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Afganistán: ¿solución negociada?

26 de enero de 2010

Angela Merkel presentará el miércoles en el Parlamento su nueva estrategia para Afganistán, luego de reunirse con el presidente afgano, Hamid Karsai, en Berlín. Todo indica que se busca una solución negociada.

Soldados alemanes de patrulla en Afganistán: ¿retirada a partir de 2011?Imagen: picture alliance/dpa

La futura estrategia del Gobierno alemán prevé reforzar la formación de soldados afganos con el envío de otros 850 efectivos alemanes y una paulatina retirada a partir de 2011. La canciller federal alemana, Angela Merkel, presentará sus planes en la conferencia internacional sobre Afganistán el jueves en Londres. La canciller se reunirá el martes por la tarde y el miércoles con el presidente afgano, Hamid Karzai, quien hará una escala en Berlín antes de seguir rumbo a la capital británica.

El aumento del contingente de tropas, actualmente compuesto por 4.500 unidades, y una más intensa capacitación de las fuerzas armadas afganas se realizará en el marco de un nuevo enfoque, llamado “partnering”: la formación no se llevará más a cabo detrás de los muros de los cuarteles, sino en el frente de batalla. Los expertos alemanes se mezclarán en el futuro entre las unidades locales y las capacitarán en medio de las operaciones militares.

Estrategia de retirada

El vicecanciller y ministro de Exteriores, Guido Westerwelle, que representará a Alemania en la cita de Londres, se encargó de anunciar que el contingente militar alemán sería reducido "a partir de 2011". El titular de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg, señaló que la retirada podría comenzar incluso este mismo año. "Hay indicios de que podríamos cumplir nuestros objetivos de entrenamiento (de las fuerzas afganas) hasta finales de 2011". Quizás haya algunos ámbitos "en los que sea posible antes".

El ministro alemán de Cooperación, Dirk Niebel, dijo que la fuerza de reacción rápida alemana prácticamente será disuelta y su nueva tarea será entrenar a tropas afganas. En el futuro, unos 1.400 en lugar de 280 soldados alemanes estarán dedicados a tareas de entrenamiento.

Un oficial de la Policía afgana en Kabul. La formación de tropas se realizará en el futuro en el marco del enfoque "partnering".Imagen: AP



De los 850, los 350 soldados restantes formarían de una "reserva flexible" que podrían asumir funciones de seguridad y observación en acontecimientos como las elecciones parlamentarias previstas para el otoño (boreal).

La jefa de Gobierno germana habló de una "nueva estrategia" para el país centroasiático. "Ahora comenzará la etapa del traspaso de responsabilidad al Gobierno afgano", destacó.

Merkel dijo que la estrategia había sido acordada con Reino Unido y Francia, y mencionó "contactos" con Estados Unidos. En cuanto a la ayuda financiera, Alemania incrementará

gradualmente de 220 a 430 millones de euros (310 a 600 millones de dólares) los fondos destinados a mejorar la infraestructura, la educación y el empleo.

Muchos indicios apuntan hacia la negociación

Alemania aportará también diez millones de euros (14 millones de dólares) anuales a un fondo internacional de unos 500 millones de dólares que será creado para la fomentar la reinserción de rebeldes talibanes. La idea de pagar a los simpatizantes y rebeldes islamistas para que depongan las armas es motivo de controversia. Según Westerwelle, el fondo fue solicitado por el gobierno afgano.

General estadounidense David Petraeus.Imagen: AP

No obstante, todo parece indicar que Occidente se está moviendo en el sentido de lograr algún tipo de solución pactada. En los últimos días, también los dos generales estadounidenses de más peso –Stanley McChrystal y David Petraeus, jefe del Comando Central de EE. UU.—han dicho que es posible negociar la paz con los talibanes y que ha llegado el momento para ello.

También Kai Eide, el enviado especial de la ONU en Afganistán, ha pedido a las autoridades afganas que quiten de la lista de terroristas a algunos jefes talibanes moderados, como primer paso hacia posibles contactos con los integristas.

La combinación de un refuerzo de las tropas internacionales, un entrenamiento más intenso de las tropas gubernamentales afganas, una eventual oferta de diálogo a los talibanes moderados y un redoblamiento de los fondos financieros componen en todo caso una receta y una perspectiva nuevas en una situación bélica que ya lleva ocho años y que hasta ahora Occidente no ha logrado poner bajo control. Londres puede ser en ese sentido un paso decisivo.

Autor: Pablo Kummetz

Editora: Luna Bolívar Manaut

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