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Afganistán: un país cada vez menos seguro

31 de mayo de 2017

Un atentado con una explosión enorme dejó numerosas víctimas en el barrio diplomático de Kabul. La científica Nicole Birtsch explica porqué Afganistán no puede ser calificado como “país seguro”.

Afghanistan | beschädigte deutsche Botschaft in Kabul
Imagen: Reuters/M. Ismail

DW: Sra. Birtsch, en el ataque suicida en Kabul han muerto de nuevo decenas de civiles. ¿Cuán seguro es el país?

Nicole Birtsch: La situación de seguridad ha seguido deteriorándose. Sólo alrededor del 57 por ciento del país está bajo el control de las fuerzas de seguridad afganas. Aproximadamente 2,5 millones de personas viven bajo la influencia de los talibanes y otros nueve millones de personas viven en zonas de conflicto. El número de víctimas civiles, entre ellos muchos niños, continúa siendo alto. Muchos huyen de los combates fuera de los centros urbanos.

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Además,  hay muchos retornados de Pakistán e Irán, que en el mejor de los casos encuentran alojamiento en campos de refugiados. La inseguridad alimentaria es cada vez mayor. Los servicios públicos como escuelas y centros de salud tienen que cerrar debido a los combates. Los bombardeos del ejército estadounidense, sobre todo contra miembros el IS, también provocan víctimas civiles y el desplazamiento de refugiados.

Nicole Birtsch, de la Fundación Ciencia y Política. Imagen: SWP

Todavía no están a la vista las negociaciones de paz con los talibanes. Ellos anunciaron una ofensiva para este año contra el gobierno afgano y las tropas internacionales. Aunque tanto el gobierno con los talibanes insistan en mantener bajo mínimos el numero de víctimas civiles, hasta ahora no se ha producido.

¿Dónde se pueden encontrar zonas seguras y cómo se definen estas zonas?

Los talibanes controlan pate de las zonas rurales, mientras sel gobierno se concentra en la defensa y protección de los centros urbanos y las vías de comunicación. Como zonas seguras se refieren por lo general a la capital Kabul y los centros regionales de Herat y Mazar-i-Sharif. La probabilidad de convertirse en víctima aquí es bastante más baja que, por ejemplo, en las disputadas provincias de Helmand, Nangarhar y Kunduz. Sin embargo, siempre se repiten los ataques en Kabul, como el de esta vez que dejó decenas de víctimas civiles.

Según las organizaciones de ayuda, este miércoles iba a producirse una expulsión colectiva de refugiados afganos. En su país de origen aumentan los ataques y también la delincuencia, frente al fracaso de las fuerzas de seguridad. ¿Hay perspectivas reales para los que retornan?

Los retornados que salieron hace tiempo de Afganistán o no crecieron allí no cuentan con una red social necesaria que les ofrezca conexiones y protección. Tampoco bastan los intentos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), de apoyar a los retornados en la búsqueda de trabajo y alojamiento. La tasa de desempleo es del 40% y los puestos de trabajo disponibles se conceden en base a relaciones.

¿Hay peligro de que los repatriados se puedan radicalizar por la falta de perspectivas y la frustración en Occidente?

Es probable que los retornados se unan a organizaciones extremistas, que  a su vez les ofrecen  conexión social, protección y apoyo. Pero todavía no conozco ningún caso.

Nicole Birtsch es científica de la Fundación Ciencia y Política de Berlín. Su investigación está centrada en Afganistán, conflictos, prevención de crisis y pacificación.

Autor: Florian Weigand

 

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