros al año, es una especie de tesoro.
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¿Qué va a pasar con Bagram?
Bagram, a los pies de las montañas Hindu Kush, tiene una larga historia como base militar. El Ejército de Rusia la usó durante la invasión de 1979. Muchos temen que ahora que los estadounidenses se van, el recinto caiga en manos de los talibanes, lo que sería una victoria estratégica para los radicales islamistas.
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Un retiro riesgoso
Las tropas se están retirando oficialmente desde el 1 de mayo y no hay tiempo suficiente para deshacerse de la basura como corresponde. Armas pesadas y tropas adicionales fueron desplegadas ante la eventualidad de ataques talibanes. Poco antes del comienzo del fin, un total de 36 países de la OTAN y aliados estaban involucrados en la misión, incluidos 2500 soldados estadounidenses y 1100 alemanes.
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Mujeres trabajando
Aquí, una niña rescata una caja de metal estropeada del depósito de chatarra. Pese a las dificultades, mujeres y niñas se han beneficiado de la presencia militar estadounidense y de la caída de los talibanes en 2001. Han podido ir a la escuela y, siendo adultas, trabajar en áreas que antes eran inaccesibles para ellas, como tribunales y otras instituciones.
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Personas que se quedaron atrás
Algunos buscan cosas con mero valor sentimental entre los desperdicios, para recordar la base y lo que ocurría en torno a ella. Numerosos asentamientos de las fuerzas afganas surgieron en torno a Bagram, y su existencia dependía directamente de la base estadounidense. Ahora muchos se preguntan qué será de ellos y sus familias.
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¿Qué queda?
Entonces, ¿qué queda de la presencia estadounidense en el Hindu Kush, aparte de las botas gastadas y las alambradas? El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió una alianza "sostenida" durante la reunión que tuvo el 25 de junio con su contraparte afgana, el presidente Ashraf Ghani. Millones de afganos seguramente querrán cobrarle la palabra a Biden.